La descontaminación del antiguo vertedero de Madrid (también conocido como vertedero de Autocampo) y la posterior conversión del terreno en un espacio público destinado a zona verde y ocio, desarrolladas por el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, es el ejemplo más destacado de la descontaminación y recuperación de suelos contaminados en el municipio.
El vertedero de Autocampo estuvo en funcionamiento durante once años (1967-1978). Originalmente, el vertedero se ubicó en un espacio libre cercano al pequeño núcleo de población del casco antiguo. Los residuos fueron depositados por el Ayuntamiento de Madrid, de forma incontrolada, directamente sobre el terreno natural, rellenando vaguadas, generando 6 zonas de vertido diferencias. Los residuos llegaron a ocupar una superficie de unas 80 hectáreas y alcanzaron un volumen de casi 5.000.000 m³, lo que supone 8 millones de toneladas de basura.
Cuando el vertedero se cerró, los residuos depositados permanecieron sobre el terreno. El desarrollo urbanístico del municipio se extendió y el antiguo vertedero quedó ubicado en la zona central del municipio, entre las nuevas urbanizaciones y el casco antiguo, afectada por la ejecución de la prolongación de la línea 9 de Metro.
En la década de los noventa, en marco del Plan General de Ordenación Urbana aprobado en 1993, y de la legislación en materia de suelos contaminados, se inician una serie de actuaciones por parte de la administración municipal y de la administración autonómica, que se concretan en la Declaración de Suelo Contaminado por parte de la Comunidad de Madrid en 2001. El Ayuntamiento de Rivas presenta entonces un proyecto de descontaminación del vertedero que aprobado por la Comunidad de Madrid, previa emisión de Declaración de Impacto Ambiental favorable.
La solución adoptada consiste en la construcción de dos celdas y en la movilización de todos los residuos a dichas celdas, procediendo luego a su sellado, complementada con sistemas de captación de los lixiviados, de captación y tratamiento de biogás y de drenaje de las aguas superficiales. De esta forma, se cierran perimetralmente las zonas de vertido y se sanean y acondicionan las zonas donde se ubicaron los residuos que se han movilizado.
El proyecto de descontaminación se ejecutó entre 2004 y 2007, y movilizó casi movilizar 6.000.000 m³ (entre residuos, suelos contaminados y rellenos seleccionados) que quedaron sellados en las dos celdas. Al finalizar, la Comunidad de Madrid declaró que el suelo había dejado de estar contaminado.
Las actuaciones de descontaminación del vertedero se han completado con las actuaciones de recuperación desarrolladas por el Ayuntamiento sobre los terrenos del antiguo vertedero, mediante las que se ha creado un parque de 38 hectáreas en el que se han construido también el nuevo recinto ferial y un gran auditorio al aire libre, el Miguel Ríos, que tiene capacidad para acoger a 35.000 espectadores.
