Leyenda mundial de la danza y máxima responsable del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso (La Habana, 1920), ha vuelto el viernes 16 de octubre a Rivas Vaciamadrid a sus 95 años, donde un paseo lleva su nombre desde 2011.
El alcalde de la ciudad, Pedro del Cura, ha acompañado a la exbailarina y coreógrafa, que se encuentra en España tras la gira reciente del Ballet Nacional de Cuba por el país. También han estado presentes los concejales de Presidencia, Curro Corrales, y de Cultura y Fiestas, José Alfaro, y el marido de la artista, el prestigioso crítico de danza Pedro Simón Martínez.
La artista ha dicho sentirse muy «emocionada» de que una calle de Rivas lleve su nombre. «Estoy enamorada de mi carrera, de bailar. Quiero vivir una vida bien larga, porque me gusta todo lo que pasa en la vida. Es maravilloso vivir», ha explicado Alonso.
Cuando se le ha preguntado si sigue bailando en su mente, ha respondido: «Yo bailo permanentemente. Sigo pensando que puedo bailar mañana. Estoy enamorada de lo que es bailar, de que el cuerpo conquiste el movimiento y haga arte con él. Eso me parece que es un triunfo de mi vida».
Del Ballet Nacional de Cuba ha dicho que es una compañía con mucho futuro, que no sólo es pasado o presente, con bailarines y coreógrafos jóvenes que se incorporan para decir que «el Ballet Nacional de Cuba seguirá existiendo en la historia».
UN MONUMENTO A LA CULTURA
Como ha recordado el alcalde de la ciudad, el paseo de Alicia Alonso se enclava en un lugar de gran relevancia cultural para Rivas: en unos de sus flancos se erige el auditorio Miguel Ríos, que con capacidad para 35.000 espectadores es uno de los más grandes al aire libre del país; al otro, una escultura del artista vasco Agustín Ibarrola, titulada ‘Monumento a la Constitución’, mira a los acantilados y cortados del parque Regional del Sureste.
Famosa por sus representaciones de ‘Giselle’ y ‘Carmen’, además de otras grandes obras del repertorio clásico y romántico, Alicia Alonso es uno de los grandes mitos de la danza en toda su historia.
Que un paseo de Rivas lleve el nombre de Alicia Alonso no es casualidad. El callejero de la ciudad está sembrado de nombres que son o han sido referentes culturales, como, por ejemplo, el premio Nobel de Literatura José Saramago, que también vistió en su día el municipio que le puso su nombre a un colegio, una biblioteca y una calle.