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«Además de una vivienda, quiero vivir en un barrio»
Nacho Gutiérrez, 30 años, trabaja como realizador de televisión, es uno de los adjudicatarios de los pisos públicos que entregó la Empresa Municipal de la Vivienda en julio, el V Plan, y preside una asociación que lucha por el barrio que habita.
«Yo no quiero vivir en una vivienda, sino en un barrio» y anticipa así la filosofía de la nueva zona. Tejen el entramado social que da vida a las calles del noroeste del municipio (entre los desarrollos del Cristo de Rivas y de la Fortuna) vecinos y vecinas jóvenes y activas que se han reencontrado «Casi todos tenemos lazos comunes tejidos en otros tiempos: colegio, instituto, equipos deportivos, gente joven que nos hemos unido de nuevo» e ilustra lo narrado con una vivencia: «El otro día paseando me encontré con un compañero que hacía diez años que no veía, ahora somos vecinos».
Este ripense que antes vivía en Pablo Iglesias defiende la estructura de su nuevo vecindario. Frente a la tendencia generalizada de edificar en ‘manzanas cerradas’, bloques de viviendas limitados por cuatro calles que miran a las zonas comunes. Las vías son de un solo sentido lo que permite dejar la zona central libre de tráfico y ubicar en ella un parque boulevard con pista deportiva, juegos infantiles y amplias zonas verdes. «Es un barrio para verte, encontrarte y relacionarte. Aquí, quien no pasea con su hijo o hija, lo hace con el perro. Y al quedar libre de coches se potencia la vida en comunidad», relata Nacho, un apasionado de su zona.
La edificación se ha realizado siguiendo criterios de sostenibilidad: materiales reciclados y ahorra energético, las viviendas están entre las calificaciones B y C que supone un ahorro energético y de emisiones de CO2 entre un 40 y 70%. «Están vistiendo la zona de verde y se nota el esfuerzo por construir un barrio público. Pero cuando surgen fallos y errores, ahí estamos para reclamarlos», avisa desde la cervecería Las Trece Rosas, la primera del barrio.
«Vivimos en un barrio vivo, con personalidad y sabor. Sino peleamos nosotros por él, quién lo va a hacer»
Alegre y con ganas de pelear por la nueva vida que ha comenzado junto a sus aledaños defiende la vivienda pública: «Es un derecho y, mientras exista demanda, tiene que haber oferta. En Rivas se invierte muchísimo, pero no hay que olvidar la situación de crisis actual y el muro bancario para la financiación. De las 1.400 viviendas del 5º Plan, hay 300 personas paradas». Se propone desde la asociación el alquiler como posibilidad de dotar a la ciudadanía de un hogar y agradecen la ayuda de la EMV «oferta posibilidades y ayudas a las personas que lo necesitan. Como el alquiler previo hasta pagar el IVA.
Lo importante es que se puede dialogar con ellos. Nosotros ya nos hemos sentado con representantes del Consistorio sin problemas», remarca y rompe la visión de vivienda protegida como hogar temporal que se tiene en otros lugares madrileños: «en otras zonas de la Comunidad la vivienda protegida es un apartamento temporal, aquí son para toda la vida, por el tamaño y las condiciones. Uno entra de joven y se va como abuelo«, asegura. Su pretensión es unirse al resto de personas la zona y trabajar unidas, no sólo por los y las integrantes del V Plan: «entre todos y todas para todos y todas. Vivimos en un barrio vivo, con personalidad y sabor. Sino peleamos nosotros por él, quién lo va a hacer» y lanza alguna reivindicación. El transporte público, la solución a la Cañada Real y la vida en comunidad.
EL PROYECTO
Rivas, uno de los municipios de España que más vivienda de protección pública construye por habitante, no renuncia a su seña de identidad. Si desde su creación en 2004, la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) ha promovido 3.000 pisos de estas características, en 2012 saca su sexto plan de vivienda: 555 pisos, la mayoría ubicados en el nuevo barrio de La Luna, donde ya ha concluido el cuarto y quinto plan, y donde se erige un ecobulevar que está acaparando la atención de empresas dedicadas al ahorro energético y la sostenibilidad y de facultades de Arquitectura del país. Los pisos del sexto plan se reparten en cuatro parcelas.
Tres en el mencionado barrio, en régimen de compraventa (203, 203 y 66 pisos respectivamente): tienen entre tres y cuatro dormitorios. La cuarta parcela se ubica en el entorno urbano del recinto ferial y auditorio Miguel Ríos. En este caso, 83 hogares en régimen de alquiler y de dos dormitorios. Todas las viviendas, como viene desarrollando la EMV en sus planes anteriores, constan de plaza de garaje y trastero. Disponen de zonas comunes y cumplen con la normativa del Código Técnico de Edificación vigente, que se plasma en una forma de construcción sostenible. Aunque aún se desconoce la fecha exacta del sorteo para adjudicar estas 555 viviendas, los cálculos municipales apuntan a que sea antes de la primavera de 2012.
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CONOCE EL RESTO DE PROYECTOS
- 550 viviendas públicas: «además de una vivienda, quiero construir un barrio».
- El Parque Agroecológico: «la agricultura ecológica tiene un potencial brutal».
- La ciudad deportiva: «Es una iniciativa de gran envergadura. Aunque tuviese que ir en coche, sería usuaria».
- La biblioteca central: «un gran espacio».
