Fotografías: Mario Fernández Trejo.
Mochilas a la espalda, caras de sueño con un beso recién estampado y un largo día de clases por delante. Ése es el paisaje que se vislumbra cada mañana cuando Pedro, el chófer del autobús, acciona la puerta delantera y los niños y niñas se van incorporando a él desde alguna de las quince paradas que conforman la nueva ruta de autobús escolar puesta en marcha por el Ayuntamiento de Rivas: ‘En bus al cole’. Se trata de un proyecto piloto que pretende testar el funcionamiento de este nuevo servicio por el que las familias ripenses vienen mostrando interés desde hace ya tiempo.
La idea nació durante la pasada primavera, en el marco del Observatorio de la Movilidad. El Consejo Municipal de Educación la hizo suya y creó una comisión especial
de movilidad para trabajar en la propuesta, sobre la que se consultó a la comunidad educativa para comprobar el interés real en la misma. La encuesta arrojó datos muy reveladores: primero, que el 73% de las personas que participaron mostraron su interés en las rutas escolares; y segundo, que una gran mayoría de los niños y niñas escolarizados en Rivas acude a clase en el coche de sus familias.
Es el caso de los dos pequeños de siete años que se han sentado juntos en la ruta, pese a haber subido en paradas diferentes. Ambos van al CEIPSO La Luna, uno de los tres centros escolares en que funciona este piloto, y a ambos les “mola” ir a clase en el bus escolar, desde el que saludan con efusividad a un par de operarios de Rivamadrid que trabajan en la calle.
Las rutas escolares suponen un ahorro de tiempo para las familias y descongestionan tráfico en la ciudad
Antes, estos niños iban a la escuela en el coche familiar. Evitar esa cantidad de desplazamientos a la hora de entrada y salida de los colegios, haciendo de sus entornos espacios más limpios y más seguros es uno de los objetivos del proyecto. Una primera iniciativa, la implantación de las ZBE, se ha demostrado eficaz dos años después de su puesta en marcha. Las rutas escolares, que podrían ampliarse al resto de centros si este proyecto piloto da buenos resultados, serán una herramienta más para la consecución de esa meta.
“Todas las ciudades tenemos el mismo debate, nos tenemos que seguir moviendo y tenemos que hacerlo de manera sostenible”, explica la alcaldesa de Rivas, Aída
Castillejo, con una idea muy clara sobre los nuevos paradigmas de movilidad: “Sabemos que el coche no va a desaparecer de nuestras vidas, pero si queremos que haya alternativas viables al coche, desde las administraciones tenemos que provocarlas”.
La regidora ha puesto en valor que hayan sido las propias familias las que hayan estado trabajando en la puesta en marcha de esta idea.
“Nosotras, como AMPA, lo que hicimos fue mover a las familias para que se apuntaran al proyecto, darle difusión, porque todo lo que sea bueno para las familias es bueno para nosotras”, comenta al teléfono Sandra Sempere, la presidenta de la AMPA del CEIP Rafael Alberti, que cuenta solo con 3 niños y niñas en este proyecto piloto, al que se suman otros 13 en el CEIPSO La Luna y otros 23 en la CEM Hipatia. La elección de estos centros radica en su proximidad entre sí, enclavados los tres en el barrio de La Luna, en el que existe un alto potencial de reducción del tráfico rodado.
Aída Castillejo, alcaldesa: «Nuestra idea es que en 2024 todos los centros cuenten con ruta escolar»
La presidenta de la AMPA del CEIPSO La Luna, Leticia Pérez, explica la participación de su entidad en el proceso de puesta en marcha de ‘En bus al cole’: “Hay personas de la AMPA que han estado en la comisión de movilidad, siguiendo el proyecto, y desde el Consejo Municipal de Educación planteamos dudas que nos surgían en relación a con quién se quedaban los niños cuando llegasen al cole y diferentes cuestiones que sobre la práctica vas planteándote”.
El alumnado que participa del piloto es de Infantil y de Primaria. El niño más pequeño tiene solo tres años, la mayor es alumna de 6º de Primaria. Aunque en este proyecto inicial no se ha podido incluir a todas las familias solicitantes, “las que están dentro del plan piloto están contentas”, comenta Pérez, señalando como durante los primeros días de ruta “se estuvieron puliendo cosillas que sobre la práctica se ven y en la teoría no se habían tenido en cuenta o no se habían planteado”. Una vez realizados estos ajustes, la ruta “está funcionando bien” y “la aceptación es buena”.
Desde la creación de aquella comisión de movilidad en el Consejo Municipal de Educación, el Ayuntamiento de Rivas ha venido trabajando en este proyecto que arrancó el pasado 2 de octubre y que se prolongará hasta finales de diciembre.
“NIÑOS Y NIÑAS FELICES”
Hasta el momento, todo marcha sobre ruedas, tal y como explica a Rivas al Día Graciela Ferrantelli, coordinadora de las monitoras que acompañan a los escolares durante el trayecto. “Los niños y niñas están felices y las familias se han sentido con mucho apoyo y ayuda, porque hay personas a las que les cuesta mucho poder llevar a sus hijos e hijas al colegio, porque están muy retirados”, cuenta desde una de las plazas delanteras del autobús, desde la que ayuda a la chavalería a subir con sus mochilas y sus carros a lo largo de Rivas, apuntando al caso de una mamá que antes necesitaba coger hasta dos autobuses urbanos para dejar a sus tres hijos en el colegio.
El servicio utiliza una app de posicionamiento para que las familias no pierdan el autobús
Tal es el grado de acogida por parte de la infancia que usa el servicio que algunos niños y niñas que no utilizan el servicio de vuelta de forma circunstancial, porque les coincida con una actividad extraescolar, por ejemplo, lloran cuando se enteran de que ese día no cogerán la nueva ruta escolar.
Entre tanto, las familias mejoran la conciliación de su vida familiar y laboral, una de las principales demandas que existen hoy en las familias con menores en edad escolar. “Con esta iniciativa –dice Leticia Pérez– se resuelve mucho la logística familiar de entradas al trabajo”. “Yo creo que habría más demanda de familias interesadas en estar en el proyecto definitivo, si este llegase a implantarse”, apostilla. Además, los niños y niños mejoran su autonomía personal y aprenden a desenvolverse en entornos en los que, hasta ahora, era vital la presencia de sus padres o de sus madres, a los que necesitaban obligatoriamente para ir al cole cada día. Muchas familias acuden a la parada dando un pequeño paseo, de no más de 480 metros, y aprovechan incluso para sacar a sus mascotas.
“Estamos en la edad en la que necesitan esa autonomía”, comenta Fabián, que tiene a una hija y un hijo de 6 y 7 años escolarizados en el Hipatia. Ana, su pareja, destaca la puntualidad de la ruta, el buen trabajo de las monitoras y que lo que ha “enganchado” a sus dos hijos es que “van solos al cole”. Hasta ahora, necesitaban dos coches cada mañana para moverse por Rivas. Si uno tenía que trabajar, el otro tenía que salir con otro vehículo para llevar a los dos niños al colegio. “Nosotros vivimos muy lejos, son casi 15 minutos sin atascos, pero por la mañana en hora punta son 20 o 25”, señala Fabián.
En los mismos parámetros se mueve Ángel, con una niña escolarizada en el CEIPSO La Luna. “Nosotros vivimos en la otra punta del colegio y para llegar tardábamos una media hora, lo que significa que yo llego al trabajo media hora tarde”, explica este padre, que espera que en un par de meses la niña pueda ir sola ya hasta la parada.
Pedro, conductor de la ruta: «Las niñas y niños son fabulosos, es una novedad para ellos y van con mucha ilusión»
“Nuestro horario laboral se adapte mucho mejor y es más fácil conciliar la vida familiar con la vida laboral”, cuenta a Rivas al Día. Hay dos paradas en las que la afluencia de niños y niñas es mayor. Están en la calle Pilar Miró y bajo el Parque Bellavista, en la avenida de Ramón y Cajal, donde una madre se ve obligada a correr tras su hija, que se había olvidado los apuntes en casa.
Lo mismo le sucede a otra, un poco más adelante, porque su hijo ha olvidado en la parada la mochila de la piscina.
APP DE POSICIONAMIENTO
Para no perder el bus y, sobre todo, para saber si sus hijos o hijas ya han entrado al colegio, las familias cuentan con una app de posicionamiento que está integrada en la app Rivas Ciudad, del Ayuntamiento de Rivas, y que les informa de estos parámetros a través de los móviles que llevan las seis monitoras. Esta app es ‘batonroute’, que está muy testada y que ya se utiliza en países de medio mundo para el transporte escolar, aunque también de personas mayores a centros de día o residencias o de las personas trabajadoras de algunas empresas. 800 entidades utilizan esta app para la puesta en marcha de 9.000 rutas diarias. En la administración, utilizan ‘batonroute’ la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, los consejos comarcales de Bages o del Alto Penedés o los ayuntamientos de Ibiza (Baleares) y Almazora (Castellón).
«Hay personas a las que les cuesta mucho llevar a sus hijas e hijos al colegio, este proyecto les ayuda», dice la coordinadora de las monitoras
El Ayuntamiento de Rivas es la última entidad municipal en incorporar esta tecnología, que funciona de forma simple. Las monitoras van marcando en la app cuando cada niño o niña sube en su parada y de forma automática les envía un mensaje a sus familias. Lo mismo sucede cuando se bajan y entran al colegio y en la ruta de vuelta, a eso de las cuatro de la tarde. Relata Graciela, la coordinadora de las monitoras: “Tenemos dos por colegio. A la tarde regresamos, nos dan permiso para que entremos antes al centro, recogemos a los niños y los montamos en el autobús en cada parada de cada colegio, para dejarlos luego en sus paradas”.
DESCONGESTIÓN DEL TRÁFICO
Las rutas escolares no solo suponen un ahorro de tiempo y esfuerzo para las familias, sino para el resto de la ciudadanía. Los coches en que la infancia ripense se traslada al colegio necesitan, en muchas ocasiones, cruzar la ciudad de punta a punta. Una vez que los niños y niñas se quedan en su centro educativo, esos coches vuelven a circular por las calles principales de Rivas para salir de la ciudad hacia Madrid, donde buena parte de la población tiene su puesto de trabajo.
Con estas nuevas rutas, ahora podrán salir directamente desde sus domicilios hacia sus trabajos, sin dar rodeos innecesarios y sin generar atascos en los entornos escolares y en algunas de las principales arterias de la ciudad. “Sin duda, este ambicioso proyecto servirá para conocer mucho mejor el impacto en la movilidad y el tráfico de la hora punta que supone siempre en las ciudades la entrada a los colegios. Es una buena fórmula para mejorar la fluidez del tráfico”, destaca el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Rivas, Juan José González Blas. En este sentido, la alcaldesa de Rivas señala que el proyecto piloto está sirviendo para “fundamentar con datos las inquietudes y las ideas que teníamos” cuando se pensó en esta alternativa al vehículo privado. “Cuando terminemos el proyecto piloto, también podremos sacar todos esos datos que han salido a la luz”, comenta tras realizar el viaje de vuelta en la ruta, comprobando sobre el terreno el resultado de la misma.
A ese ajetreo de coches por la ciudad contribuye también la política de zona única escolar, promovida por la Comunidad de Madrid, que entra en contradicción con la movilidad sostenible y saludable por la que deben apostar las ciudades en una situación de emergencia climática como la actual. Con ese modelo de distrito único, muchos colegios se alejaron de las familias, que en muchos casos tienen que desplazarse en coche para llevar a sus hijos e hijas al colegio. Así lo señala también la presidenta de la AMPA de La Luna, que apunta a que son muchas familias, sobre todo de Secundaria, las que “viven alejadas del cole por la zona única”.
Juan José González, concejal de Movilidad: «Este proyecto servirá para conocer mejor el impacto en la movilidad de la ciudad»
Ana, la madre de los pequeños que van en la ruta hasta el Hipatia, subraya que “lo de los atascos en Rivas era un problema”. “Hicieron lo del carril bici, que está muy bien, pero los que tenemos hijos o hijas en estas edades, que todavía son muy pequeños para hacer un trayecto tan largo en bici o muy mayores para llevarles en el portasillas, teníamos que venir en coche sí o sí”.
38 AÑOS AL VOLANTE
Pedro conduce el bus de la ruta desde el primer día y está muy satisfecho con el resultado. “Yo creo que el servicio es muy cómodo y le va a dar mucha libertad a las familias, que se ven obligadas a tener que desplazarse en sus coches”, comenta a Rivas al Día: “Creo que va a ser un buen servicio que va a ir en aumento”. Explica también que el trazado de esta línea es muy acertado y que “no ha habido que hacer muchos ajustes en estos primeros días, porque va cogiendo todas las zonas de la ciudad, y en los sitios donde más niños hay viviendo”.
Después de 38 años haciendo transporte escolar, no tiene dudas: “Los niños son fabulosos, es una novedad para ellos y van con mucha ilusión, con muchas ganas”. El reto: que las rutas sigan creciendo y puedan prestar servicio a toda la comunidad educativa de Rivas.
“Nuestra idea es que en 2024 todos los centros cuenten con una ruta escolar”, apostilla la alcaldesa ripense.
