Los vecinos y vecinas de Rivas (80.000 habitantes) sufren desde el pasado 7 de septiembre un drástico recorte en los horarios de los autobuses nocturnos que cubren el trayecto entre el municipio y la ciudad de Madrid.
Esta medida, acordada de forma unilateral por el Consorcio de Transportes, se comunicó escasas semanas antes al Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid.
Este recorte en los autobuses nocturnos depertó el interés del diario ‘El País’ que publicó una noticia en la sección de Madrid titulada ‘Rivas pierde la mitad de sus autobuses nocturnos’.
DOBLE TIEMPO DE ESPERA
En concreto, las personas usuarias habituales de las líneas N301 y N302, que tienen su punto de partida en Conde de Casal y que unen la capital con Rivas entre la una y las seis de la madrugada, ahora tienen que esperar a partir el doble de tiempo: de los 45 minutos de antes a la hora y media. Esto hace que el número de viajes en cada sentido pase de seis a sólo tres durante toda la noche.
Además, con esta decisión se eliminan los últimos autobuses de las líneas diurnas 331 y 334 hacia Madrid que transitan entre medianoche y las 00.20 horas. Esto supone que los últimos autobuses disponibles para aquellos usuarios que viajan desde Rivas hacia Madrid parten a las 23.45.
«Con esta decisión que el Consorcio ha tomado unilateralmente, la Comunidad de Madrid pisotea el derecho de la ciudadanía de Rivas a disponer de un servicio público de transporte, mínimamente aceptable, que nos comunique con Madrid», denuncia Fausto Fernández, concejal de Medio Ambiente y Movilidad de Rivas. «No nos vamos a quedar con los brazos cruzados. Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que se respete al menos lo que había. Los recortes económicos no deben ser sinónimo de recortes de derechos básicos», recalca.
ÚNICA CONEXIÓN CON MADRID
El Ayuntamiento de Rivas considera que no existen motivos fundados para reducir el número de autobuses existentes actualmente. Mucho más si se tiene en cuenta que el servicio de autobuses nocturnos es el único medio de transporte público que permite la conexión con Madrid en aquéllos tramos horarios en los que el Metro que llega a Rivas permanece cerrado.
La línea 9 del metropolitano, que está gestionada por una contrata privada, es una de las pocas de la Comunidad de Madrid que finaliza a las 23.00 horas (de domingo a jueves) y a medianoche (viernes y sábados). Tanto la ciudadanía de Rivas y Arganda como sus respectivos Consistorios llevan años reivindicando que se dé al sureste de Madrid el mismo servicio de Metro que al resto de la Comunidad de Madrid.
El Ayuntamiento de Rivas ha remitido una carta al Consorcio de Transportes para expresar formalmente su rechazo ante esta unilateral e injusta modificación de los horarios. También se le ha solicitado una reunión para analizar esta cuestión y todas aquellas propuestas que puedan servir para mejorar las condiciones de este servicio público.
RIPENSES AFECTADOS
En el caso de la ciudadanía ripense que trabaja en Madrid en turnos de tarde-noche es especialmente «peliaguda» la medida del Consorcio. «Salgo muchas veces a las doce de la noche del centro, y que hayan quitado buses hace que vaya con el tiempo muy justo para no tener que estar esperando hora y media en la parada, cosa que ya me ha pasado», señala Sergio León (28 años), periodista y vecino del barrio de La Luna.
«Entre semana hay mucha gente que en esa franja horaria necesita los buses para volver del trabajo, y tener que esperar más de una después de estar ocho o más trabajando molesta bastante», lamenta.
«El taxi no es una alternativa, porque no hay dinero»
Aida Delgado, estudiante de 18 años, se ve afectada los fines de semana. «El taxi no es una alternativa, porque no hay dinero; así que, o nos quedamos hasta las siete de la mañana por ahí para coger el primer metro, o tratamos de llegar a una de las tres horas en que salen los ‘búhos'», reflexiona.
Pablo Rivas, de 19 años, estudia Economía en la Universidad Complutense, en el campus de Somosaguas, ubicado en la localidad de Pozuelo de Alarcón. El trayecto desde Rivas hasta allí lo realiza en dos horas y media. Para llegar a tiempo a las 8.00, tiene que coger su primer autobús en el municipio a las 5.30.
«El mayor problema es por las noches, cuando quiero coger un nocturno de vuelta a casa y, ahora, tengo que esperar una hora y media sin alternativa posible», denuncia.
Ariadna García, de 19 años, lamenta el recorte, sobre todo en lo que se refiere a trayectos nocturnos. «Me afecta cuando salgo a Madrid y me quiero volver más tarde de las 23.00; en España se cena tarde, nadie vuelve antes si sale al centro a tomar algo», reivindica.
Ahora con la reducción de los nocturnos se ve obligada a hacer sus planes en función del nuevo horario. «No tengo coche y el taxi me sale muy caro por lo que tengo un bono bus muy bonito que no voy a poder utilizar», deplora.
LA PROTESTA DE LOS JÓVENES
Las agrupaciones juveniles de Izquierda Unida (IU) y PSOE del municipio han acogido la medida del Consorcio con desagrado. Jóvenes de IU participan en una campaña de recogida de firmas en contra del recorte de las líneas de ‘búhos’.
«Estamos tratando de movilizar a agrupaciones de la zona que también se ven afectadas, y hacer una movilización conjunta»
«Vamos a hacer más campañas; pondremos pancartas a la entrada del municipio reclamando un transporte de calidad para Rivas», avanza Jon S. Forrest, representante de la agrupación de jóvenes. Por su parte, Juventudes del PSOE está diseñando acciones de protesta contra la medida del Consorcio.
«Hemos analizado las consecuencias y ahora estamos tratando de movilizar a agrupaciones de la zona que también se ven afectadas, y hacer una movilización conjunta, también con el resto de afectados», aclara Antonio Morlanes, miembro de la agrupación.
