A las 21:00 horas de ayer, se desató en la ciudad una fuerte tormenta de granizo, acompañaba de intensa lluvia y de vientos que llegaron a alcanzar en algunos momentos los 85 kilómetros por hora.
Esa intensidad del vendaval provocó la caída de numerosos árboles, ramas y montones de hojas que en algunas calles ripenses crearon un manto vegetal. En algunas vías se cortó el tráfico preventivamente.
Las precipitaciones fueron en algunos momentos especialmente intensas. En sólo diez minutos, entre las 21:35 y las 21:45, se recogieron en algunos puntos de la ciudad hasta trece litros de agua por metro cuadrado. Entre las 22:00 y las 22:10 fueron diez litros.
Esa intensidad de la lluvia provocó riadas que arrastraron la voluminosa materia vegetal que el viento había hecho caer, con lo que en algunos puntos de la ciudad los desagües no fueron capaces de absorber todo el caudal de agua y hojas, lo que provocó encharcamientos en algunas vías.
Inmediatamente se pusieron en marcha la Policía Municipal, la empresa pública de limpieza Rivamadrid, Protección Civil, los bomberos y personal del ayuntamiento para paliar los daños y organizar la recogida de árboles, así como asistir a las diecisiete viviendas del municipio que precisaron de algún tipo de ayuda.
A las 1:07 se la madrigada se habían solventado los principales problemas que afectaban a la movilidad; quedaba bloqueada la calle Río Tajuña, por la caída de un árbol y el acceso a Rivas desde la A-3, por el kilómetro 19, a causa del voluminoso encharcamiento en el túnel de acceso.
Durante la noche, los diferentes servicios, en especial los de limpieza, han continuado las labores para retornar a la normalidad lo antes posible.A media mañana del viernes, los bomberos dieron por concluidas las intervenciones en el municipio ripense.