No es solo el color que aportan a la escena urbana. También es la función ecológica que cumplen en las ciudades. Seis nuevas islas de biodiversidad han florecido esta primavera, sumándose a las tres existentes que abrieron camino en 2023. Se trata de espacios que funcionan como refugios para insectos polinizadores que juegan papeles clave en los ecosistemas, como abejas y abejorros, y que atraen a otras especies (mariquitas, crisopas, avispillas o escarabajos) que ayudan en el control de plagas de cochinilla, pulgones, mosca blanca, ácaros, trips, araña roja o psila.
Las tres primeras islas cumplen un año en el barrio de La Luna. Y las nuevas se han sembrado en los parques de Bellavista, Asturias, Montarco y del Encuentro, la pradera parque de la avenida de las Provincias y el bulevar del barrio de la Luna. “Estos lugares se han escogido para fomentar el control biológico de plagas y experimentar qué tal funcionan en nuevos lugares del municipio”, explica el consejero delegado de Rivamadrid, el concejal José Manuel Castro.