Los servicios municipales de recogida de residuos vienen detectando en el último trimestre un aumento de residuos impropios en los contenedores amarillos de la ciudad. Es decir, que se depositan en ellos materiales que no se corresponden con envases, latas y bricks. Se trata principalmente, según informa la empresa municipal Rivamadrid, de pañales y compresas (debe depositarse en el contenedor gris de restos) y objetos de plástico que no son envases, principalmente juguetes (su lugar es el punto limpio).
Desde Rivamadrid se hace un llamamiento a la ciudadanía para que utilice correctamente estos recipientes: estas incorrecciones suponen un incremento en los costes de gestión del servicio.
El uso indebido también se extiende a los contenedores de vidrio (los verdes), de papel y cartón (azules) y de orgánica (marrones). En el primer caso, se están encontrando restos de cristal y cerámica, que deben ir a los contenedores grises de restos.
En los contenedores azules no se deben depositar cajas de comida manchadas de grasa (por ejemplo, pizzas o hamburguesas; hay que deshacerse de ellas también en el contendor gris) ni cartones de leche o bricks (al contenedor amarillo de envases).
Y en los cubos de orgánica (marrones) no deben lanzarse pañales (a resto) ni bolsas film (a envases).
