La empresa municipal de servicios de limpieza, recogida de basuras y mantenimiento de jardines de Rivas ha concluido un proceso de negociación que se ha prolongado durante seis meses y que concluye con la firma del convenio colectivo.
El acuerdo fue rubricado tras recibir la aprobación previa de la mayoría de la plantilla el pasado viernes por la dirección de Rivamadrid y los representantes sindicales de los trabajadores y las trabajadoras. El documento consensuado regirá durante los próximos cuatro años y en el mismo se mantienen, básicamente, las condiciones laborales que se recogían en el anterior convenio.
«La negociación con los representantes sindicales ha llegado a buen término porque nuestra propuesta se basa en el mantenimiento del empleo y mejora de los servicios públicos», asegura Fausto Fernández, consejero delegado de Rivamadrid y concejal de Ciudad Sostenible del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, quien añade: «Estamos satisfechos con el resultado de un proceso que pone las bases para mirar el futuro y la sostenibilidad de Rivamadrid con cierto optimismo.
Mucho más en unos momentos críticos para la economía y el empleo». En el texto se pacta un periodo de dos años de bajada salarial para comenzar, en el tercer año, una tendencia que mantendría el poder adquisitivo de la plantilla para los dos años siguientes.
ONCE AÑOS DE SERVICIO PÚBLICO
Rivamadrid inició su andadura en abril de 2001 con 224 trabajadores, una plantilla inicial que ha aumentado hasta los 461 actuales. La mitad tiene una edad superior a 45 años, mientras que la composición por sexos es: 52,71 por ciento de mujeres y 47,29 de hombres.
En estos once años también ha crecido el presupuesto de la empresa, de los 2,3 millones de euros de hace diez años a los 16,6 de 2011. Esta inversión ha permitido ir incorporando, paso a paso, lo último en tecnología limpia, que contribuye al objetivo de la ciudad de neutralizar sus emisiones de CO2 de aquí a 2030.
Rivamadrid tiene entre sus funciones la recogida de basura y la limpieza viaria, con casi 180 kilómetros de extensión y donde se aumentó una ruta de barrido manual hasta alcanzar las 32 KM. Además es responsable del mantenimiento de las zonas verdes (jardines en colegios, parques infantiles o forestales) y de la limpieza de edificios e instalaciones deportivas, desde pistas de barrio hasta polideportivos.
