- Texto: Patricia Campelo e Irene Piedrabuena. Foto: Jesús Pérez.
Vitalidad, optimismo y muchas ganas de ponerse las botas de faena. Los integrantes de Tresbolillos Huertos Ecológicos hacen gala de esos tres elementos mientras relatan, al borde de los terrenos de Soto del Grillo que van a trabajar, en qué consiste su proyecto de empleo medioambiental.
Alexei Cortina, Paloma Peralta y Diego Fernández no alcanzan los 30 años y tienen, desde hace tres, una asociación con la que pretenden dar salida a las aspiraciones laborales que les trunca el actual mercado laboral. «Hicimos la carrera de ingeniería agrónoma, pero poco nos enseñaron de la agricultura ecológica», explica Alexei. Por ello realizaron un máster en este ámbito y, tras ese periodo de formación, se lanzaron a la práctica fraguando Tresbolillos.
A partir de ahí se sumergieron de lleno en el mundo agroecológico: «Diseñamos e instalamos huertos en casas particulares, residencias de mayores, colegios y comunidades de vecinos». La otra pata que sustenta su proyecto ecológico es la formación. «Hacemos cursos para personas adultas y talleres para niños y niñas».
La actividad que realizan con la asociación tendrá su reflejo en la parcela arrendada. «Una parte de la producción hortícola será de temporada y otra parte, más innovadora, de frutos rojos», adelanta Paloma. El cultivo de plantas aromáticas y medicinales también tiene lugar en su proyecto que se completará con talleres de formación a desempleados que deseen orientarse hacia el empleo ‘verde’.
«Diseñamos e instalamos huertos en casas particulares, residencias de mayores, colegios y comunidades de vecinos»
La producción que logre Tresbolillos tendrá salida en el mercadillo agroecológico mensual de Rivas y en ferias similares de los alrededores. Los comedores escolares y grupos de consumo también serán destinatarios de la huerta ecológica de Paloma, Diego y Alexei.
Igualmente, venderán su producción a pie de finca. Uno de los objetivos que subyace en la iniciativa ecológica de Tresbolillos es promover la conciencia ecológica, la salud y el consumo sostenible. «Hay una conciencia nueva en crecimiento. Y que vengan muchos jóvenes a emprender beneficia a toda la comunidad», sostiene Paloma.
Por su parte, Alexei reclama la recuperación del conocimiento de los agricultores de antes y la ruptura definitiva con esa imagen que concebía a quienes trabajaban la tierra como personas «que no sabían hacer otra cosa». «Hay jóvenes que ahora quieren volver otra vez al campo», asegura.
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