- Texto: Patricia Campelo e Irene Piedrabuena. Foto: Jesús Pérez.
Coincidiendo con la ‘Semana de las luchas campesinas’ -que cada año conmemora la masacre de 19 campesinos que luchaban por la tierra en Brasil en 1996-, la madrileña Nieves Pérez Del Corral (32 años) se acerca a la finca Soto del Grillo en representación del grupo promotor multidisciplinar que integra el proyecto que han presentado para optar a una de las parcelas del Parque Agroecológico.
Tres chicos y tres chicas que se dedican a la jardinería, a la educación medio ambiental y a la enseñanza universitaria cultivarán dos hectáreas de terreno en Soto del Grillo. «Tenemos muchísimas ganas de empezar así como muchos proyectos en mente», reconoce Nieves con entusiasmo. «Esperamos que iniciativas como esta se expandan a otras ciudades porque ante el contexto de crisis global se precisan vías de vida alternativas», relata la madrileña que no descarta la posibilidad de venir pronto a vivir a Rivas.
Esta ingeniera agrónoma llevaba cuatro años trabajando en un sindicato agrario cuando se quedó sin empleo. «Ante la situación laboral, las empresas de economía social son la única alternativa para generar empleo estable y autónomo que nos permita autogestionar la vida», reivindica. «Otra de las razones por las que defendemos este proyecto es la necesidad de crear un futuro mejor para las generación venideras».
Nieves, embarazada de tres meses, tendrá un o una bebé que crecerá al calor de la tierra de cultivo. Esta agricultora forma parte de la Iniciativa por la Soberanía Alimentaria de Madrid (ISAM): un espacio de encuentro abierto formado por quienes producen, consumen y por colectivos de la sociedad civil que defienden los recursos naturales, así como por la red de huertos urbanos y otras iniciativas medio ambientales que emergieron con la eclosión del movimiento 15-M.
«Esperamos que iniciativas como esta se expandan a otras ciudades porque ante el contexto de crisis global se precisan vías de vida alternativas»
El grupo basará su producción en productos hortofrutícolas. «Una de las novedades es el cultivo de frutos rojos que son deficitarios en la Comunidad de Madrid», apunta Nieves. La distribución la destinarán sobre todo a la venta directa, grupos de consumo, a centros de trabajo, residencias de personas mayores y centros escolares. Un aspecto positivo que contemplan es que las personas puedan comprar sus productos reduciendo el tiempo de la transacción.
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