La Concejalía de Salud Pública realiza durante todo el año, y especialmente en primavera y verano, actuaciones de vigilancia y control periódicos de los focos de cría de moscas negras y mosquitos. Los avisos enviados por la ciudadanía son estudiados de forma individualizada, ofreciendo a cada persona la asesoría necesaria para aliviar los problemas.
En relación con los mosquitos comunes y mosquito tigre:
El mosquito común suele picar de noche en el interior de las casas. El mosquito tigre, durante todo el día en el exterior. Los focos de cría de larvas se encuentran en aguas estancadas en el caso del mosquito común, mientras que el mosquito tigre pone los huevos en pequeños depósitos de agua como platos de macetas, canalones o bebederos de animales. Para estos insectos es más o menos sencillo localizar los focos y eliminarlos.
El servicio de control de plagas, con la llegada del calor, intensifica la vigilancia de los posibles focos de cría en las zonas de competencia municipal (fuentes, imbornales, estanques, etc.).
Según la situación detectada, realiza las actuaciones oportunas para mitigar su proliferación, con revisiones periódicas de las zonas de riesgo, con especial atención a la valoración de las zonas señaladas por la ciudadanía en sus escritos. Así, se contacta con todas las personas que lo solicitan, informándoles de las actuaciones y recomendaciones a seguir.
También se produce una coordinación con el departamento municipal responsable del control y mantenimiento de las fuentes y estanques, informándole de la situación en las diferentes zonas de riesgo para que tomen las medidas oportunas (limpieza, renovación, cloración, etc.).
En relación con la mosca negra o simúlidos:
El emplazamiento geográfico de nuestro municipio, tan cercano a los cursos de los ríos Jarama y Manzanares y a la laguna de El Campillo, focos naturales de cría de algunas especies de mosquitos, propicia que todos los años, con la llegada del calor, se produzca un aumento de la incidencia de avisos relacionados con la proliferación de este tipo de insectos, sobre todo los hematófagos que, con sus picaduras o mordeduras, ocasionan en personas susceptibles importantes reacciones alérgicas.
La especie con más trascendencia para la salud pública actualmente son los simúlidos, conocidos vulgarmente como moscas negras, que se diferencian de los otros mosquitos hematófagos por tener el cuerpo más rechoncho, alas anchas y patas más cortas.
Estos insectos provocan una mordedura dolorosa (las hembras), que se nota al instante y produce una fuerte irritación e inflamación en la zona, que según la sensibilidad puede necesitar asistencia médica. En los últimos años, la incidencia de picaduras ha ido aumentando significativamente.
El hábitat de estos insectos está íntimamente ligado al medio acuático, ya que las larvas y pupas necesitan para su desarrollo agua corriente y bien oxigenada. Las hembras adultas tienen que volver a ella para depositar los huevos.
La manera más eficaz (inocua para el medio ambiente) para su eliminación es el control larvario en las zonas húmedas (zonas de cría), que para la mosca negra son los ríos.
El uso de insecticidas contra los insectos adultos en tratamientos extensivos (lo que popularmente se conoce como fumigación) está desaconsejado por su poca eficacia y posible riesgo para la salud pública y los ecosistemas. La eficacia de estos tratamientos suele ser mínima.
En los últimos años las condiciones climáticas están provocando una especial incidencia de mosquitos, en concreto, las provocadas por la referida mosca negra.
RECOMENDACIONES PICADURAS DE MOSCA NEGRA Y MOSQUITOS:
1. Impedir la entrada de insectos en las viviendas mediante telas mosquiteras u otros sistemas en ventanas, puertas o aberturas al exterior. Si no tiene mosquiteras, procure tener la luz apagada si tiene las ventanas abiertas.
2. Si tiene parcela o jardín, emplee bombillas antimosquitos. Evite el riego excesivo para que no se acumule agua en macetas y jardineras. En general, evite encharcamientos y mantenga convenientemente limpia y desinfectada el agua de las piscinas.
3. Sea muy prudente con el uso de insecticidas domésticos. Lea muy bien el etiquetado sobre su forma de aplicación y contraindicaciones y riesgos.
4. No pasear por lugares con vegetación abundante y cercana a cursos rápidos de agua, especialmente al amanecer y atardecer.
5. Vestir colores claros y proteger el cuerpo, brazos y piernas con ropa (mangas largas y pantalones largos), evitando vestidos amplios.
6. Usar repelentes, siguiendo las instrucciones recomendadas.
7. En caso de picadura: limpiar y desinfectar la zona de la picadura; aplicar frío local; si no existen contraindicaciones (menores de 2 años, hipersensibilidad al amoniaco, siempre leer el prospecto) podemos aplicar sobre la picadura un preparado farmacéutico a base de amoniaco; mantener la zona afectada en reposo; no rascarse para evitar infecciones y el aumento de la inflamación y el picor; en caso de persistencia de molestias o reacciones más graves, consultar con el médico.