Un centenar de vehículos y máquinas conforman la flota de Rivamadrid, empresa municipal de recogida de basura, limpieza viaria y jardinería. Y acaban de sustituir el gasóleo como carburante por biodiésel, lo que supone una reducción de entre el 15 y el 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero por cada kilómetro recorrido.
El cambio está encuadrado en el objetivo estratégico que tiene la ciudad de neutralizar las emisiones de CO2 en 2030. No en vano, el 25% de las emisiones de estos gases en España proceden del transporte. Y además se trata del sector de mayor consumo de energía en toda Europa, con el 67 por ciento de la demanda final.
Rivamadrid ha tenido a prueba durante cuatro meses el nuevo combustible que utilizará: biodiésel B20. Los resultados han sido óptimos. No requirió ninguna adaptación de los vehículos ni tampoco provocó averías.
La empresa municipal, que ha adjudicado el suministro a Repsol Directo, cuenta con dos depósitos soterrados para llevar a cabo el servicio. Uno tiene una capacidad de 40.000 litros con surtidor profesional, lo que permite repostar con camiones cisterna de 32.000 litros, y el otro de 5.000 litros.
La empresa municipal Rivamadrid, que ha cumplido una década este año, ha ido incorporando progresivamente lo último en tecnología limpia, en sintonía con el programa ‘Rivas Emisiones Cero’.