Concepción Manzanero. Vecina de Rivas Centro
Espontaneidad, alegría y vitalidad no le faltan a Concepción Manzanero. Tiene 77 años y lleva 23 en el municipio. Fue una de las primeras personas que llegó a la zona centro. «Vine a Rivas llorando porque entonces no había nada, desde mi ventana yo veía un montículo árido», recuerda angustiada. «Pero ahora me iría también llorando porque me encanta mi barrio. Es una maravilla, puedo ir hasta coja al médico porque lo tengo todo al ladito», asegura entusiasmada.
«Vivo en un sitio privilegiado. Vine a Rivas llorando , y ahora también me iría llorando»
Su rincón preferido es el centro de mayores Concepción Arenal, donde pasa las tardes jugando a las cartas con las amistades que allí ha hecho. Esa camadería les ayuda a «estar juntas y participar en la vida pública, a no sentarnos en una silla y morirnos de asco», ríe. Teme que las concejalías de Barrio y las asambleas populares no sean eficaces, pero le parece un buen planteamiento: «Estoy a favor de toda la participación. Yo voto, y si tengo que participar en algo lo voy a hacer. Creo que el sistema tiene muchos agujeros, pero sigo creyendo en él. Me llaman soñadora», argumenta. Y lanza su primera petición: que las medidas para mejorar la ciudad se centren en las personas menos pudientes.
CURRO CORRALES
Rivas Centro, con 29.041 residentes, se alarga entre la avenida de Los Almendros y la avenida Aurelio Álvarez, entre la salida 15 y la 17 de de la A3. Un vistazo a ojo de mapa, descubre en esta zona el polideportivo Cerro del Telégrafo, el Ayuntamiento, el centro cultural García Lorca, el auditorio Pilar Bardem, la estación de metro Rivas Futura y parte del parque empresarial con el mismo nombre, el auditorio Miguel Ríos, el edificio de la Policía Local, diez centros educativos públicos (tres escuelas infantiles, cinco colegios y dos institutos), el centro de salud Santa Mónica o la futura biblioteca central.
El objetivo pasa por fortalecer los vínculos sociales y culturales de cada habitante con su zona de residencia.
El concejal designado es Curro Corrales, responsable además de Cultura y Fiestas. Como edil de barrio atenderá a las vecinas y vecinos los martes (17.00-20.00) en el edificio Atrio, sede de la Empresa Municipal de la Vivienda (avenida José Hierro, 86). De la nueva iniciativa aclara: «No se trata sólo de contar con representantes municipales de referencia en cada barrio, sino de generar toda una red municipal que sea útil para dar respuestas. Nuestra función es la de constituirnos en referentes para hacer más fluida esa relación a partir de lo que ocurre en el entorno más inmediato».
El objetivo pasa por fortalecer los vínculos sociales y culturales de cada habitante con su zona de residencia. Que sepan en qué barrio viven, cómo es, con qué equipamientos cuenta y de qué recursos dispone.
Luis Sánchez, de 24 años, vecino de Santa Mónica, cursa actualmente una maestría en informática en la Universidad de Alcalá de Henares. Cuando se le pregunta por las asambleas de barrio, responde: «La idea de crearlas me parece interesante, es la mejor vía para acercarnos a una democracia participativa».
SIN FRAGMENTAR
Una de las preocupaciones expresadas por los habitantes entrevistados para este reportaje es que la división en tres grandes barrios «acentúe las diferencias» entre unos territorios y otros, como expresa Illán de la Fuente, un joven de 19 años aficionado a la escalada, visitante habitual del parque Bellavista y estudiante de 2ª de Periodismo y Comunicación Audiovisual en el campus universitario de Vicálvaro. Ramón Rivera, de 25 años y vecino de Rivas Oeste, apuntala ese temor: ve bien la descentralización y el acercamiento de la gestión municipal, pero expresa su recelo al alejamiento vecinal entre zonas.
«La articulación de la ciudad en tres grandes zonas nace para facilitar la intervención concreta del Ayuntamiento y potenciar las políticas de proximidad».
Los responsables municipales tratan de disolver esos temores. El concejal de Rivas Centro, Curro Corrales, lo advierte así: «La articulación de la ciudad en tres grandes zonas nace para facilitar la intervención concreta del Ayuntamiento y potenciar las políticas de proximidad, no como una forma de levantar barreras de cristal entre unos barrios y otros».
«Cada barrio se configura como un ecosistema propio, aunque siempre interrelacionado con el resto de la ciudad», insiste el concejal de Participación Ciudadana, Pedro del Cura. La idea es onstruir la identidad individual a través de la identidad colectiva, como ya hacen otros órganos de participación vecinal: el Foro Infantil o el Foro Juvenil.
Por eso, este proceso se realizará, según los responsables municipales, sin fragmentar la ciudad en tres grandes bloques, «sino cohesionándola aún más». La descentralización administrativa se mostrará respetuosa con las formas clásicas de participación vecinal: la que encarna el tejido asociativo de entidades vecinales, comerciantes, ampas o consejos municipales sectoriales (Cooperación, Educación, Cultura, Mujer o Salud).
«Queremos transferir poder a la ciudadanía», señala del Cura, quien remarca que de los once ediles con algún tipo de responsabilidad en el Ejecutivo municipal, cuatro él mismo y los tres de barrio- tienen relación directa e inmediata con la participación ciudadana. El Gobierno municipal está convencido de «que otro mundo es posible y empieza por las ciudades».
Un argumento sobre el que el catedrático de Sociología Julio Alguacil añade: «Crecientemente tenemos la conciencia de ser ciudadanos del mundo, pero también de nuestra ciudad. Podemos participar globalmente y el desarrollo tecnológico es un facilitador primordial, pero donde podemos aprender a participar es precisamente en el ámbito de la proximidad, de la localidad, del barrio».
CONOCE CÓMO SON LOS TRES BARRIOS:
- David Riosalido, Rivas Oeste: «La descentralización es buena si no se cae en el desequilibrio entre barrios». (Leer más)
- Pilar Rodríguez, Rivas Este: «El barrio que habitamos forma parte de la esencia de nuestra vida. Participar en él es necesario». (Leer más)
