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La fuerte radiación solar, la ausencia de viento y las temperaturas altas de la ola de calor han incrementado las concentraciones de ozono troposférico en la Comunidad de Madrid en el mes de julio, los días 11 y 12, donde se ha rebasado el nivel que recomienda informar a la población en numerosos municipios, entre ellos Rivas Vaciamadrid.
En concreto, la estación de medición de Rivas Vaciamadrid ha registrado en varios días más de 180 microgramos de ozono, que es el umbral de aviso a la población.
Las autoridades tienen la obligación de avisar de los altos niveles de ozono cuando se contabilizan 180 microgramos por metro cúbico de media en una hora.
Cuando las estaciones alcanzan el citado umbral, la Administración regional tiene la obligación de informar a los grupos de riesgo como son los niños, los ancianos, las personas con problemas respiratorios y las que efectúan actividades físicas prolongadas al aire libre.
El ozono troposférico, también llamado ‘ozono malo’ para distinguirlo del ozono existente en las capas altas de la atmósfera, que es beneficioso para la Tierra, se manifiesta con mayor intensidad en zonas periféricas de las grandes ciudades durante los meses de verano, principalmente.
Los óxidos de nitrógeno procedentes del tráfico de vehículos, precursores del ozono, se trasladan a zonas alejadas de su origen y allí la radiación solar ayuda a formar el ozono por medio de reacciones fotoquímicas.
Según datos de la red autonómica de control de contaminación atmosférica, el umbral de información por contaminación por ozono se superó el año pasado en 27 ocasiones, repartidos en ocho días, todos ellos durante el mes de julio, en diez de sus 23 estaciones.
RECOMENDACIONES
Con estos niveles se recomienda a niños, ancianos, personas con problemas respiratorios y todo aquel que realice actividades físicas prolongadas al aire libre que se queden en el interior, no hagan esfuerzos prolongados al sol y eviten el contacto con alérgenos (polvo, polen o animales).
Los problemas para la salud que puede conllevar las concentraciones elevadas de ozono troposférica son desde irritación de los ojos, tos y dolor de cabeza hasta disminución de la función pulmonar (de forma limitada y transitoria). También puede dañar plantas y árboles.
Como medidas preventivas para reducir la contaminación, la Consejería recomienda, entre otras, utilizar transporte público y disminuir el uso del vehículo privado, llenar el depósito en horario de tarde-noche, ahorra energía en casa y el lugar de trabajo o disminuir el uso de productos de limpieza, pinturas y barnices que contengan disolventes.
No obstante, la Consejería recuerda a los madrileños que este tipo de superaciones por ozono no son de alarma sino de información, y que están relacionadas con la emisión de gases contaminantes, principalmente de los vehículos a motor.