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Contenido incluido en la revista ‘Rivas al Día’ de diciembre.
Entrevista: Patricia Campelo.
Era un secreto a voces encerrado en las letras de sus canciones. Amparo Sánchez (Alcalá la Real, Jaén, 1969), que cosecha éxitos sobre los escenarios, pionera en la música fusión y representante del movimiento mestizo, puede añadir a su currículo una nueva conquista: la de afrontar en un libro los episodios de malos tratos que padeció durante años.
En ‘La niña y el lobo’ (Lupercalia), la artista antes conocida como Aparanoia, desgrana una triste realidad que aborda desde la óptica de la superación y del relato positivo de una víctima de violencia machista que escapó de las garras del lobo, el maltratador. El jueves 11, a las 19.00, lo presenta en el salón de actos del Ayuntamiento (plaza de la Constitución).
En 2014 se cumple la primera década de la entrada en vigor de la Ley Integral contra la Violencia de Género, y los datos revelan la ingente tarea por hacer. Amparo Sánchez aporta con su libro, tal y como lleva haciendo con sus canciones, su granito de arena para que otras mujeres se miren en su espejo. «¡Salir es posible!», defiende en este cuestionario al que contesta vía mail inmersa en una gira de conciertos por Europa.
¿Costó mucho dar el paso de contar en un libro este episodio de malos tratos?
No fue fácil, pero era necesario y, sobre todo, fue sanador y terapéutico, aunque muchas lágrimas acompañaron la escritura. Tampoco fue fácil pensar en el dolor que le iba a causar a gente que me quiere y que no sabía tantos detalles de esa época, pero creo que el mensaje es de fuerza y superación, y todo ha valido la pena.
¿Qué quiere decir contraponiendo a la niña frente al lobo?
He querido abrazar a esa niña y decirle que ya pasó, que no lo merecía y que ya está superado. El lobo es la oscuridad, las sombras, el miedo, el machismo, el patriarcado, la violencia contra las mujeres. Y la niña es la luz y la esperanza.
Cuando sufrió los malos tratos, la violencia de género no estada identificada como tal. ¿Pensaba que lo que le sucedía era un hecho aislado?
Como cuento en el libro, es una mujer de Jaén que había pasado por una relación de violencia de género la que me dice que lo denuncie. No sabía que se podía, pero no fue muy buena la experiencia. Cuando me presenté en la policía necesitaba un informe forense, no les bastaba con las heridas que tenía en mi cara, y aquello me dolió muchísimo.
¿Cómo ha vivido su hijo, también protagonista de esta historia, la publicación de este capítulo de sus vidas?
Fue el primero en leer el primer manuscrito y, desde el principio, me animó a escribir mi historia. Está muy orgulloso por mi valentía. Él no recuerda nítidamente escenas de violencia, pero sí se acuerda del miedo.
¿El arma más eficaz contra un maltratador es la educación en la infancia?
Creo que sí, que son la educación y los valores de igualdad y respeto la solución a este gran problema. Y que se acaben los roles y patrones machistas, además de promocionar la visibilización de las mujeres y realizar mucho trabajo de igualdad.
A pesar de tener una Ley Integral contra la violencia, los datos aún arrojan terribles conclusiones: desde que entró en vigor hasta 2013 se contabilizaron 600 asesinatos y un 64% de denuncias archivadas.
La violencia de género es la expresión más brutal de la desigualdad que existe entre hombres y mujeres. Es un tema de igualdad, de acabar con los machismos y micromachismos, que la gente condene a un maltratador como a un asesino, que sea más dura la ley y que más mujeres se sientan más protegidas por el estado, económica, psicológica y socialmente.
¿Considera que los referentes culturales -televisión, música , cine y publicidad- fomentan los estereotipos que contribuyen a la violencia machista?
Desde luego, la imagen de la mujer se ha deteriorado a una velocidad asombrosa en los últimos años. Todo el tema del falso amor romántico que dice que tiene que tener sufrimiento y dolor, de la imagen con las mutilaciones del cuerpo, las operaciones, lo superficial¿ faltan modelos de mujeres reales y fuertes.
Ahora ha publicado este libro, pero leyendo entre líneas las letras de sus canciones parece que lleva años desvelándolo. En ‘Dolor dolor’ (tema de 2003) habla de lo que le decía Manuela, su abuela, al respecto. ¿Cuántos años lleva gestando la idea de hablar sin metáforas de aquello?
Creo que he estado siempre hablando de eso, como dices, entre líneas. Sentía la necesidad de compartirlo, pero no tenía valor. Hace tres años empecé a escribir, animada por una buena amiga que sabía de mi historia y que trabaja ahora contra la violencia de género. Desde las primeras frases sentía que tenía que seguir, aparecían señales a cada momento, algo me empujaba a desnudarme completamente y compartir mi experiencia.
Siguiendo con la misma canción: «Tu pena y mi pena son primas hermanas». ¿Considera que una de las claves para salir de la violencia es que las víctimas no vean su dolor como un hecho aislado?
Claro, por eso es tan importante visibilizar y sensibilizar a la sociedad. Para que no nos sintamos tan solas, es muy importante que dejemos de ser víctimas. Somos supervivientes. Podemos salir de este tipo de relaciones. Ver ejemplos de otras mujeres es la mayor ayuda, sin duda.
Tomando otra canción, ‘Que te den’ (1997): ¿evoca desde el optimismo un grito por la ruptura con el maltrato?
¡Desde luego! Fue una de las primeras canciones que escribí (junto a Moreno) y está claro que quería desprenderme del dolor y de la ruptura con optimismo. La música me salvó la vida bastantes veces, me dedico a ella por puro agradecimiento. Tiene un poder mágico.
¿Halló en la música esa herramienta para elaborar su duelo?
Me ha salvado y me sigue salvando. Escribo canciones para darme fuerza y creo que comparto esa fuerza con el público. Hay algo más allá de las palabras o los ritmos. El sentimiento y poder expresarme a través de ella es lo mejor que me ha pasado nunca.Una de las consecuencias de que predominen los valores del patriarcado es la sospecha hacia la mujer.
¿Qué tipo de referentes necesita la sociedad para luchar contra este sistema?
Una mezcla de todo lo que te he ido contando en la entrevista: necesitamos más modelos de mujeres reales, igualdad real y visibilidad, educación, cultura, sensibilidad y dureza contra los agresores, fomentar valores de amor y respeto a la mujer. El mayor objetivo de mi libro es que pueda ayudar a una sola mujer o a muchas, que sea un referente de superación y fuerza interior: ¡salir es posible!
PRESENTACIÓN: ‘LA NIÑA Y EL LOBO’
FECHA: jueves 11 de diciembre // 19.00
LUGAR: Salón de actos del Ayuntamiento. Plaza de la Constitución.