La oportunidad de negocio que se abre ante la llegada masiva de personas en el municipio durante los días del ‘En Vivo’ es acogida con optimismo por el pequeño empresariado local. Para Pilar Espada (49 años) se trata de una gran noticia. «Vamos un poco flojos y los acontecimientos en el Miguel Ríos nos vienen muy bien», señala Pilar, que tiene su establecimiento, un asador de pollos, en las cercanías del auditorio municipal.
El mayor pico de clientela lo alcanzan los fines de semana «cuando la gente se evade, cocinan menos y vienen a por comida para llevar». El festival de música traerá a Rivas a más de 150.000 personas según estimaciones basadas en el número de asistentes a las pasadas ediciones. Pilar, que desconocía la celebración del evento musical del año en la ciudad, ya piensa en qué ofertas hará a los festivaleros para atraerles a su pequeño negocio.
«Tenemos comida para llevar, sándwiches, bocadillos, latas, etc. Igual sacamos alguna oferta que incluya cerveza y bocata o cosas similares», idea Pilar. En el asador de pollos Ranocho ya conocen bien lo que significan los eventos de gran escala que acoge el auditorio Miguel Ríos. El último de ellos, el festival Boa, el pasado mayo, dejó su huella en los comercios de alrededor, como la pequeña tienda regentada por una persona asiática «quedó arrasada», recuerda.
Sobre los beneficios que el ‘En Vivo’ traerá a la ciudad, Pilar reconoce que poner el nombre de Rivas en el mapa es uno de ellos. «Aunque ahora, a cualquiera que le digas que vives aquí ya sabe de qué ciudad hablas». Algo que hace años no era tan frecuente, según constata Pilar, que lleva 20 años viviendo en Rivas.