Texto: Álvaro Mogollo
Una juventud dinámica y responsable es la base para una sociedad más justa en el futuro. Varias asociaciones ripenses en las que personas jóvenes son el motor de su actividad lo ejemplifica: es el caso de El Gato de 5 Patas, Madrid Outdoor Education, Actrum Producciones, Proyecto Palestina o Grupo Scout MB-68.
El emprendimiento, la justicia social, el respeto por el medio ambiente o la apuesta por la educación y la cultura marcan el ánimo de estas entidades de ocio y tiempo libre, que han adaptado sus agendas en los últimos meses al desarrollo de la pandemia. Cada una se ha especializado en un ámbito diferente: aire libre, cultura, solidaridad internacional o diversidad funcional. El Ayuntamiento facilita a estos colectivos espacios, asesoramiento, difusión y acompañamiento, tratando de dar visibilidad a las asociaciones. Desde ‘Rivas al Día’ queremos conocer cómo trabajan y qué valores promueven.
MADRID OUTDOOR EDUCATION
Carlos Sanz es coordinador de proyectos y educador de la asociación sin ánimo de lucro Madrid Outdoor Education (MOE), creada hace dos años y que, entre otras líneas maestras, promulga la enseñanza en entornos naturales. El equipo técnico, multidisciplinar, lo componen 16 personas.
Su pasión por la educación desde el punto de vista emocional y el deporte de aventura ayudaron a dar forma a Madrid Outdoor Education: “MOE tiene como misión principal crear una cultura y un ecosistema de aprendizaje experiencial a través de la naturaleza. Buscamos facilitar oportunidades para el desarrollo personal con actividades marcadas por el contacto con la naturaleza, la incertidumbre y el riesgo, algo que hay que aprender a gestionar”.
Está ejecutado y diseñado por y para jóvenes: “Todas las personas que componemos el equipo somos menores de 30 años y estamos vinculados con distintas ramas profesionales como la educación, el deporte o la psicología”. Las actividades deportivas son un instrumento: “Para quienes formamos parte de esto, escalar o hacer senderismo no es el fin, es el medio para desarrollar otras competencias transversales como la gestión emocional”.
Actualmente trabajan con el programa Erasmus + [promovido por la Unión Europea] para que jóvenes puedan viajar y seguir estudiando y formándose gratuitamente en el extranjero. “También desarrollamos, con asociaciones de Polonia y Rumanía, un proyecto llamado Terra Incógnita, elaborando una guía para disfrutar en la naturaleza de actividades accesibles para personas con diversidad funcional”, concluye Carlos Sanz.
RIVAS Y PALESTINA
Los lazos que unen a Rivas con Palestina entretejen varias concurrencias. Por un lado, la Asamblea de Rivas por Palestina y la asociación RivasVaHaciaPalestina, plataformas solidarias con el pueblo del país de Oriente Próximo. Por otro, los campos de trabajo e intercambios de jóvenes que organiza la asociación cultural y de cooperación internacional Pallasos en Rebeldía en colaboración con la Concejalía de Educación, Infancia y Juventud.
Eva Álvarez, de 27 años, se integra en ambas vertientes: “Rivas por Palestina es una asamblea creada en otoño de 2018 porque diferentes personas que fuimos a los campos de trabajo en Palestina nos unimos para realizar actividades y visibilizar la causa palestina”. “He participado en campos de trabajo y conviví tres meses en un campo de refugiados con una familia local, participando con una de las asociaciones con las que el Ayuntamiento de Rivas está hermanada. Y una persona de allí vino a vivir durante tres meses a Rivas con mi familia”, cuenta.
El Consistorio lleva organizando campos de trabajo desde hace seis años: 88 ripenses han viajado en este tiempo a Palestina. La asamblea cuenta con más de 30 participantes y está abierta a quien quiera sumarse. ”Hace falta que la gente de Rivas, como municipio implicado y defensor de los derechos humanos, se pronuncie más a favor de esta causa, porque lo harían en favor de la justicia”, comenta Eva.
ACTRUM PRODUCCIONES
En el ámbito cultural, la asociación Actrum Producciones se dedica desde 2018 a generar material de las siete artes, aunque ahora se centran en el teatro y el cine. Su fundador y presidente es Héctor Gallego, de 22 años, que habla con pasión sobre los distintos proyectos que tienen, aunque es consciente de que todo se supedita a la evolución de la pandemia: “No podemos pensar mucho a largo plazo por culpa del coronavirus”.
El teatro es parte central de Actrum: “Estamos trabajando en una obra que he escrito yo y en la que actuamos tres personas. Se trata de una comedia del absurdo que ensayamos varias horas los domingos en el centro de recursos juveniles La Casa+Grande, adonde hemos vuelto con muchísimas ganas tras el confinamiento”.
Este año han diseñado un festival de cine online, donde ejercen como jurado. Celebran la gran acogida: “Hemos recibido ya más de 400 trabajos entre cortos y largometrajes. Tenemos que visionar unos 60 trabajos por persona cada dos semanas, pero eso nos hace aprender más”. “Nos está llegando material que nunca esperábamos, como un corto de Macarena Gómez [actriz, que interpreta, por ejemplo, a Lola Trujillo en la serie televisiva ‘La que se avecina’] o un trabajo seleccionado en el festival de Málaga”, apunta.
Para comenzar a saborear los primeros resultados en la asociación, conformada por ocho personas, han necesitado tiempo: “Hay que ser pacientes y tener mucha organización. Nosotros estamos empezando a hacer cosas ahora, tras dos años de trabajo”. Eso sí, proyectos no les faltan, como organizar exposiciones de pintura en un futuro. Este año se han encargado del diseño y montaje del pasaje del terror de la Semana de la Juventud: “Ha gustado mucho, y considerando los recursos que disponíamos, creo que estaba bien”.
EL GATO DE 5 PATAS
El Gato de 5 Patas es una asociación que ofrece servicios para la integración social de personas con diversidad funcional. La idea nació de familias y amistades de personas con diversidad funcional que se unieron con la intención de promover un ocio normalizado. Hay tres proyectos diferenciados en función de la edad de las personas usuarias: de 25 a 40 años; jóvenes de 18 a 25; e infancia de 7 a 14, aproximadamente.
Alina Rodríguez, de 27 años, es una de las usuarias del proyecto de personas adultas y relata algunas de las actividades que emprenden y eligen libremente: “Salimos por ahí, vamos a la discoteca, al karaoke y también hacemos deporte”. Además, se integran en la organización de la Semana de la Juventud y otras fiestas locales como el carnaval.
“La actividad que más me gusta es el taller de prensa”, comenta Alina. Se trata de la iniciativa ‘Barrio Capacitado’, un proyecto en el que hacen un análisis crítico de la realidad aportando noticias leídas previamente. Dentro de este quehacer, se encuentra la elaboración de la revista ‘Sin vergüenza’ y un programa radiofónico en Radio Cigüeña en el que participa todo el equipo de redacción.
La asociación, que colabora con el Ayuntamiento y cuenta con 63 personas, busca a través del ocio el desarrollo de las personas en todas sus facetas, que pueden vivir de manera más autónoma. Entre las acciones que materializan: dos salidas de fin de semana al año y un viaje de verano en apartamentos autogestionados.
GRUPO SCOUT MB-68
Sergio Colorado es monitor del grupo scout MB-68, una asociación infantil y juvenil liderada por jóvenes del municipio. Este colectivo forma parte de la Federación Regional de Scouts de Madrid (FRSM) y trabaja el tiempo libre con una visión de respeto por la naturaleza y el resto de personas, ofreciendo alternativas de ocio diferenciadas de las más convencionales.
A sus 21 años, Sergio afirma que el compromiso con la sociedad y la naturaleza ha cambiado su manera de afrontar la vida. Eso es lo que inculcan en su grupo scout y quieren que se visibilice: “Hoy en día, a la gente joven se le tacha de irresponsable, pero hay mucha juventud que dedica su tiempo libre a hacer cosas muy comprometidas colectivamente y con el medio ambiente”. Además, colaboran con otras asociaciones y participan en la organización de eventos municipales como la Semana de Juventud.
Son 90 integrantes desde los 5 a los 18 años, que se reparten en grupos de edad y establecen unos objetivos comunes en los que se bregan durante todo el año. Cuestionado sobre si aceptan más participantes, responde: “No nos gustaría pasar de 100 personas porque creemos que se perdería el sentimiento de familia existente actualmente”.
Se organizan de forma asamblearia y practican una educación no formal en la naturaleza, disfrutando un campamento por trimestre. “El de verano es el colofón y dura 15 días. Lo denominamos campamento de fortuna y vamos a un descampado en el que no hay nada y tenemos que construirlo todo: los baños, las tiendas, el comedor. Y luego lo dejamos todo como estaba”, finaliza.
