Alejandro tiene 10 años y cuando se le pregunta por qué ha participado en la elaboración de un plan local sobre jóvenes, niñas y niños, su respuesta es lacónica: “Porque si es un plan para la infancia tendrá que entenderlo la infancia”. Una afirmación que define el propósito de este documento estratégico que recoge, entre sus 112 páginas, las metas de las acciones municipales dirigidas a este colectivo de edad, estableciendo tiempos, personal, recursos y presupuesto: el II Plan Local de Infancia y Adolescencia de Rivas (PLIA).
El texto fue aprobado el pasado diciembre de 2021 y entró en vigor el mes siguiente. Afecta a la población de 0 a 18 años de Rivas, es decir, 21.676 personas. Su vigencia es de cuatro años y cuenta con un presupuesto de 8.086.462 euros.
Su finalidad es la promoción de la “participación, la protección y el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes, garantizando el respeto y la defensa de sus derechos y la atención al pleno desarrollo de sus capacidades en todas las esferas de su vida”.
Este planteamiento se articula en torno a seis objetivos: “Conseguir que cada niño, niña y adolescente sea valorado, respetado y tratado justamente dentro de sus comunidades. Lograr que sus voces, necesidades y prioridades se escuchen y se consideren en las normativas, políticas públicas, en los presupuestos y en todas las decisiones que les afecten. Garantizar que tengan acceso a servicios esenciales de calidad. Velar por la vida en entornos seguros y limpios. Establecer las medidas necesarias para ofrecerles la oportunidad de disfrutar de la vida familiar, cultural, el juego y el ocio. Y difundir los derechos de la infancia y la adolescencia entre los menores de 18 años, así como entre la población adulta, garante y acompañante de los derechos de la infancia y la adolescencia”.
TRABAJO PARTICIPADO
En el proceso de confección del PLIA participó la propia población a la que afecta. A lo largo de un año, la Concejalía de Educación, Infancia y Juventud del Ayuntamiento, promotora de la iniciativa, convocó sesiones de trabajo en torno a cuatro comisiones: política (7 personas), entidades (101 personas de 18 colectivos), técnica (58) e infantil y adolescente (99). En estas últimas participaron chicas y chicos como Alejandro. Su labor se ha centrado en la confección de la versión amigable del plan, adaptada a la infancia: “Hemos hecho que otras niñas y niños puedan entenderlo y conocerlo”, explica el pequeño que considera, además, que las personas de su edad necesitan “que nos escuchen y tener más tiempo de ocio”.
En la comisión adolescente trabajaron Nina, de 13 años, que considera que necesitan “más justicia” y “que se enseñe más”, y Lara, de 15. Ella se apuntó por interés en entender el plan. Y su aportación consistió en revisar las actividades que se incluyen. “Las hemos comparado con las peticiones que hicimos hace tiempo en el Foro para asegurarnos que se tuvieran en cuenta nuestras propuestas”, cuenta. “También hemos hecho una adaptación del plan para que niños y niñas puedan entenderlo mejor”, añade. Las comisiones seguirán activas en el periodo de vigencia del plan.
RIVAS, AMIGA DE LA INFANCIA
El II PLIA forma parte del compromiso con la infancia y adolescencia que marca las políticas del Ayuntamiento de Rivas desde hace años. Así, en 2004 el Consistorio recibió el reconocimiento de UNICEF de ‘Ciudad Amiga de la Infancia’, distinción que se ha ido renovando cada año. “Rivas fue uno de los primeros municipios que lo recibieron, y fue producto de su larga apuesta por los derechos de niñas, niños y adolescentes”, recuerda José Luis Alfaro, concejal de Educación, Infancia y Juventud.
“Aquí se creó la concejalía en 1996. La mayoría de municipios de la región aún no incorporaban políticas públicas para estos rangos poblacionales, mientras en Rivas surgían nuevas iniciativas que les tenían en cuenta en el diseño de la ciudad”, anota. La creación de los foros infantil y juvenil en 2003 es otro ejemplo de este compromiso. Se trata de los principales órganos de participación pública para la población de menos edad, que reúnen a decenas de chavales cada año planteando propuestas para mejorar su municipio. Desde bajar la altura de las papeleras, solicitar columpios inclusivos o diseñar parques, sus ideas se incorporan a la acción municipal. Además, una vez al año, el Consistorio celebra un Pleno con la participación de foristas de distintas edades junto al alcalde y el resto de la corporación.
EL DIAGNÓSTICO
El nuevo PLIA llega tras un trabajo de diagnóstico en el que se ha estudiado la realidad de los menores de 18 años que, en Rivas, representan el 23,8 por ciento de la población, una cifra por encima de la media de la Comunidad de Madrid: 18%, y del conjunto del país: 17,4%.
Esta labor previa consistió en la realización de 709 encuestas a niñas, niños y adolescentes y de dos sesiones de trabajo con la herramienta SMAT (sueños, miedos, alegrías y tristezas) en las que 51 chicas y chicos identificaron estas sensaciones. La muestra representativa dibujó la realidad de esta población en los tres barrios de la ciudad. Y sus resultados revelaron, entre otras cuestiones, los niveles de bienestar de infancia y adolescencia y su percepción sobre su hogar, derechos, intereses, escuela, salud y familia.
