Con el antiguo Egipto como telón de fondo, medio centenar de niños y niñas de cuatro años del CEIP Victoria Kent ha aprendido que hay un mundo de conocimiento más allá de sus aulas.
Con un sistema de aprendizaje que se basa en los ciclos temáticos [durante semanas profundizan en un tema concreto que sirve de base para estudiar otras disciplinas] aprenden sin darse cuenta.
Los dos trimestres enfocados en el antiguo Egipto culminaron a finales de mayo con la construcción de una pirámide de dos metros y una fiesta de disfraces.
Este sistema propicia el estudio de materias como geografía: ahora saben situar en el mapa países norteafricanos; matemáticas: tuvieron que calcular el tamaño de los bricks que hicieron las veces de ladrillo en la pirámide; historia: aprendieron detalles de la vida en el antiguo Egipto; lengua: adquirieron nuevo vocabulario y ciudadanía: comprendieron que existen otras culturas y religiones.
Se les inculcaron valores de igualdad mediante el ejemplo de la estética que caracterizaba a los habitantes de la ribera del Nilo: «Aquellos hombres y mujeres pintaban sus ojos, llevaban largas melenas y usaban túnicas; utilizamos esos ejemplos para explicarles que las mujeres y los hombres pueden hacer lo mismo», explica Eva de Lorenzo, una de las profesoras que ha guiado a los menores en su paseo por el país africano. «Además, la mujer tenía mucho poder en el antiguo Egipto», añade Eva sobre los valores de género que tratan de inculcarles.
En la construcción de la pirámide se han involucrado también las familias, lo que refuerza el grado de interés de los pequeños. Con este itinerario de trabajo que dota de protagonismo a las niñas y niños y los implica en el objeto de estudio de manera activa «se fijan mejor los conocimientos», asegura Eva.
Bajo la premisa de que lo aprendido por tus propios medios es más difícil de olvidar, los escolares buscaron información sobre Egipto en libros, internet, películas y preguntando a sus mayores. «Así se fomenta su autonomía, sus capacidades emprendedoras y pierden miedo escénico», relata Eva.
Para reforzar los conocimientos adquiridos, los menores tienen una última misión: ir a las clases del alumnado de Primaria (niños y niñas mayores, de 6 y 7 años) y mostrarles sus nuevos conocimientos sobre Egipto.
COMO EN EGIPTO
Edificar la pirámide de dos metros de base supuso una fuente de conocimientos desde el principio hasta el final. «Para que supieran cómo trabajan en la antigüedad, tenían que ir a buscar los bricks a otra sala y transportarlos con unas ruedas hechas con tubos de cartón, emulando la forma en que los egipcios llevaban las piedras desde el Nilo hasta la zona en que levantaban las pirámides», ilustra Eva.
La iniciativa surge en el marco del Programa de Apoyo Municipal a los Centros Escolares (PAMCE), impulsado por la Concejalía de Desarrollo Económico y Empleo del Ayuntamiento de Rivas.
Dicho departamento planteó una dinámica de trabajo en la que se fomentasen competencias emprendedoras entre el estudiantado más joven con ayuda de sus progenitores y del profesorado del centro. Ahí se sitúa el germen de una iniciativa que, tras varios meses de trabajo, vierte unos resultados visibles: »Los padres dicen que sus hijos les piden ir de vacaciones a Egipto», apunta Eva sonriendo.
FIESTA EGIPCIA
El colofón final del trimestre dedicado a Egipto concluyó con la celebración de una fiesta de disfraces en la que participaron padres, madres, profesorado y menores.