Un municipio ha seleccionado a tres jóvenes que trabajan con personas en riesgo de exclusión, a cambio de vivienda.
Hace unos meses el Departamento de Asuntos Sociales de la ciudad de Rivas Vaciamadrid, al sureste de la capital española, ha montado un proyecto original: subvencionar un apartamento a cambio de trabajo voluntario en varias actividades sociales y educativas de la ciudad. Los Servicios Sociales municipales notificaron la presencia de un gran número de estudiantes en su ciudad y los problemas de relación y convivencia en uno de los barrios.
Dieciocho jóvenes se presentaron para la formación voluntaria y mediación. Tres de ellos fueron seleccionados. Carla, Ana e Isaac viven bajo un mismo techo desde finales de noviembre, sólo pagan la luz, calefacción, teléfono y agua, mientras que el Ayuntamiento subsidia el alquiler de la vivienda pública. «Ellos lo compensan con su capacidad intelectual «, explica Pedro del Cura, Coordinador Adjunto de Asuntos Sociales en el Ayuntamiento. Se intengran como voluntarios en proyectos ya en marcha.
Carla, de 24 años, tiene otro trabajo con menores inmigrantes en otra ciudad, pero no le ocupa más que algunas horas. «Este salario no me permitiría emanciparme de la casa de mi padre», explica. «Ni me lo planteaba incluso, el banco no me habría concencido un préstamo ni con el aval paterno. El proyecto de Rivas Vaciamadrid me ayuda mucho. Trabajamos en el barrio, el lugar donde vivimos, y desarrollamos redes de apoyo». Trabaja de voluntaria quince horas a la semana en un taller de alfabetización para mujeres.
Ana, una estudiante de 21 años, e participa en un taller de teatro, e Isaac, un mecánico de Aviación, está a cargo de los niños en situación de riesgo social. «Hemos preferido empezar por lo modesto. Con la crisis, todo el mundo parece pensar con su calculadora pero podemos compensar en pluralidad social. Una vez que los resultados de este proyecto se ha completado, veremos qué nueva iniciativa lanzamos «, dice Pedro del Cura.