INÉS RODRÍGUEZ + LAS COUCHERS
VIERNES 24 OCTUBRE / 20.30.
Auditorio Pilar Bardem. 10 euros. Compra: web entradas.rivasciudad.es y taquilla del auditorio (ver días).
De narrar su cotidianidad en Tik Tok a colaborar con una sección fija en el programa ‘El Intermedio’ (La Sexta). Por el medio, menos de un año de meteórico ascenso mediático tras ser tocada por el efecto de la viralidad. Un día subió un vídeo denunciando con naturalidad y desparpajo su hartazgo con la condescendencia hacia la gente con discapacidad: “A la próxima persona que me llame ‘campeona’ la apuñalo”.
Es Inés Rodríguez, @inusu_al (Tenerife, 26 años), logopeda de profesión. Sufrió hipoxia perinatal (falta de oxígeno durante el parto) que le provocó parálisis cerebral. Convencida de la importancia de la visibilización, cada vez llena más espacios enseñando y, a la vez, divirtiendo, pues su faceta cómica es su mejor arma para que cale su mensaje de normalizar el trato con la gente con discapacidad. Pueden comprobarlo el viernes 24 de octubre en el auditorio Pilar Bardem (20.30).
¿Quién es Inés Rodríguez?
Una muchacha que hace divulgación sobre discapacidad utilizando sobre todo el humor para llegar mejor a la gente.
¿Qué es el humor?
Una vía de escape, una manera de cambiar de plano y de salir de un momento de la realidad e irte a otra parte donde todo es mejor. Y es una herramienta de trabajo y de gestión emocional.
¿Qué no le hace gracia?
La precaridad, el racismo… Ese tipo de cosas.
¿Cuál es su posicionamiento sobre los límites del humor?
Creo que simplemente no hay que ser imbécil porque el humor bien hecho se puede hacer de cualquier tema. Lo único es estudiar un poco tu público. Si no eres imbécil, en el humor, todo bien.
¿Qué es el humor?: “Una vía de escape para salir a otra parte donde todo es mejor. Una herramienta de gestión emocional”
En Tik Tok fue clara con el mensaje de dejarla en paz, que no es campeona por hacer la compra, ¿no sabemos relacionarnos con la gente con discapacidad?
No, porque somos muy nuevos en la sociedad. Hemos salido de casa hace poco y como fenómeno novedoso, como cualquier otro, necesita un periodo de adaptación. Soy bastante optimista pero hay que hacer mucho trabajo de divulgación y molestar muchísimo todavía.
¿La gente se entromete demasiado?
Sí, el problema de esto es el paternalismo, la condescendencia y, sobre todo, la infantilización.
Decía en una entrevista que detecta un cambio a nivel social respecto a las personas con discapacidad, ¿en qué cree que se ha mejorado y qué cree que sigue faltando?
En un periodo corto de tiempo, unos 50 años, hemos progresado mucho. De no poder salir a la calle a estar cada vez más inmersos en el contexto social y laboral. La gente está cada vez más pendiente de los edificios adaptados, es más consciente de que la calle sea accesible y se interesa cada vez más gente por la lengua de signos. Siento que ya hay personas muy dispuestas a aprender.
¿Cuánto han influido en esto la redes sociales?
Muchísimo porque puedes externalizar una problemática. Es mucho mas fácil y puedes empatizar con personas de manera directa. Sin ellas este viaje habría sido mucho más largo.
¿Se puede avanzar algo de su monólogo en el Coñumor?
No te puedo avanzar nada porque no tengo ni idea. Trabajo bastante la improvisación, y sí tengo claro que va a ser un espectáculo de humor, de una mujer con discapacidad, y que me quejaré de la vida pero siempre con humor e ironizando. A ver que sale de ahí. Me gustan las sorpresas.
¿Por qué hay que venir al Coñumor?
Porque habrá buen rollo y mucha interacción cercana, que es lo que más ilusión me hace. Vamos a echar una tarde entre amigas.


