La violencia vicaria es una forma extrema de violencia de género en la que los agresores utilizan a personas del entorno de las mujeres víctimas, especialmente a sus hijas e hijos, como instrumentos para dañarlas.
Esta realidad, de la que son víctimas tanto las mujeres como las niñas y niños, ha ganado visibilidad en los últimos años, pero sigue siendo insuficientemente abordada por las instituciones y los medios de comunicación. En este reportaje, tres expertas analizan el impacto de la violencia vicaria, así como el papel de las madres protectoras en la lucha contra un sistema judicial que muchas veces las revictimiza.
¿QUÉ ES VIOLENCIA VICARIA?
Débora Ávila, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, define la violencia vicaria como “el intento de causar daño a una mujer a través de sus hijas e hijos”. Este tipo de violencia, explica, tiene diferentes grados: de negligencias en el cuidado de menores hasta actos de extrema crueldad, como el asesinato de hijas e hijos para infligir el mayor dolor posible a la madre. “La violencia vicaria es un concepto muy importante que se ha acuñado hace relativamente poco y es crucial visibilizarlo porque politiza una forma de violencia machista que durante mucho tiempo ha permanecido en las sombras”, señala Ávila.
Esta violencia no es nueva pero ha comenzado a nombrarse y discutirse abiertamente en los últimos años. En muchos casos, no se limita solo a las hijas e hijos, sino que también puede incluir a otras personas cercanas al entorno de la mujer, como familiares, amigas o incluso mascotas. Las mujeres que buscan protegerse de esta violencia se enfrentan a una compleja red institucional que a menudo las deja desamparadas.
MILES DE VIDAS EN RIESGO
Según la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género, desde 2013 – año en que comenzaron a registrarse datos – han sido asesinados 63 niñas y niños a manos de sus padres o parejas o exparejas de sus madres. El año 2024 está siendo especialmente alarmante, con más de 10 niñas y niños asesinados hasta la fecha. En 2022 y 2023 se registraron 2 asesinatos de menores cada año, mientras que en 2021 la cifra fue de 7. Se evidencia una tendencia que exige una mayor atención y acción por parte de las instituciones para prevenir y combatir la violencia vicaria. Además, y según la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, un 33,33% de los padres condenados por abuso sexual hacia las criaturas siguen manteniendo la patria potestad de la víctima, en caso de ser menor.
En esta línea, desde 2019 el Ministerio del Interior de España evalúa el riesgo al que están expuestos las hijas e hijos menores de mujeres víctimas de violencia de género. Al 31 de diciembre de 2023, había 1.448 niñas y niños en riesgo de ser agredidos por los padres, parejas o exparejas de sus madres. De estos, 2 se encontraban en situación de riesgo extremo, es decir, con grave peligro para su vida; 155 en riesgo alto, y 1.291 en riesgo medio. Estas cifras reflejan la magnitud de la violencia vicaria y subrayan la necesidad urgente de medidas efectivas para proteger a los menores.
LAS MADRES PROTECTORAS Y LA VIOLENCIA INSTITUCIONAL
Marisa Kohan, periodista especializada en violencia de género, destaca el papel de las madres protectoras, mujeres que luchan para proteger a sus hijas e hijos de la violencia ejercida por sus exparejas. Según Kohan, “el concepto de madre protectora ha ganado fuerza en los últimos años, pero estas mujeres han existido siempre”. Sin embargo, muchas veces son castigadas por el propio sistema judicial, que utiliza el falso Síndrome de Alienación Parental (SAP) para deslegitimar sus denuncias.
“El SAP es un prejuicio que perpetúa la idea de que las mujeres inventan abusos para vengarse de sus exparejas, lo cual lleva a que muchas madres pierdan la custodia de sus hijas e hijos y queden criminalizadas”, explica Kohan. Esta violencia institucional, que debería proteger a las víctimas, muchas veces acaba reforzando la posición del agresor, permitiéndole seguir ejerciendo control sobre la madre y las hijas e hijos.
La situación es especialmente grave para muchas madres que sospechan o han denunciado violencia contra sus hijas e hijos. “Estamos hablando de cientos de casos en este país en el que muchas madres que sufren violencia de género o que sospechan de violencia sexual de sus parejas hacia sus hijas e hijos no denuncian porque saben que el final del camino es perder la custodia, ser culpabilizadas y no volver a verlos más que en un punto de encuentro. Durante muchos años”, advierte Kohan.
DERECHO A SER ESCUCHADOS
Uno de los temas más urgentes en el ámbito de la violencia vicaria es el reconocimiento de los derechos de las niñas y niños como víctimas directas de la violencia machista. Violeta Assiego, abogada y activista de derechos humanos, subraya la importancia de reconocer que los menores son sujetos de derechos, no simples instrumentos en manos del agresor.
“La legislación que modificó las normas de protección a la infancia y a la adolescencia estableció un concepto claro: niñas, niños y adolescentes son víctimas directas de la violencia machista. Da igual que hayan sido o no objeto directo de una violencia física, psicológica, económica o sexual. Son víctimas por el mero hecho de estar en el contexto en el que el maltratador ejerce violencia machista hacia sus madres”, explica.
Además, Assiego señala que no se puede creer que un hombre pueda ejercer violencia contra una mujer, la madre de la criatura, sin que esa violencia también afecte al menor. “Desde el momento en que hay un desprecio o un daño hacia la mujer, se vulnera la integridad de la niña o niño que tiene una relación de apego y afectiva con ella. Es imposible que no sufra por lo que está viviendo y por lo que está pasando”, añade.
La introducción de esta perspectiva en 2015 reconoce que los menores son sujetos de derechos a la protección y deben estar cubiertos por medidas adecuadas que garanticen su seguridad y bienestar en contextos de violencia machista. “No solo deben ser escuchados en los tribunales, sino que también se debe tener en cuenta su testimonio en todas las instancias, desde el entorno escolar hasta los centros de salud”, enfatiza Assiego. Sin embargo, advierte que en muchos casos este derecho no se respeta, perpetuando así la invisibilidad de los menores como víctimas.
Assiego también reflexiona sobre la problemática de la patria potestad en casos de violencia, en cómo se materializa en estos contextos. “Cuando una persona tiene la patria potestad de sus hijas o sus hijos, en un proceso de separación o divorcio común, tiene derecho a verlos. Pero cuando hablamos de procesos de separación o divorcio en los que se da violencia hacia la mujer hablamos de otra cosa. En estos casos, y tal y como marca la legislación, esas visitas deben suspenderse hasta que no se garantice la protección adecuada”, argumenta.
Sin embargo, Assiego critica que jueces, juezas y equipos psicosociales, que tienen un papel muy activo en estos procedimientos, “no terminan de comprender que la relación paterno-filial del maltratador con sus hijas e hijos no es una relación al margen de la violencia machista que están ejerciendo sobre la unidad familiar”. Esta falta de comprensión perpetúa la exposición de los menores a situaciones de riesgo y dificulta la aplicación efectiva de medidas de protección que puedan garantizar su bienestar.
Desde 2004, la ley permite a la justicia suspender las visitas de los agresores a sus hijos e hijas, pero en el 96,7% no lo hace. En todos los casos de violencia machista con orden de alejamiento hacia la mujer, solo en un 3,3% de las ocasiones se retira al maltratador el régimen de visitas y solo en un 0,72% de las ocasiones se suspende la patria potestad, según la Asociación de Mujeres Juristas Themis.
FRACASO DEL SISTEMA JUDICIAL
A pesar de los avances legislativos en España, como la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI), el sistema judicial sigue fallando en su aplicación. Marisa Kohan critica que solo en el 12% de los casos se suspenden las custodias cuando hay indicios de violencia, a pesar de que la ley lo exige. “Tenemos un cuerpo judicial que, ya sea por falta de formación o por prejuicios, sigue viendo la patria potestad como un derecho incuestionable del padre, incluso cuando este ha sido denunciado por violencia de género”, apunta Kohan.
La violencia vicaria, al igual que la violencia institucional, no solo causa un daño inmediato a las víctimas, sino que perpetúa el ciclo de abuso. Las madres protectoras, en su intento de proteger a sus hijas e hijos, se enfrentan a un sistema que, en lugar de apoyarlas, las criminaliza. Como concluye Kohan: “Tenemos que romper el silencio que rodea estos casos y seguir visibilizando la lucha de estas madres para que el sistema deje de fallarles a ellas y a sus hijas e hijos”.
La violencia vicaria es a día de hoy una de las expresiones más duras de la violencia machista, y requiere, por tanto, de una mayor visibilidad y concienciación y, también, de cambios profundos en la aplicación de la justicia. Las leyes están ahí, pero no se aplican de manera consistente y efectiva, lo que deja a muchas mujeres y sus hijos e hijas desamparadas. Es urgente romper las barreras institucionales y asegurar que tanto las mujeres víctimas de violencia como sus hijas e hijos tienen, efectivamente, la protección necesaria.
PROGRAMA
CLUB DE LECTURA. ‘TE HARÉ LA VIDA IMPOSIBLE’. SOBRE VIOLENCIA VICARIA
Martes 12 y 18 noviembre / 17.00-18.15. Centro de mayores El Parque.
Solicitudes: en el mismo centro.
Club de lectura de varias sesiones con el libro ‘Te Hare La Vida Imposible’ (2022), de Nanda Santana Cruz, periodista y superviviente de malos tratos psicológicos y activista en la lucha contra el maltrato infantil.
TEATRO: ‘ARRANCAMIENTO’. CON PAMELA PALENCIANO
Viernes 8 noviembre / 20.00.
Auditorio Pilar Bardem.
Localidades, gratuitas, desde entradas.rivasciudad.es.
Según el Consejo de Europa, una de cada cinco menores sufre violencia sexual antes de cumplir 18 años. En España no hay estadísticas oficiales, pero un estudio reciente supera esa estimación: dos de cada 5 niños o niñas lo han padecido.
“¿Sabéis lo que es un arrancamiento? Dura apenas un instante, pero hasta llegar a él las madres pasan por un largo proceso de denuncias, descrédito, pérdida de la custodia y criminalización. El sistema dictamina que las denuncias de violencia son falsas, que la madre es malvada y que la criatura debe ser apartada de quien la protege y condenada a vivir con su abusador. Sin preparación ni acompañamiento, cuerpos de policía armados arrancan a un niño o niña de corta edad de los brazos de su madre por orden judicial”, explica esta obra con la que Pamela Palenciano (‘No solo duelen los golpes’) regresa a Rivas, de nuevo, con un formato de monólogo teatralizado.
PRESENTACIÓN DE LIBRO Y TALLER: ‘NEREA Y MARTINA: EL LATIDO DE LAS MARIPOSAS’
Viernes 15 noviembre / 17.30-19.00.
Centro infantil Bhima Sangha.
Lectura del cuento de una madre que sufrió violencia vicaria y ha escrito un libro lleno de valores que se trabajará con la infancia y familias. Después se confeccionará un mural de mariposas moradas con las niños y niños que participen.
JORNADA: VIOLENCIA VICARIA, ‘DONDE MÁS DUELE’
Jueves 21 noviembre / 17.30-20.30.
Sala Pedro Zerolo del Ayuntamiento.
Inscripciones online en la web municipal inscripciones.rivasciudad.es.
Con la presentación de Aída Castillejo, alcaldesa de Rivas, y las ponencias de:
Violeta Assiego. Jurista especialista en derechos humanos. Además de ejercer como abogada, investiga y colabora con diferentes instituciones, asociaciones y colectivos con el foco puesto en el género, infancias e interseccionalidad. Acaba de publicar junto a otras autoras el libro de la Asociación Pro Derechos Humanos España ‘Buenas prácticas para el acceso a la justicia de víctimas de violencia por razón de género’.
Marisa Kohan. Periodista especializada en género, cooperación al desarrollo y derechos humanos. Aborda cuestiones relativas a la infancia, a la violencia vicaria y al falso síndrome de alienación parental (SAP). Investiga las problemáticas de la violencia institucional que sufren las madres y sus hijos e hijas, sobre todo en el sistema de justicia. Y brinda cobertura informativa desde hace más de siete años a la lucha de las madres protectoras.
Actuación Coro Malvaloca. Agrupación compuesta por más de treinta cantantes de distintas edades que recuperan la música tradicional de mujeres del mundo, así como canciones para la justicia social.
CONCURSO MICRORRELATOS ‘DONDE MÁS DUELE’
Hasta domingo 10 noviembre.
La Concejalía de Feminismos y Diversidad del Ayuntamiento y el Consejo de Mujeres ponen en marcha el concurso de microrrelatos ‘Donde más duele’, sobre violencia vicaria, aquella que ejerce el padre hacia sus hijos o hijas para perpetuar las violencias machistas hacia su mujer y, a la vez, madre de sus criaturas. Los relatos, con esta temática, se envían desde la web inscripciones.rivasciudad.es. Se podrá participar con relatos que cuya extensión no supere las 300 palabras, incluyendo el título. Los tres mejores relatos recibirán un pack de regalos. El plazo de presentación finaliza el domingo 10 de noviembre.
CINELAB: ‘ALLÁ ON FA MÉS MAL’ (‘ALLÍ DONDE MÁS DUELE’). PROYECCIÓN Y MESA REDONDA
Viernes 22 noviembre / 19.00-21.45.
Sala Marcos Ana del centro cultural García Lorca.
Entrada libre. Hasta completar aforo. Proyección del documental de Laia Mestre y Ricard Belis sobre violencia vicaria que ha contado con el testimonio de cuatro madres protectoras, ‘Allá on fa més mal’ (‘Donde más duele’).
Tras su proyección, se abre una mesa redonda con las especialistas María Isabel Martínez Hervás (madre protectora e integrante de la Asociación Yo Sí Te Creo) y Débora Ávila (de La Laboratoria, acompañante de madres protectoras y coautora del informe ‘Violencia institucional contra las madres y la infancia’, del Ministerio de Igualdad, 2023.
La jornada seguirá el siguiente orden:
– 19.00. Entrega de premios del Concurso de Microrrelatos ‘Donde más duele’ del Consejo Mujeres.
– 20.00. Presentación.
– 20.10. Visionado del documental.
– 21.10. Debate mesa.
– 21.45. Cierre.
MANIFESTACIÓN CONTRA LAS VIOLENCIAS MACHISTAS: 25 NOVIEMBRE
Rivas se suma a la marcha contra las violencias machistas por el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se recuerda cada 25 de noviembre. La cita es a las 19.00, en Madrid, convocada por la Comisión 8M del movimiento feminista de Madrid, en un recorrido aún por confirmar.