JUEVES 23 JUNIO / 17.00-19.00.
Área Social del Parque de Asturias.
Inscripciones: en lgtbi@rivasciudad.es
Orientación sexual, personas no binarias, cisexual, transexual, género fluido…. Para no perderse en los términos y aprender a generar entornos seguros para todas las personas, la asociación Euforia imparte el taller ‘Acompañando que es gerundio’, el jueves 23 de junio, sobre acompañamiento respetuoso a la infancia y juventud LGTBI. Es una actividad que forma parte de la Semana del Orgullo de Rivas. Su vicepresidenta, Saida García Casuso (Madrid, 1975), especialista en diversidad afectivo sexual y de género, adelanta algunas claves.
¿Cuándo se empieza a identificar la diversidad LGTBI en la infancia?
Parto de la premisa de que todas las personas somos diversas. Después, a medida que las personas crecen podrán ir mostrando, si se les da la posibilidad y si tienen las herramientas, sus matices sobre habilidades, preferencias o gustos, carácter… Dentro de esos matices, en cualquier momento pueden mostrar, entre muchas comillas, su pertenencia a esto que podríamos llamar diversidad. En realidad el escenario idóneo seria no presuponer que esas personas van a ser heterosexuales o no van a ser trans, y partir de un contexto que nos permita en casa que no haya una situación de salida del armario. Preferimos trabajar para que no existan los armarios. ¿A qué edad puedo decir que alguien no es heterosexual? Es más interesante plantear por qué alguien había presupuesto que una persona iba a ser heterosexual.
¿La llamada generación zeta ya no conoce los armarios?
Es más mito que realidad, porque la generación zeta vive en la sociedad que vive y habrá una parte que no haya tenido que salir del armario pero a esta generación también se les ha presupuesto que iban a ser heterosexuales y cis [cisexual: persona en la que el sexo registral asignado coincide con la identidad sexual]. Sí que es cierto que a lo mejor el impulso o las condiciones son diferentes y permiten que ese tránsito sea más ligero, pero sigue habiendo salidas del armario porque a todas las personas hoy en día se nos sigue presuponiendo que vamos a ser heterosexuales y cis.
¿De qué manera se empieza a expresar la identidad transexual?
La identidad se manifiesta de muchas formas tanto en las personas trans como en las que no lo son. Dependerá del entorno, de las herramientas que tenga esa persona y de cómo de rígido sea el sistema en el que se está criando. Hay personas que a veces utilizan los estereotipos de género para mostrar su identidad, pero otras muchas personas no. Por tanto no hay pautas. Por ejemplo, una niña a la que le guste el fútbol puede que solo sea una niña a la que le guste jugar al fútbol. Y no hay nada más. Lo interesante es generar un ambiente de confianza en el que se aborde la diversidad en casa. Igual que hablamos de dinosaurios, de robots que hablan o de animales rosas, también tenemos que hablar de diversidad y que forme parte de nuestras conversaciones diarias. Así, si esa persona que hemos presupuesto que es hetersexual o cis luego no lo es, que sepa que está en un entorno seguro para manifestarse. Pero no hay una señal ni itinerario único para todas las personas.
En su día, también se nos decía a las lesbianas que desvirtuábamos el feminismo y que no éramos sujeto del mismo porque no recibíamos las mismas violencias
En el colegio, el profesorado también debe proporcionar esos espacios seguros.
Nadie debería dar por hecho que el resto de personas a su alrededor son heterosexuales y cis. Los espacios deberían ser seguros para cualquier persona sea cual sea su circunstancia. Es como si una persona racializada tuviera que salir del armario porque diéramos por hecho que es blanca. El espacio educativo debería ser seguro para todas las personas y, por mucho que digamos que nuestro centro lo es, si no se trabajan estas cuestiones, la mochila que decíamos al principio va a estar presente en la forma de tratar a las personas, en cómo damos el temario por ejemplo cuando hablamos de la reproducción. Y momentos que podrían ser muy útiles acaban generando violencia.
¿Cuál su postura en ese debate que rechaza considerar como mujeres reales a las mujeres transexuales?
Nos declaramos transfeministas y nuestras acciones están atravesadas por una perspectiva feminista. No vamos a dar ni a quitar carnés de feminista al resto pero sí que entendemos que el feminismo va de luchar por los derechos de las personas, no de ir en contra. También pertenecemos al 8M y estamos en asambleas de barrios y de pueblos, es decir, en el feminismo de base y autónomo. Y ahí este debate no se ha dado, al menos no con esa saña y crueldad que vemos en otros espacios. Para nosotras no es un debate real sino una cuestión de unas pocas mujeres que tienen una posición de privilegio de clase que las hace posicionarse de una forma concreta y por encima del resto de personas, incluidas las mujeres trans. Esto también se dio en su momento con las lesbianas. Se nos decía que desvirtuábamos el feminismo y que no éramos sujeto del mismo porque no recibíamos las mismas violencias.
A todas las personas hoy en día se nos sigue presuponiendo que vamos a ser heterosexuales y cis
Desde que la OMS despatologizó en 2008 la transexualidad, perdió el sentido el informe médico para el cambio de género. ¿Por qué las críticas tan duras a la libre autodeterminación de género que permite la llamada ley trans del actual gobierno?
No lo puedo entender. Detrás de estos discurso no hay una lógica o mucho menos una lógica feminista. Llevamos mucho tiempo diciendo que nuestro cuerpo no define nuestras características, posibilidades ni cualidades. Y precisamente las identidades trans vienen a reforzar todo esto. Es cierto que el sistema nos asigna una identidad pero tanto las feministas como las activistas trans defendemos que la forma de mis genitales no va a definir quién soy ni quién puedo ser, aunque eso sí va a definir el tipo de violencias que recibo. Así que una cosa es que esa diferenciación sea una herramienta del sistema y, otra, que las feministas la usemos para discriminar a otras personas.
¿Llegará un día el fin del binarismo de género, incluso en el deporte?
Ojalá. Creo que el dimorfismo sexual no existe. Considerar que solo hay dos categorías sexuales separadas por una línea gruesa no tiene ni sentido científico. El deporte y el resto de situaciones de nuestras vidas deberían ajustarse a la realidad, no a una clasificación pensada y articulada para producir la subordinación de unas personas con respecto a las otras. Si se respetase toda la diversidad, la corporal, la identitaria y la expresión de género no tendría sentido esta separación. Ojalá en el deporte ver competiciones donde prime el deporte en sí y no el dinero. Porque cuando hablamos de problemas a nivel deportivo no se está hablando del deporte que practican millones de personas trans. Se está hablando de poder, de dinero y de élites. Ojalá en un futuro seamos más acordes a la realidad y menos al sistema capitalista patriarcal que es lo que estamos siguiendo ahora.