JORNADA: ‘HACIA UNA JUSTICIA FEMINISTA’.
Martes 30 noviembre / 10.30-13.30.
Ayuntamiento: salón de actos. Inscripciones: web inscripciones.rivasciudad.es
La historiadora mexicana y doctora en Estudios de Género Antonia Ávalos llegó a España en 2008 huyendo de una situación de violencia y de maltrato. En Sevilla fundó la asociación Mujeres Supervivientes de Violencias de Género, donde les prestan una atención integral y acorde a sus necesidades”. Ávalos participa el martes 30 de noviembre en la jornada ‘Hacia una justicia feminista’.
¿Son necesarias este tipo de jornadas: existe la violencia judicial?
Es fundamental abordar el problema de la violencia machista en el entorno de la violencia judicial y del resto de instituciones, porque las mujeres se echan atrás a la hora de denunciar. Lo hacen porque les quitan a sus hijos, porque no les creen en su palabra, porque existe la violencia vicaria por la que los hombres reclaman la custodia compartida para seguir dañando a las mujeres, aunque ellas ya no vivan con ellos. Es fundamental el cambio de mirada, la profesionalización de todo el personal que se dedica al tema de la violencia judicial.
¿Pueden confiar las mujeres víctimas de la violencia machista en la justicia?
No, ahora mismo no confían. Nosotras las animamos a que dejen a esa pareja maltratadora, a buscarse espacios de seguridad y a hacer un proceso de reconstrucción personal para que ellas se puedan recuperar. Si tú animas a una mujer a denunciar y no está preparada, la expones a más violencia o a que el hombre la asesine, porque ella no va a tener recursos ni emocionales ni económicos ni psicológicos para poder protegerse del ataque y de la violencia de un hombre que esté dispuesto a asesinarla. Primero es el fortalecimiento de su autoestima, tener recursos y un espacio seguro. Si no tienen eso, es mandarlas al matadero.
¿Cómo es la atención que les prestan en la asociación?
Lo primero es la acogida, establecer ese pacto terapéutico y humano, que ellas sientan confianza y se sientan seguras en el entorno. Después hacemos un abordaje integral de acuerdo a sus necesidades. Nuestra metodología se llama ‘Intervención del proyecto vital’, donde trazamos una planificación junto con la participación de la mujer: si lo más prioritario es la parte jurídica y legal para poder asegurar que no les quiten los hijos o si se quieren ir a algún lugar a esconderse o que no las denuncien por rapto de los menores. O si requiere urgentemente apoyo psicológico o ir al hospital porque tiene golpes para tener un certificado de lesiones. O si ella todavía no está muy segura y lo que necesita es que la ayudemos a conseguir empleo… El proceso en cada mujer es distinto, pero va a arribar a un proceso de empoderamiento, de reconstrucción personal, de romper con los ciclos de la violencia y de empezar una vida desde el amor propio, la dignidad y el respeto a sí misma. Se trata sobre todo de proteger su vida y la de sus hijos e hijas.
En todo caso, cuando deciden acudir al juzgado también les prestan asesoría legal.
Sí, y es muy importante que tengan confianza en su abogado o abogada y valorar todas las hipótesis de lo que puede pasar en ese juicio.
¿Existen carencias en las leyes vigentes que tratan de proteger a las víctimas de la violencia machista?
Para mí sería fundamental una renovación del sistema judicial. Necesitamos expertos y expertas con una perspectiva de género, que estén bien formados y que las mujeres, cuando acudan a denunciar, puedan confiar en unos jueces que no van a poner la sospecha sobre ellas.
Hemos visto como hay víctimas de agresiones sexuales que sufren incluso el escarnio por parte del tribunal: el caso de la manada.
A eso me refería, a que la sospecha y la duda se centra sobre las mujeres, porque existe ese imaginario de que las mujeres mentimos, somos hijas de Eva, no respetamos nuestro cuerpo, ni al marido, queremos quitarle la casa, los hijos… Algo habrá hecho esa mujer para que este hombre, que es tan trabajador y tiene todos los atributos y cualidades sociales… Cuando la mujer denuncia, la sospecha se pone sobre ella. ¿Por qué cuando a alguien le roban algo y denuncia le atienden, y cuando es una mujer la que denuncia a un hombre que la ha golpeado, la ha violado o es su pareja y no quiere estar con él, necesita presentar muchas pruebas para que la crean? Es el único delito en el que se necesita presentar muchas pruebas para que te crean.
¿Cómo llegó a España desde México y en qué situación?
Llegué huyendo de una situación de violencia, abuso y maltrato. Aquí me he podido rehacer. He podido terminar mi doctorado y mi hija está estudiando un máster en Bruselas. Fundamos la asociación para desarrollar esta metodología de intervención directa e integral con las mujeres, donde ellas también sean partícipes de su propia recuperación.