Trótula de Salerno fue la primera mujer en escribir un tratado de ginecología. Vivió alrededor del año 1100, y sus escritos abordaron el embarazo, el parto o la fertilidad con un enfoque feminista, cuestionando creencias como que todos los males de la mujer provenían de la menstruación o que la imposibilidad de tener hijos fuese sólo cosa de ellas. Su obra fue un referente en las universidades europeas hasta el siglo XVI.
Dolors Aleu i Riera fue una de las tres primeras españolas licenciadas en Medicina, en 1882, y la primera ginecóloga del país. Pasó consulta durante 25 años en Barcelona. Atendió todo tipo de casos: madres solteras, mujeres pobres del barrio chino, prostitutas, infancia huérfana o señoras burguesas con urgencias ginecológicas que, por vergüenza, nunca acudieron a un médico. En su tesis doctoral repasó el significado de la condición femenina, denunciando las desigualdades extremas de la época y defendiendo que “nunca consentiría la mujer ser degradada si fuera más instruida”.
La obra de ambas mujeres, como la de otras tantas que colocaron la perspectiva de género en la ciencia médica, es desconocida por el gran público. Los intereses del sistema patriarcal por reducir el papel de ellas a madres y esposas vulnerables, subordinándolas a su biología para así controlar su sexualidad y capacidad reproductiva, trajo como consecuencia “la normalización de la mística de la feminidad y del ideal maternal, garantizando así su dedicación al cuidado de la familia y al ámbito doméstico, y generando una política sanitaria patriarcal”, explican desde la Concejalía de Feminismos y Diversidad del Ayuntamiento de Rivas. Así, el trabajo de mujeres como Trótula de Salerno o Dolors Aleu fue minoritario, desarrollado con multitud de interferencias y finalmente olvidado.
Por ello, este año, la temática elegida para la campaña municipal Marzo Mujeres, en torno al Día Internacional de la Mujer, tiene que ver con la salud y las grandes desigualdades históricas, “manifestadas con una violencia particular en este campo”. También, sobre cómo los feminismos “han intervenido desde los ámbitos académico, profesional, activista y político, y han desarrollado múltiples líneas discursivas, reivindicativas, de acción política e investigación”, añaden desde la citada concejalía.
Entre las acciones de la campaña [programa completo, aquí] figura retirar el velo de olvido que cae aún sobre alguna de las médicas y científicas que contribuyeron a mejorar la salud de las mujeres. Así, los rostros de la italiana del siglo XII o de la primera ginecóloga española podrán verse este mes en los distintos soportes de comunicación municipal, tanto por las calles como en las redes sociales o en la revista ‘Rivas al Día‘. Junto a ellas, también Elena de Céspedes, del año 1500, una de las primeras cirujanas, que se vestía de hombre para poder ejercer, y el colectivo de mujeres de Boston (Estados Unidos) que luchó para legislar la píldora anticonceptiva en los años 60 del pasado siglo.
ENFERMEDADES INVISIBLES
El programa Marzo Mujeres 2020 aborda en algunas de sus jornadas las distintas formas en que ellas manifiestan síntomas ante ciertas enfermedades como infartos, anemias, problemas tiroideos, ansiedad, fatiga crónica o fibromialgia. Dolencias que se están diagnosticando “como trastornos psicosomáticos”, lamentan desde la Concejalía de Feminismos y Diversidad. Algo de lo que saben mucho vecinas como Carmen Gomara y Cristina Alonso. El próximo viernes 13, ambas escucharán atentas lo que se diga en la jornada ‘Salud y Mujeres. Retos y propuestas desde los feminismos’, para después compartir sus experiencias. Se trata de la secretaria y presidenta de la asociación Fibro Rivas*, una entidad que ofrece información y apoyo a las personas que padecen fibromialgia y que lucha por los derechos de este tipo de pacientes, mujeres en su mayoría, para quienes la ciencia médica no tiene aún solución.
“Me diagnosticaron [fibromialgia y fatiga crónica] en 2006 después de mucho peregrinaje y un poco por descarte, como le sucede a la mayoría”, recuerda Carmen, para quien no hubo muchos más pasos que dar después del diagnóstico. “Los tratamientos son paliativos y sin mucha eficacia”, lamenta sobre esta enfermedad que, según describe, se caracteriza por “dolores musculares, de ligamentos y de tendones, colon irritable, problemas de tiroides, ansiedad, estrés y sobre todo fatiga y cansancio crónico”.
EL 4% PADECE FIBROMIALGIA
La fibromialgia afecta, en España, al 4% de la población, alrededor de 1.800.000 personas, de las cuales el 90% son mujeres de entre 40 y 50 años, según datos de la Sociedad Española de Síndrome de Sensibilidad Central. Fue reconocida en 1992 por la Organización Mundial de la Salud como una patología “de reumatismo no articular, caracterizada por un cuadro de dolor músculo-esquelético crónico y generalizado de origen desconocido”.
Fibro Rivas aglutina a 43 mujeres de entre 30 y 60 años de Rivas, Madrid, Arganda y Campo Real. Recalan en la asociación a través de las redes sociales o de especialistas que aconsejan el asociacionismo. “Realizamos tratamientos con fisioterapeutas y psicólogos. Son enfermedades que limitan tu vida radicalmente. Pasas de ser una persona activa a enferma, a tener que estar días tumbada en casa. Y eso genera mucho estrés y ansiedad”, deplora Carmen, auxiliar de enfermería en el hospital Gregorio Marañón.
Los tratamientos han evolucionado en los últimos años pero estas mujeres, que se reúnen cada lunes de 18.00 a 20.00 en la Casa de Asociaciones de Rivas, han pasado malos tragos en consulta. “Ahora menos, pero antes los médicos te tomaban por loca y te daban pastillas para la depresión en lugar de buscar la verdadera enfermedad”, indica esta vecina. “La mayoría de profesionales no sabe cómo abordar estas patologías; es muy difícil porque hay muy poca investigación. Nadie se hace cargo porque piensan que son de origen neurológico, en unos casos, inmunológico o reumático, en otros. Es un cajón desastre”, apostilla Cristina Alonso, que no padece la enfermedad pero la ha conocido de cerca y presta su ayuda en Fibro Rivas para compensar los momentos de debilidad del resto de socias que sí la sufren.
La fibromialgia también lleva aparejados problemas laborales o jurídicos. “Cuando no puedes más de cansancio tienes que ir a trabajar. Las bajas te ocasionan problemas con los médicos, que no te las quieren dar, y en las empresas, con compañeros y jefes que llegan a pensar que eres una persona vaga”, describe Carmen.
Lograr una invalidez tampoco es un camino sencillo. “Debes pasar por unos periplos tremendos, con abogados, médicos privados especialistas y tribunales médicos”, apuntala.
Fibro Rivas es con todo una de las asociaciones más activas de la región. En 2014 registró medio millón de firmas en el Congreso de los Diputados para exigir protección sociolaboral, económica y sanitaria por ley. Seis años después no han logrado el objetivo. “A nivel estatal no hay ningún protocolo a seguir seriamente para que nos trate un especialista en concreto”, denuncian. Una de sus reivindicaciones es contar en la ciudad con un equipo multidisciplinar que aborde la enfermedad desde distintas ópticas, como neurología, reumatología, psicología, fisioterapia e internistas. “Es algo que tratamos de conseguir para Rivas”.
MAYOR DEMANDA EN SALUD
El crecimiento de la ciudad sin servicios públicos proporcionales también afecta a la salud de las mujeres. Hasta la fecha, los recursos sanitarios locales se componen de los centros de salud La Paz, Santa Mónica y Primero de Mayo, que atienden a una población de 93.704 habitantes a fecha de enero de 2020 (47.255 mujeres). Según datos de la Concejalía de Política Territorial del Ayuntamiento, a lo largo de 2020 se prevé la entrega de 1.038 nuevas viviendas, lo que supondría un incremento poblacional estimado de 3.218 residentes.
Rivas es uno de los municipios que más crece, con diez mil personas más cada cinco años, desde 2010, y con una tasa bruta de natalidad por encima de la media del país. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, correspondientes a 2017, se registraron en la ciudad 11,7 nacimientos por cada 1.000 habitantes, cuando la media nacional ese año se situó en 8,4.
Esta circunstancia conlleva la necesidad de incrementar los servicios sanitarios, dependientes de la Comunidad de Madrid, que dan cobertura también a la población femenina. Así lo percibe una profesional que observa desde hace cinco años la realidad de las mujeres embarazadas y con bebés lactantes de Rivas. Lola García Campos, de 58 años, es la matrona del centro de salud Primero de Mayo. “En Rivas hay mucha natalidad. De hecho no hay suficientes colegios, algo que ahora se está pidiendo”, anota sobre la situación de emergencia educativa que atraviesa la ciudad ante la escasez de plazas para el próximo curso.
“Cada vez que dan pisos nuevos aumenta mucho el número de mujeres que acuden a consulta, también de embarazadas. Desde el Primero de Mayo se ven las grúas en los edificios que están construyendo. Todo eso es población nueva que vendrá, la mayoría parejas o familias jóvenes que tendrán hijos, así que estaremos peor si no se refuerzan los servicios, como con el centro de salud previsto en el barrio de La Luna. Si no llega, será imposible”, augura Lola, una de las profesionales invitadas al programa Marzo Mujeres 2020 pero cuya experiencia relata otra compañera porque una baja médica la mantiene en casa.
En el municipio, la relación de las mujeres con estas consultas comienza desde la prevención. “Practicamos citologías para evitar el cáncer del cuello de útero; después las veo desde el principio del embarazo, en la preparación del parto y lactancia. La relación es muy larga”, detalla Lola, quien también imparte charlas en los institutos sobre planificación familiar y prevención de enfermedades de transmisión sexual. Uno de los servicios más gratificantes para esta profesional de la salud son los grupos de lactancia, una iniciativa que ayuda a las mujeres a seguir en sus casas con esta práctica. “Sin apoyo es duro, y muchas abandonarían. Pero en estos entornos hacen tribu, conocen a otras madres que han atravesado situaciones difíciles y ven cómo han salido adelante”, relata sobre estos encuentros que se producen los viernes, durante dos horas y media y que reúnen alrededor de 15 o 20 mujeres en el Primero de Mayo.
*Contacto Fibro Rivas: 625 109 580 / Correo:
fibrorivas@gmail.com / Facebook: @fibrorivas.