Texto: Lucía Olivera. Fotografía: Francisco Mariscal
La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Rivas cumple 20 años. Desde su creación en 1999, más de 4.000 estudiantes se han matriculado en ella.
Este curso, la sede ripense cuenta con 1.163 personas inscritas, lejos de las 264 alumnas y alumnos que iniciaron la andadura por este espacio de enseñanza hace dos décadas, cuando solo se ofrecían cuatro carreras (Psicología, Derecho, Ciencias Empresariales y Educación Social). Hoy, la oferta formativa se ha ampliado a siete modalidades.
A las citadas se suma Administración y Dirección de Empresas, Geografía e Historia, el curso de acceso a la universidad para mayores de 65 años y otro para mayores de 25 años. Además, también se imparten cursos UNED Sénior con las modalidades de Historia de España, Historia Universal, Historia del Arte y Aprendizaje de la memoria.
Javier Navarro Fernández, coordinador de UNED en Rivas y tutor de Estadística, considera que la colaboración incesante entre el Ayuntamiento de Rivas y su institución ha impactado de forma muy positiva en el aumento de las matriculaciones: «Este incremento se ve reflejado en todas las facilidades que tiene a su disposición el alumnado. El mero hecho de que, al ser vecinas o vecinos, puedan asistir a sus tutorías casi andando en algunos casos es fabuloso».
Navarro también destaca, además de la variedad de grados, la calidad del edificio donde se ubica, con sus aulas insonorizadas y la disponibilidad de aparcamientos: »Dentro de los centros de zona de la UNED que conozco, y son muchos, este es el que más me gusta. Me parece uno de los mejores, si no el mejor. Y no lo digo solo yo; el personal docente nuevo que se incorpora siempre comenta lo bien que está».
El coordinador opina que hay muchos motivos de celebración en este aniversario. El principal: la demostración de que a través de la colaboración es posible crecer y evolucionar, tal y como lo han hecho tanto la UNED gracias a Rivas, como Rivas gracias a la UNED. Beatriz Carrillo, tutora de Psicología, considera que esta universidad «cumple una labor social muy importante: acercar la enseñanza universitaria, entre otras, a esas personas que por diversas razones no pueden acudir a unas aulas a diario». Para ella, esta sede satisface dicha función por partida doble, pues acerca esta posibilidad a quienes viven en la periferia este y sureste de la capital.
Todas las cifras quedan cortas al examinar de cerca las experiencias personales de quienes se han beneficiado de este servicio. Es el caso de Josefa Cuenca, antigua alumna y exprofesora de la UNED de Rivas, que consiguió cumplir su sueño, acceder a la universidad, gracias a sus estudios en este centro una vez cumplidos los 25 años.
Cuando le correspondía someterse a la prueba de selectividad, no tuvo ocasión. «Quería ser profesora y siempre me quedó la espinita de no haberlo hecho. Así que, cuando viene a Rivas a vivir, decidí matricularme en el curso de acceso a la universidad para mayores de 25 años. La experiencia marcó un antes y un después en mi vida». Al concluir el curso de acceso, se matriculó en Pedagogía, ya en otra sede (esta licenciatura no estaba disponible en Rivas). Pero no estaba contenta: »El ambiente era muy diferente y debía desplazarme en coche hasta el lugar, tardaba mucho en llegar».
Unas amigas le contaron que podía cursar Educación Social en la UNED de Rivas. Y volvió a su casa. Aquí se licenció en la materia. Y en 2005 comenzó a trabajar como tutora en el centro: «Me pareció lo máximo, porque satisfacía la aspiración de seguir mi vocación: por fin iba a ser profesora».
SEMBRAR Y RECOGER
Josefa Cuenca, ripense, coincide en que las actividades de la UNED tienen un retorno directo en la comunidad del municipio. Ella sirve como ejemplo: actualmente es voluntaria del servicio local de mediación vecinal, donde coincide con algunas de sus antiguas alumnas y compañeras del grado de Educación Social.
AULAS VIRTUALES
Después de celebrar los logros obtenidos durante las últimas dos décadas, queda soplar las velas de la tarta y pedir nuevos deseos. Francisco Javier Muñoz, tutor de Historia y Geografía, ya lo ha hecho: «Sería muy ventajoso tener aulas virtuales para transmitir en directo las tutorías para aquellas personas que no pueden acudir. También contar con equipos informáticos más modernos». Para cumplir estos deseos y superar nuevos desafíos, no vale con cerrar los ojos: será necesario seguir trabajando.