Una de las dos sedes de la Asociación Española de Empresas de Crowdfunding se halla en el Centro de Emprendimiento e Innovación (CEI) representada por su vicepresidente Miguel Moya (Cartagena, 33 años).
La relación de este murciano con Rivas se debe a su unión a la cooperativa de trabajo ConectaLab. En ella, Miguel gestiona una plataforma de financiación colectiva con la que ofrece a empresas y emprendedores la opción de testear su proyecto en el mercado.
«Conseguir una línea de crédito es muy complicado actualmente por eso pensamos que gracias a las campañas de financiación colectiva (crowdfunding) podemos ver qué perspectiva tiene el proyecto en el mercado», relata.
«En ConectaLab, además, acompañamos al cliente durante la campaña de crowdfunding ayudándole a establecer una estrategia de comunicación que facilite la explicación del proyecto al público. Estas personas no siempre tienen formación en comunicación o ventas por lo que este servicio es necesario y muy útil», añade al tiempo que señala algunos de los perfiles que integran la cooperativa y de los que se puede servir el cliente, como jurídicos, contables y especialistas en marketing digital.
«Si la respuesta del proyecto es positiva la persona emprendedora ya tiene una métrica real para pedir financiación a los inversores», matiza.
La plataforma ya la han usado, por ejemplo, para recaudar fondos destinados a la creación de una máquina para elaborar jabón natural.
«La emprendedora no reunió el capital necesario pero ha generado una base de datos enorme de gente interesada en su proyecto». En otra ocasión acogieron una iniciativa de modelismo espacial. Los precursores querían construir un cohete que consiguiera un vuelo directo. Al final, detectaron que su negocio residía en la educación: enseñar física a través del modelaje de cohetes.
Cualquier proyecto de innovación es bien acogido en su plataforma, Injoinet.
«Siempre se dice que nueve de cada diez empresas nuevas fracasan, pero tenemos un informe del Banco Mundial que demuestra que el 85% de empresas que logran financiación con estas plataformas sobreviven porque ya han validado su interés en el mercado», aclara.
