Clara Barroso, José Luis García-Prieto, Mª Jesús Fronce, Nga Vu y Úrsula López ponen cara a la primera cooperativa integral de la Comunidad de Madrid: la cooperativa ‘Besana’.
A estos cinco socios trabajadores se suman 107 personas socias que pagaron 20 euros iniciales para optar a un 5% de descuento en los productos; talleres gratuitos de formación; participación en las asambleas, y la compra de cestas a quince días de planificación.
«Lo normal hasta ahora era cooperativas de distribuidores o productores, pero ninguna integraba toda la cadena de valor. Desde la producción hasta el consumidor», explica Chus. Las cooperativas integrales funcionan en Cataluña, en Madrid son pioneros.
«Nos quedamos en paro y decidimos apostar por el autoempleo»
Ripenses desde hace más de una década, se conocieron en los surcos de los huertos del Sotillo que cultivaban para el autoconsumo. «Nos quedamos en paro y decidimos apostar por el autoempleo», cuenta María Jesús. Besana, adjudicataria de una de las 32 parcelas del Parque Agroecológico, necesitará dos personas trabajadoras más a partir de este verano.
«Con la parcela del Parque Agroecológico no damos abasto. Primero le daremos la opción de trabajar la tierra a quienes ya son socios», añade. A partir de octubre, la producción de hortícolas y frutales será propia gracias a las dos hectáreas que labrarán en el parque regional del Sureste, a los pies de los cortados del Piul.
Este proyecto aúna la producción, distribución y venta de alimentos ecológicos.
«Además, posibilitamos al resto de proyectos del Parque que distribuyan en nuestra tienda», cuenta Chus desde el establecimiento que lleva desde abril en marcha en la avenida José Hierro. Apostar por el producto de proximidad abarata los precios y fortalece la red de agricultores ecológicos del municipio