La ciudad de Rivas se une a dos iniciativas comprometidas con la mejora de la sociedad este 30 de noviembre, fecha en la que se celebra el Día de las Ciudades Educadoras y el de las Ciudades por la Vida.
La primera iniciativa promueve el derecho de todas las personas a la educación como vehículo para hacer realidad otros derechos fundamentales, como recoge el manifiesto de las alcaldesas y alcaldes adscritos, y que los gobiernos locales asumen fomentando una educación inclusiva y de calidad, sin discriminación y reforzando la labor fundamental que ejercen los centros educativos y las familias.
Estos municipios destacan también la importancia de potenciar propuestas educativas innovadoras desde el ámbito no formal e informal que complementen y enriquezcan la educación formal.
«Desde el gobierno local, estamos comprometidos con crear espacios de encuentro, diálogo, reflexión y decisión para la ciudadanía e invitamos a la comunidad educativa, al tejido asociativo y a la sociedad civil en su conjunto a aunar esfuerzos para hacer efectivo el Derecho a la Ciudad Educadora», ha defendido el alcalde de Rivas, Pedro del Cura.
La Asociación Internacional de Ciudades Educadoras está formada por 488 urbes de más de 36 países de todos los continentes, entre ellas Belén (Palestina), Buenos Aires (Argentina), Adelaida (Australia), Dakar (Senegal) Changwon (Corea del Sur), Gotemburgo (Suecia), Lisboa (Portugal), Avilés, Zaragoza, Vila-real o Rivas.
DE AMARILLO CONTRA LA PENA DE MUERTE
Hoy también, el municipio ripense se une a la iniciativa internacional Ciudades por la Vida, iluminando el conjunto escultórico La Espiral, situado en la rotonda a la entrada de Rivas oeste, de amarillo, el color de Amnistía Internacional.
Esta ONG y la Comunidad de Sant’Egidio (plataforma laica que agrupa a más de 50.000 personas en 70 países) convocan de forma conjunta esta jornada para mostrar el rechazo de la población mundial a la pena de muerte.
Más de 2.000 localidades de todo el mundo (entre ellas Berlín, París, Roma o Montreal) participan en esta acción, a la que se unió el año pasado Rivas. En España, también se desarrolla en 35 ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Málaga y Oviedo. Todavía muchos países mantienen la pena capital y, en 2016, al menos 1.032 personas fueron ejecutadas en 23 países. Todo ello sin contar con China, de donde se desconoce la verdadera magnitud del uso de la pena de muerte, pues los datos al respecto se consideran secreto de Estado.
La fecha (30 de noviembre) es representativa, ya que en ella se conmemora el aniversario de la primera abolición de la pena de muerte en el mundo, que se llevó a cabo en el Gran Ducado de Toscana, en 1786.
