El AMPA de la escuela infantil pública Patas Arriba, una de las siete que funcionan en Rivas, lleva semanas implicada en una campaña que reclama a la Comunidad de Madrid que prime criterios de calidad educativa frente a los económicos al decidir quien se encarga de gestionar el centro.
Existe un riesgo cierto, denuncian las madres y padres, de que la cooperativa de educadoras que dirige con éxito esta escuela desde su apertura, en 2004, sea relevada el próximo curso por una empresa que poco tenga que ver con el mundo educativo. Cada cinco años se somete a concurso la gestión de las escuelas infantiles y en las últimas concesiones la Comunidad de Madrid ha adjudicado la dirección de muchas escuelas infantiles públicas a filiales de empresas constructoras, de catering, etc.
«Las escuelas infantiles salen a concurso con unos requisitos complejos que limitan a las cooperativas de educadoras su capacidad de competir con empresas en concursos en los que prima la oferta económica», dicen desde el AMPA de Patas Arriba.
En la búsqueda de apoyo de la comunidad educativa ripense, los padres y madres de este centro han recogido firmas en la ciudad para exigir a la Comunidad de Madrid que «valore, en primer lugar, la calidad educativa del proyecto que finalmente se ocupe de gestionar esta escuela infantil».