El Tribunal Superior de Justicia de Madrid no ha admitido a trámite el recurso que la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid interpuso contra la sentencia previa que ganó en 2010 la exdirectora ripense de la escuela pública infantil Grimm, Henar Olea, una de las seis directoras de escuelas infantiles madrileñas cesadas por la Comunidad de Madrid en septiembre de 2008 sin alegar causa justificada.
Henar Olea denunció ante el juzgado de lo social de Madrid su cese en 2008, y éste le dio la razón en mayo de 2010. Pero la Comunidad recurrió ante el Tribunal Superior de Justicia, que ahora ni siquiera ha aceptado el recurso a trámite.
La primera sentencia ya obligaba a la Comunidad de Madrid a reponer a Henar Olea en su puesto con todos los derechos jurídicos y administrativos.
Olea estuvo al frente de la escuela infantil Grimm durante 13 años, un centro dependiente de la Comunidad de Madrid. Su trayectoria se vio interrumpida cuando le comunicaron su cese, una decisión unilateral de la Consejería de Educación en 2008.
«La decisión del Ejecutivo regional fue sin duda una clara represalia por el momento conflictivo que se vivió todo el año en protesta por los decretos de mínimos y de curriculum, y la Consejería quiso ejemplarizar en las seis directoras cómo se las gasta con los que se atreven a contestar sus medidas», se lee en una nota de la Junta de Portavoces de Escuelas Infantiles y Casas de Niños de la Comunidad de Madrid.
La carrera profesional de Henar, que comenzó hace 21 años, se desarrolla hoy en el colegio público José Hierro, también en Rivas, donde continúa promoviendo los valores por los que acaba de ser distinguida al recibir uno de los premios al Compromiso Educativo (categoría ‘Profesorado’), galardones que concede la comunidad educativa ripense desde hace dos años.
La trayectoria de Olea comenzó en un momento en el que los centros de infancia daban un paso cualitativo, dejando su rasgo de simple guardería para convertirse en lugares donde se educaba a los niños y niñas. Comenzaba a primar la preocupación por obtener recursos educativos necesarios para el pleno desarrollo de los y las menores y, en ese contexto, empezó Henar Olea su militancia en la educación pública de calidad.
Por unanimidad, las trabajadoras de la escuela infantil Grimm propusieron a su «antigua jefa» como candidata a los premios Compromiso Educativo de Rivas. De ella han destacado el tesón con el que desarrolló el proyecto educativo en el centro y el impulso que dio a la creación de espacios de participación basados en la toma de decisiones consensuadas.
