En su segundo año de vida en la alta competición, el equipo de waterpolo Ciudad de Rivas ha logrado lo que el pasado curso acarició: el ascenso a Primera División, la categoría de plata española por detrás de División de Honor. Tras finalizar segundas en la liga madrileña a la estela de Boadilla, que renunció a jugar la fase de ascenso, las ripenses vencieron a sus dos rivales en la pelea por escalar de categoría: 7-17 a la Universidad Politécnica de Valencia, en aguas valencianas, y 11-9 a Granollers, en el polideportivo municipal Parque del Sureste.
“Este año íbamos a la fase de ascenso con muchas esperanzas. Ya la pasada temporada nos quedamos a las puertas [perdieron uno de los dos partidos]. Éramos un año menores y nos faltaba preparación. Hemos aprendido a manejar mejor la presión”, recuerda Sofía de Andrés Fuentes, que con sus 175 centímetros de altura es una de las tres porteras del equipo.
Con apenas 17 años y a punto de examinarse en la EVAU tras finalizar segundo de bachillerato en el instituto público Europa, es de las veteranas de la plantilla. Todas las integrantes tienen menos de 18 años, salvo la atacante Cintia Calvo que, con 25 primaveras, es la más longeva y única que supera la veintena. Juventud acuática en su máxima expresión. Y un vestuario con ocho jugadoras ripenses de cuna, y todas de la cantera.
A pesar de esa bisoñez deportiva, el grupo que dirige el entrenador Javier Peláez tiene en el apego afectivo una de sus fortalezas: “Nos conocemos desde hace tanto tiempo que, más que amigas, ya somos familia. Fuera del ámbito deportivo quedamos siempre para salir”, cuenta Sofía. La portera, que se lanzó al agua para jugar con el balón con siete años, reivindica los afectos: “Somos un equipo muy unido. Nos queremos mucho. No existe la envidia. Y el apoyo es constante. Además, somos muy trabajadoras”.
«Nos conocemos desde hace tanto tiempo que, más que amigas, somos familia. Fuera del ámbito deportivo quedamos siempre para salir», cuenta Sofía, una de las tres porteras
Ellas son la flecha de agua que señala el rumbo a otros equipos del club, integrado por 122 deportistas (53 mujeres y 72 hombres) y 12 equipos, dos por categoría: benjamín, alevín, infantil, cadete, juvenil y absoluto.
MÚSICA Y GOLES
Sofía y otras jugadoras también compiten con el equipo juvenil, que disputa en junio el título autonómico en final a cuatro, tras quedar cuartas en la fase regular: “Hemos tenido una temporada complicada con el juvenil, centradas como estábamos en el equipo sénior”, aclara.
Antes de irse de vacaciones, se peleará por ese podio regional al ritmo de la música que suena en el vestuario, cuando el cuerpo técnico lo permite. “Somos muy bailonas. Tenemos una lista de canciones para antes de los partidos”, detalla Sofía. La que más ha sonado esta temporada, la pegadiza ‘I gotta feeling’ [‘Tengo un sentimiento’], de la banda californiana Black Eyed Peas. Como dice el estribillo, mucho sentimiento para una temporada sensacional.