Pocas ciudades pueden presumir de tener en su padrón municipal a una jugadora campeona del mundo de fútbol. Rivas no tiene una ni dos, sino tres. Tres vecinas de oro. Yolanda Sierra, del Atlético de Madrid, Paula Partido, del Real Madrid, y Sandra Villafañe, del Madrid FCC, levantaron la copa del Mundial sub 17 el pasado 30 de octubre en India. España, que venció en la final 1-0 a Colombia, revalidó el título conseguido en 2018 por la generación precedente.
No es el único éxito de la temporada de este trío. En mayo se colgaron la plata en la Eurocopa: se perdió la final contra Alemania en la tanda de penaltis. Un resultado vengado en semifinales del Mundial, donde derrotaron a las germanas por 1-0. También han conquistado el campeonato de España sub 17 con la selección madrileña. Triunfos que convierten 2022 en un año inolvidable en sus carreras deportivas. A pesar de su corta edad, las tres ya han debutado en liga española con el equipo A de sus respectivos clubes, aunque regularmente visten la camiseta del B.
Es una tarde de martes. Tras una visita institucional en el Ayuntamiento, donde ellas y sus familiares han sido recibidas por la alcaldesa, Aída Castillejo, y la concejala de Deportes, Mónica Carazo, las entrevistas se realizan en uno de los campos de fútbol del polideportivo Cerro del Telégrafo.
Cae la noche y sobre la hierba entrena un equipo canterano femenino del club La Meca. Niñas que las miran con cierto arrobo. De vez en cuando, alguna se atreve y felicita: ‘Enhorabuena’. Hace años ellas también pisaban este césped artificial. “Eran entrenamientos más divertidos y menos exigentes que los de hoy”, recuerdan con humor. Paula y Sandra, cuando tenían 12 años, ya protagonizaron un reportaje en esta revista, al quedar campeonas de España sub 12 con Madrid. Las tres cursan actualmente segundo de bachillerato, y compaginan sus estudios con las exigencias deportivas de entrenamientos, desplazamientos y partidos oficiales.
SANDRA VILLAFAÑE
MVP DE LA FINAL Y SEMIFINAL
Además de la medalla de oro, Sandra Villafañe, que porta el dorsal 5 tanto en la selección como en el Madrid CFF, se trajo de India dos diplomas que la distinguen como la jugadora más valiosa (MVP) de la semifinal y la final. Un doblete imperecedero para ella: “Ganar dos MVP es algo increíble. Además, es muy difícil que se lo den a una central, porque se suele ver más a quien mete goles o da una asistencia”.
Como el resto de compañeras, la pared de su habitación se ha convertido en retablo vitrina de trofeos: “Los diplomas los colgaré de la habitación y ahí se quedarán para siempre. Junto a las camisetas y las medallas. Para recordarlo toda la vida”, explica esta aspirante a fisioterapeuta y exalumna del colegio Hans C. Andersden.
Dice Sandra que su fortaleza como central radica en la velocidad: “Soy muy rápida, y eso que me enfrento a delanteras que corren como misiles. Como punto a mejorar, los balones en largo”. Su referente es Mapi León, central como ella: hoy en el Barça y con pasado atlético. “Ganar el Mundial es una pasada. No somos conscientes aún de lo conseguido. Según avanzan los días nos damos cuenta de lo que hemos hecho. No nos lo podemos creer”, se sincera. ¿El recuerdo más especial? “Cuando levantamos la copa, el momento por el que habíamos trabajado todo este tiempo. Es un instante increíble”.
Como sus compañeras, Sandra empezó a jugar al fútbol en el patio del colegio. Con los chicos. Con 5 años se puso su primera camiseta de equipo escolar. Luego ingresó en club ADPI Rivas, hoy desparecido. Y dos temporadas después, sus cualidades le permitieron ingresar en la cantera del Madrid CFF, donde ya solo peloteaba con chicas.
YOLANDA SIERRA
CAPITANA DE LA SELECCIÓN
Yolanda Sierra, dorsal 3 de la selección y del Atlético de Madrid B, habla con la misma facilidad que protege la portería. Esta defensa, que debutó con el primer equipo rojiblanco hace dos campañas en Las Gaunas contra el Logroñés, es la segunda capitana del combinado nacional. En su brazo luce un tatuaje con la palabra ‘Resiliencia’ escrita en inglés. “Con la L entre paréntesis, por mi hermana Leyre, que me enseñó lo que significa y la representa mucho a ella. Esa capacidad que tenemos de sobreponernos a dificultades y obstáculos”.
Obstáculos como la derrota contra México (1-2) en la fase de grupos del Mundial. Un punto de inflexión para el equipo, que se repuso de esa caída hasta coronarse como la mejor plantilla de la tierra. Y en la tierra planta bien los pies: “El fútbol no nos va a dar de comer”, aventura quien, sin el futuro decidido aún, tal vez estudie nutrición deportiva.
¿Y qué es el fútbol para ella? “La manera que tengo de despejarme del resto de cosas. Cualquier problema o inquietud se disipa jugando al fútbol. Es lo que más feliz me hace”. ¿Y lo de ser capitana? “Dicen que aporto liderazgo y comunico de manera positiva”, detalla quien ya acumula 11 temporadas en el Atleti: “En la familia siempre hemos sido muy colchoneros”.
Su infancia futbolera también empieza en un patio de colegio. A diferencia de Paula y Sandra, ripenses de toda la vida, Yolanda llegó a Rivas con su familia hace cuatro años, procedente del barrio de Vicálvaro, aunque estudia desde pequeña en Moratalaz.
De India, como al resto del equipo, se le quedó “grabada la pobreza que hay en la calle. Y mucha pobreza infantil. Te das cuenta de que aquí no valoramos lo que tenemos hasta que vives aquello. Cada niña o niño que saludábamos en la calle te devolvía una sonrisa. Ellos, que no tienen nada. India es un país de muchos contrastes, y la vivencia también nos ha hecho crecer como personas”.
La jugadora en la que se mira es Amanda Sampedro, entre 2002 y 2022 rojiblanca y desde julio de este año en el Sevilla CF: “Me entrenó dos años, siempre mi referente. Además es capitana como yo”. Ya en la posición de central que ocupa cita también a Mapi León.
¿Diferencias entre el fútbol masculino y femenino? “Al acercar el fútbol femenino al masculino, hay aspectos que se nos están pegando, porque hay cosas que generan dinero y lo que genera dinero se imita. En el juego las mujeres somos menos teatreras, menos buscadramas, de fútbol más limpio. Pero también lo que llama del fútbol masculino es que haya rivalidad y piques, más drama y movimiento, y eso hace que la gente lo vea y siga más. A mí me gusta que el fútbol femenino sea más limpio y honesto en ese sentido”.
PAULA PARTIDO
EL CENTRO DEL GOL EN LA FINAL
Con el número 20 a la espalda cuando se enfunda la camiseta roja de la selección, y el 7 de extremo en el Real Madrid B, Paula Partido tiene habilidad para lanzarse tanto por el flanco derecho como por el zurdo del ataque. “Aporto velocidad y desborde en el uno contra uno, poniendo centros al área y dando asistencias de gol”, se autorretrata. “Ganar el Mundial es una locura. Seguimos en la nube. Es un sueño”. Fue ella quien metió el centro al área que acabó con un gol en propia puerta de Colombia, dándole el triunfo a España en la final. Del campeonato, cuatro fotografías: “La mencionada jugada del gol; cuando se pitó el final, que no me lo podía creer; cuando nos pusieron la medalla una a una y cuando levantamos la copa”.
Paula, que pretende seguir estudios universitarios de Psicología, debutó en Champions el pasado 13 de octubre con el Real Madrid A, contra un equipo islandés, en el estadio Alfredo Di Stéfano, en la ciudad deportiva del club.
“Mi sueño es ser futbolista profesional y conseguir debutar con la selección absoluta, que es el top para cualquier futbolista. Y luchar por conseguir títulos con el Real Madrid”, dice.
Sus inicios también se remontan a la arena del cole, en su caso el centro José Saramago. Pasó por el club Covibar, donde militó dos temporadas. Y ahora se enfunda la camiseta blanca del Real Madrid. “Que el fútbol femenino se televise ya revela que cada vez interesa más a la gente. Pero queda mucho por conseguir”. La disciplina de aspirar a la profesionalidad exige rigor: entrena cuatro o cinco días a la semana, con una hora de gimnasio y hora y media de campo. Un esfuerzo que, por ahora, llega con recompensas soñadas. Larga vida deportiva a las tres futbolistas ripenses que ya son campeonas del mundo.