Texto: Álvaro Mogollo
La nevada acaecida durante el pasado mes de enero permanecerá en el recuerdo de cualquier ripense por su magnitud. Algunas personas se vieron afectadas de forma directa en su desempeño diario y otras se la tomaron como un regalo y le sacaron el máximo partido. Es el caso de quienes suelen hacer deportes relacionados con la nieve como el trail running y el esquí de travesía.
En este reportaje hablamos con vecinas y vecinos que no dudaron un segundo y cogieron el material necesario para echarse a la calle y los cerros del municipio para disfrutar de unas estampas tan poco habituales como peligrosas si no se está preparado. David Marina, Beatriz Algovia y Noé Pavón, del club de atletismo Sons of Running, y Marta Sánchez de León y Guillermo Fernández, amantes del esquí, cuentan cómo vivieron la experiencia.
“ERA TIEMPO PARA DISFRUTARLO Y GUARDARLO EN LA MEMORIA”
David Marina tiene 48 años, es vecino de Rivas desde hace 16 y se dedica a las telecomunicaciones en el sector bancario. Además de integrante de Sons of Running, pertenece al club de triatlón Diablillos de Rivas, “uno de los mejores de España en esa modalidad”. Recomienda fervientemente la práctica deportiva a todos los niveles porque es bueno para la salud. Durante los días posteriores a la nevada, aprovechó para deleitarse: “El paisaje era espectacular y me dejé llevar por el entorno, que era maravilloso”, comenta.
Beatriz Algovia, de 47 años, trabaja como técnica ambiental y es una gran amante del running, deporte que, según explica, requiere mucha constancia: se pierde la forma si pasa algún tiempo sin practicarlo. “Era difícil correr esos días porque había mucho riesgo de resbalones y torceduras, aunque estoy acostumbrada a hacer running con nieve en montaña y tengo experiencia”.
Otro socio del club que disfrutó trotando por lugares insospechados fue Noé Pavón, de 44 años. Vecino desde 1986, este ingeniero técnico industrial, que trabaja como responsable de proyectos de operación y mantenimiento eólicos en una empresa del sector de las energías renovables, no quiso perderse un momento memorable: “Era increíble, se creó una situación y un entorno que, en mis 35 años de vida ripense, no se me había presentado nunca. Y no sé si se volverá a presentar”.
Evidentemente, las condiciones implicaban una dificultad extra a la hora de entrenar: “Fue bastante complicado. No podíamos ejercitarnos donde normalmente lo hacemos, como la pista de atletismo del polideportivo, la zona de los cortados de La Marañosa o la laguna de El Campillo. Y te exponías a torceduras y resbalones”, cuenta Beatriz. Durante esas jornadas, al ser complejo seguir un entrenamiento determinado, aprovecharon también para hacer ejercicios de fuerza en casa.
Con el paso de los días, la nieve se transformó en hielo, algo que no casa bien con la carrera a pie, explica David: “El tránsito de vehículos y personas hace que la nieve se vaya compactando y posteriormente se convierta en hielo. Por ello entrenábamos con cautela, disfrutando de las vistas y sin tomar riesgos”. Para paliar esa dificultad, optaron por calzarse las zapatillas de trail running: “Este tipo de zapatos se agarran muy bien al terreno y evitan muchos resbalones, ya que ganas mayor estabilidad en el desplazamiento”, dice Beatriz.
Salieron a correr en grupo, en compañía de otras personas del club: una buena idea por si surge algún inconveniente. Hacer deporte en compañía es siempre más gratificante y ayuda a terminar los entrenamientos: a veces el ejercicio se torna más complicado rematarlo individualmente. Precisan, eso sí, que en todo momento han seguido los consejos para evitar la propagación de la Covid, guardando las distancias necesarias. David comenta algunos consejos útiles para estos casos: “Es mejor salir durante las horas centrales del día, de 12.00 a 17.00, porque la visibilidad es máxima y la temperatura es más liviana”.
Afirman que no esperaban una nevada tan abundante pese a las previsiones. “Como con otros hechos que han acontecido en los últimos meses, la realidad superó todas nuestras expectativas”, dice Noé. Los días posteriores sufrieron problemas de movilidad como toda la ciudadanía, aunque sin consecuencias graves, como indica Beatriz: “Tuve que teletrabajar durante esos días y mis hijos no pudieron ir al colegio”.
Para hacer deporte en tales condiciones se requiere necesario conocer la capacidad y limitaciones de cada cual, además de advertir los peligros que entraña el hielo y la nieve en forma de posibles lesiones. David comenta que con cuidado, a una velocidad razonable y con mucha atención a los vehículos, es posible hacer ejercicio. “Hay que correr con nieve al menos una vez en la vida, es una gozada”, cuenta Beatriz.
“Para mí, correr o el deporte es un modo de vida. Disfruto mucho en los buenos momentos y aprendo de ellos en los menos buenos. Me gustan los retos, así que, si hay algo difícil en ellos, simplemente me esfuerzo por convertirlos en fáciles”, recalca David. Para Noé, la constancia es un punto innegociable en el atletismo, como especifica: “En los trails de larga distancia necesitas hacer entrenamientos que requieren mucho tiempo, pero cuando te aficionas, es todo más fácil”. Ambos, junto a Beatriz, se deshacen en elogios hacia su entrenador José España, un portento de las carreras de montaña que acumula varios campeonatos nacionales, y que les exige mucho pero les guía hasta conseguir sus objetivos.
“NUNCA PENSÉ QUE PUDIERA SENTIR QUE HACÍA UNA VERDADERA EXCURSIÓN CON ESQUÍS DE TRAVESÍA EN RIVAS”
Guillermo Fernández y Marta Sánchez de León son pareja. Y también celebraron la aparición de la nieve en Rivas. Al principio, aunque vislumbraban la esperanza de esquiar en la localidad, lo percibían más como una ilusión que como una posibilidad real: “En mi mente estaba salir a lo largo del fin de semana a dar un paseo con los esquís, casi más por la gracia de sacarlos en Rivas que por hacer la propia actividad. Normalmente, cuando pronostican nevadas, suele caer bastante menos de lo que se prevé. Esta vez acertaron”, cuenta Guille. Marta dudó más pese a la abundante nevada: “Los dos primeros días no me puse los esquís. No estaba preparada y pensé que la nieve se iba a ir rápidamente”.
Pero el sábado 9 de enero todo fueron certezas, al ver el espesor. No daban crédito y se decidieron: “Por la mañana salimos Guille y yo con los esquís puestos por las calles y fuimos hacia los cortados. Hicimos una excursión de unas cuatro horas”, recuerda Marta.
Repitieron el domingo 10, con gran emoción, como precisa Guille: “Nunca pensé que pudiera emprender una verdadera excursión con esquís de travesía en Rivas. La sensación de salir del garaje con las tablas puestas no la puedo describir”. “¿Quién iba a pensar que en algún momento podríamos deslizarnos por las calles de la ciudad?”, agrega Marta.
Guillermo, de 29 años, es preparador físico, entrenador personal y coordinador de actividades deportivas del campus de Getafe de la UC3M. Durante los días posteriores a la nevada vivió las dificultades como muchas otras personas en la Comunidad de Madrid para desplazarse a su puesto de trabajo, aunque sin mayor relevancia: “A los tres días pude volver al trabajo circulando con mucha precaución y yendo con tiempo, no tuve demasiados problemas”. Marta, de 23 años y estudiante de sexto curso de Medicina, ya vislumbraba que, tras el fin de semana, sería difícil volver a la normalidad: “Por la cantidad de nieve que cayó, se veía la dificultad para transitar con normalidad desde el lunes, y me fue imposible llegar a mis prácticas en el hospital. Pero desde el miércoles se recuperó la normalidad”. Para sus excursiones emplearon todo su equipo de travesía: ropa de nieve, guantes, botas, bastones y los esquís; además de pieles de foca, material que impide que las tablas resbalen y se desplacen hacia atrás. Uno de los dos días fueron en soledad, otro contaron con la compañía de un amigo que hizo los paseos a pie.
Pese a que las ciudades no son lugares pensados para esquiar, no tienen dudas de que en montaña entraña mayor peligro que por las calles: “Es mucho más peligrosa la montaña porque hay condiciones que no podemos controlar. El mayor riesgo en las laderas son los aludes, desprendimientos de nieve que pueden llegar a enterrar a una persona. En Rivas no hay esa inclinación”. Otro factor relevante es la proximidad del domicilio, algo imposible en la montaña donde, ante cualquier imprevisto, estás normalmente a varias horas de tu domicilio o incluso del propio coche.
El esquí de travesía es una modalidad compleja que requiere buena forma física y técnica: “Para el ascenso cargas con el peso del equipo en pendiente. El descenso se hace fuera de pista por laderas llenas de nieve”, explica Marta. Guille apunta también la dificultad para encontrar lugares idóneos: “Se necesitan montañas con suficiente nieve y que esté en buenas condiciones”.
“CUANDO ME VINE A VIVIR A RIVAS ME SORPRENDIÓ LA IMPLICACIÓN DEL MUNICIPIO CON EL DEPORTE”
La opinión de estas cinco personas sobre el deporte en Rivas es muy positiva en líneas generales. La mayoría practica otras disciplinas, como baloncesto, gimnasia o crossfit [entrenamiento de alta intensidad]: “Cuando me vine a vivir hace ya casi 20 años me sorprendió la implicación del municipio con el deporte en general. Había muchas opciones distintas e instalaciones para la gente que quisiera practicarlas”, comenta Beatriz.
Guillermo lo corrobora: “La oferta deportiva es muy buena, al igual que el cuidado de las instalaciones. La actividad física y el deporte son sinónimos de salud, y por eso un municipio debe facilitar que se practiquen”. “Creo que se fomenta mucho la realización de deporte en Rivas, además las instalaciones son óptimas. Lo digo habiendo estado en la mayoría de las de la Comunidad de Madrid”, opina Marta.
Por supuesto, siempre hay aspectos mejorables, como señala David: “Hay que potenciar las instalaciones deportivas, que no son malas, pero a mi juicio son insuficientes para albergar clubes tan grandes y de tanto peso como los que hay en Rivas. Sons of Running o Diablillos nos sitúan en el mapa deportivo a nivel nacional, por encima de otras ciudades con muchos más habitantes y recursos. Eso hay que valorarlo para continuar creciendo y mejorando”.
Noé destaca el deporte ripense a todos los niveles: “Desde los colegios hasta al profesionalismo, se intenta potenciar el deporte y además en muchas disciplinas, y eso es positivo”. Y se suma a la petición de David: “Respecto al atletismo, que es el deporte que vivo y veo cada día, al contar con una única pista en todo el municipio, se nos queda pequeña para la gran cantidad de clubs y gente que individualmente se entrena en ella a diario”.