Texto: Nacho Abad Andújar
El ripense Sergio Canales cumplió su sueño el pasado 24 de septiembre: «Llevaba tanto tiempo esperando esta medalla». En Cali (Colombia), este joven de 18 años se proclamó subcampeón del mundo júnior de patinaje artístico. Una cita que reunió a los 20 mejores deportistas de la disciplina. Por delante de él quedó el italiano Michele Sica. Pero esa plata sabe casi a oro.
«Cuando aparecieron las puntuaciones [era el último en salir a pista], me llevé las manos al corazón. Casi me da un infarto. En cuanto supe que era medallista, ni me acordé de que podía haber quedado primero», recuerda una semana después de la gesta, ya en Rivas.
Canales pisó tierras americanas como campeón nacional, título alcanzado en Sant Feliu de Codines (Barcelona) en julio, y como único representante júnior [17-18 años] de la selección española en la modalidad individual. Los pronósticos lo situaban entre los cuatro favoritos. Y se cumplieron.
Se cumplieron porque este joven, que estudia grado superior de Educación Física en el instituto público Duque de Rivas, preparó con minuciosidad el mundial durante toda la temporada junto a su entrenadora Elba Alonso. Con cinco entrenamientos semanales, dos horas por sesión. En el centro municipal del polideportivo Cerro del Telégrafo, donde pasa sus tardes desde los 11 años. Pirueta arriba, pirueta abajo. Seleccionando cuidadosamente las músicas para los dos ejercicios (las pruebas se componen de un programa corto y otro largo) y las coreografías, diferentes a las de 2014, cuando quedó cuarto en el mundial de Reus, Tarragona (los mundiales sólo se organizan en categoría júnior y sénior).
«Desde el inicio de la temporada nos trazamos como objetivo el mundial. A principio de año, cada patinador se marca unas metas. En función de éstas, entrenas de una forma u otra. Y yo quería el mundial», explica. Tan clara era la certeza que, a la altura del verano, la federación española lo inscribió en la ciudad colombiana sin pasar por el Europeo.
«Nunca falta a un entrenamiento. Es perseverante y trabajador. Y con una mentalidad de superación constante», lo retrata Elba, la técnica que lo tutela desde que llegó al Club Unión Patinaje Rivas, cuando tenía 11 años, una edad tardía para iniciarse en esta disciplina [lo normal es empezar con cinco o seis años].
Elba es, además, directora técnica de la entidad deportiva, que cuenta con 75 fichas federadas (68 chicas y sólo siete chicos) y alrededor de 250 alumnas de entre 4 y 14 años que se forman en las escuelas deportivas municipales, coordinadas con la Concejalía de Deportes. Se trata de una de las cifras más altas de participantes de la Comunidad de Madrid. Entre esas 75 fichas figura la del subcampeón del mundo, que tantas alegrías ha dado al club.
NACIDO PARA ESTE DEPORTE
«Sergio ha nacido para este deporte», afirma su entrenadora. «Quiero seguir patinando todos los años que pueda», corrobora él. Patinar es su pasión. Una afición que despertó súbitamente, entre las paredes de su casa familiar. Tenía 11 años. Estaba harto de las clases de natación. Y una tarde, rebuscando entre esos objetos domésticos que parecen condenados al olvido, tropezó con unos viejos patines de su madre. Se los calzó. Le sobraba medio pie. «Me quedaban enormes», reconoce él. Pero echó a rodar, a deslizarse por el porche de la vivienda: «Fue ponérmelos y cambiarme el mundo. A partir de ese momento, todo fue patinaje, patinaje y patinaje».
Animado por una amiga, se presentó en el club: «Elba me admitió por los pelos, porque ya era mayor para iniciarme en el patinaje», confiesa. Lo mejor es que realizó la prueba calzando el par de su madre, cuya suela no llegaba a completar con sus menudos pies de niño. «En cuanto me aceptaron me compré unos de segunda mano». Y empezó a ir a las clases. Ese apego por las cuatro ruedas caló también en su hermano Jorge, que esta temporada, con 15 años, ha quedado cuarto de España en la categoría juvenil [14-15 años].
En 2016, Canales dará el salto a la categoría sénior [+19 años]. Y todo será más difícil aún. «Debe ganar volumen muscular y coger más fondo», aventura Elba Alonso. Canales mide 172 cm y pesa 60 kg. «Ahora toca fortalecer musculatura. La parte física es la que más me cuesta. Me gusta patinar. Hacer ejercicio, no tanto», se sincera.
Sabe que el horizonte se vislumbra empinado: «En la categoría sénior hay gente con mucha experiencia que lleva años compitiendo y a la que será difícil ganar. Será una carrera de fondo. Año a año, peldaño a peldaño».
Su ilusión para 2016 es el mundial de Novara (Italia): «Subirse al podio será prácticamente imposible. Pero dentro de dos años lucharé por ello». Al mundial acuden los tres primeros del campeonato estatal.
Canales cree que se jugará esas plazas con otros cuatro competidores de un nivel similar al suyo: «Si trabajo bien, puedo tocar metal». Y tiene claro que, tanto en el Campeonato de España como en el mundial [si logra el pase], bailará con las coreografías que tan buen resultado le han dado en Cali (plata) y Sant Feliu de Codines (oro). «Suelen tener una vida de dos años, así que aún podemos exprimirlas un poco más», aclara.
FUERA NERVIOS
Del mundial colombiano dice haber aprendido a dominar los nervios: «Antes, en las competiciones internacionales, me ponía histérico. Ahora controlo mejor. En Cali no me he alterado tanto. Hasta ahora, en competición internacional, el programa corto [el primero, poco más de dos minutos y que exige unos ejercicios obligatorios] lo hacía muy bien, pero fallaba en el largo [que es libre, dura unos cinco minutos y puntúa el triple]. Normalmente, en el corto hacía podio provisional y luego, en el largo, bajaba a la cuarta plaza».
Con su medalla de plata, guardada como oro en su habitación, ha saltado por encima de esa maldición. Esa pirueta aún debe sostenerse en el aire, hasta aterrizar el próximo verano en el mundial de Novara. Porque si por él fuera, estaría patinando «toda la vida». Como en el bolero. Toda una vida.
PALMARÉS DE SERGIO CANALES:
2015, júnior:
Subcampeón del mundo y campeón de España.
2014, júnior:
4º del mundo y 2º de España.
2013, juvenil:
2º del Europeo y campeón de España.
2012, juvenil:
5º del Europeo y 2º de España.
2011, cadete:
3º de España.