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Conciliar la práctica de actividades deportivas con la organización de la vida familiar no resulta del todo sencillo. Por ello, Maite Navas Castañar, vecina de Rivas de 39 años dejó las clases de aeróbic acuático que le ataban a un horario fijo para poder ir a nadar por libre. «Es la forma que he encontrado para seguir con el ejercicio y atender a mis dos niños pequeños», asegura esta vecina que también practica spinning, una actividad con la que completa su plan de actividades deportivas semanales.
Maite, que llegó desde Alcorcón hace ocho años, es usuaria habitual de la piscina del polideportivo Cerro del Telégrafo. Consciente de que se trata de un centro antiguo, señala algunos pormenores que, a su juicio, deberían mejorarse. «A veces el agua de la piscina no alcanza una temperatura idónea para el baño. Las duchas y los vestuarios también necesitarían algunas pequeñas reparaciones debido a su antigüedad«, subraya.
Las nuevas instalaciones deportivas estarán ubicadas en el barrio de la Luna, donde vive esta deportista ripense, por lo que no duda en autoproclamarse futura usuaria de las mismas. «Me vendría muy bien e incluso utilizaría la piscina con más frecuencia que ahora». Maite, que lleva a sus hijos a nadar al polideportivo Parque del Sureste, también justifica el uso de las instalaciones municipales en los precios: «Es bastante más barato que otras piscinas«, remacha.
Perder peso o mantener la línea es uno de los motivos que lleva a un gran número de usuarios a utilizar las instalaciones deportivas. Es el caso de Maite Pérez Rubio, ripense desde hace 17 años.
Acostumbraba a ejercitarse en un gimnasio privado pero cuando se inauguró la sala Atrio no titubeó a la hora de cambiarse. «El precio era un poco más elevado que el gimnasio al que yo acudía, pero me compensa». Y es que la nueva sala de fitness y musculación que la Concejalía de Deportes abrió al público el pasado marzo se antoja más cómoda y espaciosa, con sus 375 metros cuadrados, que cualquier otra instalación. «La sala a la que solía ir cada vez estaba más masificada», afirma.
«La nueva ciudad deportiva me vendría muy bien porque vivo cerca», asegura Maite Navas
Maite, de 40 años, hace bicicleta, elíptica, aerobic, cinta andadora y abdominales. Para acudir a la sala Atrio necesita coger el coche, por ello, el proyecto de la nueva Ciudad Deportiva le resulta atractivo en cuando a cercanía. «Me vendría muy bien porque vivo cerca. Sería usuaria de esas instalaciones«, asegura.
La faz deportiva de la ciudadanía ripense es una de sus señas de identidad. Más de 54.000 vecinos y vecinas ya han utilizado las instalaciones, ubicadas en 32 escuelas deportivas en las que se ofrecen más de 7.200 plazas cada temporada.
Bárbara es una vecina del municipio que lleva ocho años jugando al baloncesto. Compite en la segunda autonómica de Covibar y entrena a niñas de entre 8 y 9 años. Toda esta actividad deportiva la compatibiliza con sus estudios en Ingeniería de Telecomunicaciones. «Entreno tres días por semana y compito los domingos», cuenta esta ripense de 22 años.
Conocedora de espacios deportivos de otras ciudades, Bárbara asegura estar satisfecha con las instalaciones de Rivas. «Somos afortunados con lo que tenemos», admite. Aún así, confiesa que el proyecto de la nueva ciudad deportiva le entusiasma. «Parece una iniciativa de gran envergadura y, aunque tuviera que llegar hasta allí en coche, sería usuaria».
EL PROYECTO
La nueva ciudad deportiva de Rivas se ubica en una parcela municipal, con una extensión de 159.500 m2 (el equivalente a 23 campos de fútbol) del nuevo barrio de La Luna, junto a la Ciudad Educativa Municipal Hipatia. El Gobierno municipal quiere licitar las obras antes del verano de 2012. Y si las circunstancias económicas lo permiten, la previsión es abrirla antes de 2015.
La ciudad deportiva, que se suma a la del Cerro del Telégrafo y al polideportivo del Parque del Sureste, se concibe para dar servicio a 40.000 habitantes. Según el pliego de condiciones técnicas ideado por la Concejalía de Deportes, su construcción costaría aproximadamente 23 millones de euros. Ese pliego prevé la edificación de un gran edificio cubierto con un pabellón multiusos (3.000 espectadores en gradas) y una sala deportiva anexa para 400 espectadores (ambos suman 3.561 m2), una zona acuática (1.056 m2), un balneario urbano (400 m2) y un área de fitness (2.080 m2). Ya al aire libre, nueves pistas de pádel y siete de tenis.
La zona acuática se divide en tres áreas: un vaso rectangular de 25 metros de longitud con ocho calles, destinado a la competición y entrenamientos; una zona de aquafitness, enseñanza y labores terapéuticas, con dos piletas de 16,66×6 metros; y una zona recreativa, «con uno o varios» vasos para adultos y uno infantil.
El pabellón multisusos se enfoca para disciplinas como el baloncesto, balonmano, voleibol y fútbol sala. Cuenta con una pista desmontable de haya maciza de 45×25 metros. Un sistema de cortinas permitirá dividir la cancha en varias secciones. El pabellón se diseña para acoger todo tipo de eventos.
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CONOCE EL RESTO DE PROYECTOS
- 550 viviendas públicas: «además de una vivienda, quiero construir un barrio».
- El Parque Agroecológico: «la agricultura ecológica tiene un potencial brutal».
- La ciudad deportiva: «Es una iniciativa de gran envergadura. Aunque tuviese que ir en coche, sería usuaria».
- La biblioteca central: «un gran espacio».
