Olga Rodríguez (León, 1975) es una de las voces más autorizadas del periodismo y acaba de hacer su primera incursión en el cine como coguionista de ‘En los márgenes’, la opera prima de Juan Diego Botto. El guion ha sido construido con “más de cuarenta” casos reales, muchos de los cuales ya habían sido relatados por Rodríguez en varios reportajes.
El jueves 16 de marzo, imparte una clase magistral junto con Juan Diego Botto en la sala Marcos Ana (17.00), dentro del Festival de Cine de Rivas. Y a las 19.00, ambos participan en la gala de apertura, con la proyección de ‘En los márgenes’ y coloquio posterior con el público (19.00, cines H2O, invitaciones aquí)
¿Ha sido su primera incursión en el cine?
Sí. Yo hago documentales en Oriente Próximo y Medio y en EEUU. Pero no tiene absolutamente nada que ver escribir un guion sobre cuestiones reales que escribir uno de ficción aunque esté inspirado en historias reales.
¿Cómo ha sido la experiencia?
Muy interesante y muy positiva. Me ha permitido ver lo difícil que es sacar una película adelante, aunque tengas a Penélope Cruz, Juan Diego Botto y Luis Tosar. Al mismo tiempo, ha sido muy especial hacer esta película, porque ha supuesto un trabajo de campo grande. Tanto Juan [Diego Botto] como yo quisimos incrustarnos en la vida de un montón de personas afectadas por la precariedad, por la pobreza, por los desahucios y por el riesgo de perder una casa y no tener donde vivir. Eso ha supuesto convivir con gente muy especial, porque hay auténticas heroínas y héroes anónimos que no solo luchan por sus propios derechos y por intentar ofrecer a sus hijos e hijas una vida digna, sino que además ayudan a otros, tejen redes de solidaridad, que son estas asambleas por el derecho a la vivienda.
«Tanto Juan [Diego Botto] como yo quisimos incrustarnos en la vida de un montón de personas afectadas por la precariedad, por la pobreza, por los desahucios y por el riesgo de perder una casa y no tener donde vivir»
¿Cómo ha influido en el resultado final de la película su experiencia como periodista?
Cuando el director se pone a escribir, enseguida se da cuenta de que se va hacia un lugar condicionado por dos reportajes que yo había publicado recientemente, uno de ellos sobre personas afectadas por desahucios y otro con testimonios de dos educadoras sociales de Madrid cuyo titular era: ‘Todos los días nos llegan mujeres que nos dicen que si no se suicidan es por sus hijos’. Esas educadoras sociales decían que el nivel de desesperación era enorme y que ellas presenciaban todos los días una guerra sin balas, porque en nuestros barrios y en nuestras ciudades hay muchos lugares que viven una guerra, pero sin balas, en forma de abandono, de precariedad, de pobreza, de falta de ayudas. Ante eso solo te puedes defender creando comunidad, tejido y redes de solidaridad.
¿Cuántos casos reales les han servido de base para confeccionar el guion?
Más de cuarenta. Más de cuarenta personas desahuciadas o en riesgo de desahucio, integrantes de asambleas, activistas, abogadas y abogados, que son esenciales en tantos barrios, ciudades y pueblos. También tuvimos casos que inspiran una de las historias de la que estos días nos estamos acordando, porque ha surgido una noticia similar. El personaje en la película se llama Badía, y su hija, Shelma. Badía es una inmigrante marroquí que trabaja todas las horas del día para intentar sacar adelante a su hija. Son pobres y está sola. Un vecino llama a la policía, que llega a la casa y ve que la niña está sola, hace frío y hay humedades. Entonces se la llevan, y la niña llora y reclama a su madre. Badía corre el riesgo de perder a su hija porque es pobre y está sola. ¿Eso significa, sí o sí, que eres una mala madre? Por supuesto que no, son casos que ocurren de forma cotidiana y también queríamos reflejarlo.
¿Qué papel han jugado las plataformas de afectados en vuestro trabajo?
Todo parte de ellas y todo es para ellas. En las plataformas nos hemos encontrado con personas afectadas, que nos han ayudado y nos han abierto las puertas de su vida con una sonrisa siempre. Nos han enseñado muchísimo. Hemos podido entender mejor nuestra sociedad e inspirarnos y poder hacer un guion lo más ajustado posible a la realidad. Todos los personajes son de ficción, excepto una escena de una asamblea de vivienda a la que van algunos de los protagonistas y personas de carne y hueso que hacen de sí mismas, contando sus historias. Han sentido suya la película y esto es lo más bonito.
La sensación final es la de una película muy pegada a la realidad, con planos y escenas propias de un documental.
La escena de la asamblea podría ser un documental. Cada uno tiene que contar lo que le apetezca sobre su caso. Fueron seis horas de rodaje y de ahí se extrajo esa escena, que dura tan solo unos minutos. Pero yo no diría que es una película parecida a un documental en absoluto, es claramente una película de ficción, con su estructura y narrativa audiovisual muy típica de una película de ficción. Pero sí queríamos conceder esa escena más pegada a la realidad, una realidad suavizada en la película. La gente dice: “Qué dura es”, pero la realidad es mucho más dura.
¿Qué balance hacen de la trayectoria de la película?
La película se presentó en el Festival de Venecia y eso ya es muy importante. Luego estuvo en el Festival de San Sebastián. Aquí en España, en taquilla, ha ido muy bien, mejor de lo que los productores esperaban. Estuvo muchas semanas en cartelera, las tres primeras semanas entre las cinco películas más vistas. Ahora en España está ya en plataformas y se está empezando a estrenar en Europa: en Serbia, Polonia, Francia, Portugal, Grecia, Suiza… En Latinoamérica y en EEUU se estrena en Netflix, lo que va a ser muy importante. El resultado es más que positivo.
«La película se presentó en el Festival de Venecia y eso ya es muy importante. Luego estuvo en el Festival de San Sebastián. Aquí en España, en taquilla, ha ido muy bien, mejor de lo que los productores esperaban»
Cinco nominaciones a los Goya para la película de un director novel, no están nada mal.
Nada mal. Él está contentísimo. Penélope Cruz, la productora ejecutiva, también lo está. Son tiempos en los que hacer cine social es ir un poco contracorriente. Ahora vivimos un momento de repliegue y por eso creo que estas películas son más necesarias.
Es que abordan un tema que no ha perdido vigencia, aunque pueda parecer lo contrario.
Claro, la película termina con un rótulo que dice que esto sigue pasando a día de hoy, con más de cien desahucios diarios. Otro de los logros de la película es que se haya vuelto a hablar de esto, porque en los últimos tiempos se estaba produciendo un relato muy tergiversador y criminalizador de personas afectadas por el riesgo de desahucios, presentándolas como criminales que ocupan casas de gente de clase media y de clase trabajadora incluso. Eso no se corresponde con la realidad.
El número de desahucios ha crecido en un 40% en los últimos meses. ¿Han faltado medidas más contundentes contra este drama al que se enfrentan tantas familias?
Por supuesto, este es el tema junto con la inmigración que atraviesan nuestra realidad y que tiene que ser abordado de una forma valiente. Sin embargo, es un tema que en determinados espacios lo consideran muy peliagudos y muy molestos. Hay grandes fondos de inversión y grandes intereses en sectores privilegiados y muy poderosos con el objetivo de obstaculizar cualquier avance en ampliación de los derechos por la vivienda. Esto es una bomba de relojería, cuanto más se posponga el abordaje de este problema social, más consecuencias nocivas va a tener, no solo para las personas afectadas, sino para toda la sociedad, porque si asumimos que un sector de la población se tiene que quedar atrás, eso al final repercute en todo el país.
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OLGA RODRÍGUEZ Y JUAN DIEGO BOTTO, EN EL FESTIVAL DE CINE:
JUEVES 16 MARZO
17.00. Clase magistral: ‘De la calle al fotograma: un acercamiento al cine social’.
Sala Marcos Ana, centro cultural García Lorca. 15 euros.
Inscripciones y pago en la web festivaldecine.rivasciudad.es
19.00. Proyección ‘En los márgenes’ + Encuentro del público con Juan Diego Botto y Olga Rodríguez.
Cines Yelmo H2O. Invitaciones (dos por persona): en la web festivaldecine.rivasciudad.es