Clara Sánchez (Guadalajara, 1955) acaba de volver a la ciudad que le inspiró la novela ‘Últimas noticias del paraíso’, con la que en 2000 ganó el Premio Alfaguara. “Rivas se convirtió en un espacio poético excepcional”, señala en esta entrevista con motivo de su participación como jurado del 25º Certamen Frida Kalho de relato breve. De esta edición, Sánchez destaca el alto nivel de sus participantes y anuncia ya la próxima publicación de su nueva novela, que saldrá primero en Italia.
¿Qué nivel ha encontrado en esta edición del certamen, que cumple ya 25 años?
Un nivel bastante bueno y con unos cuantos relatos muy destacables. Me ha alegrado que los tres miembros del jurado no nos hemos tenido que pelear mucho porque había algunos que destacaban sobre los otros. Eso es muy bueno, porque quiere decir que hay autores en potencia, que son los no premiados bajo nuestro punto de vista, y que hay otros autores que ya están bastante maduros como para emprender una novela u otro tipo de publicación.
¿Ha encontrado alguna temática en los relatos finalistas que nos permitan ver por dónde van las nuevas voces de la literatura?
No en todos, pero en casi todos los relatos había bastante muerte. Quizá, influidos por la pandemia. Cementerios, muerte, algunos bastante tétricos… pero con un espíritu de ir hacia adelante en la vida.
Parece que la realidad que habíamos conocido hasta ahora se está desmoronando. Una pandemia, una nueva guerra en Europa… ¿Se nota esa nueva percepción del mundo en las nuevas narrativas?
Sí se nota. En estos relatos sí hay esa sensación de que hay que salir adelante sea como sea, porque todo se ha desmoronado a nuestro alrededor. Lamentablemente, no podemos conocer las edades de los escritores que han presentado los relatos, pero da la impresión de que es gente con conciencia de lo que está viviendo, de lo que ha tenido, de lo que ha perdido en este proceso y empieza a ver las cosas bastante negras.
“Uno tiene que escribir como es, lo que no quiere decir que hable su vida ni de sí mismo”
¿Qué valor tienen estos certámenes a la hora de descubrir nuevos talentos?
Son importantísimos. Para la gente que escribe es muy difícil que una editorial te publique una novela. No es imposible, pero tienes que hacer un gran recorrido en el que puedes ir ayudándote con estos certámenes, donde una serie de escritores van a leer los cuentos y los van a valorar.
¿Qué destacaría del relato ganador?
Sobre todo, que está muy bien escrito. Se nota pericia en el escritor y, al mismo tiempo, no es amanerado, rebuscado ni artificioso. Es un relato con mucha intriga, que arrastra muchísimo al lector.
Usted ha ganado el Nadal, el Alfaguara, el Planeta… ¿Qué supusieron esos premios en su carrera?
Fue muy importante, porque de pronto te das a conocer, se te abren puertas, tienes más lectores y a todos nos gusta ganar un premio. Al Alfaguara le tengo muchísimo cariño, porque entonces, cuando lo gané, vivía en Rivas, y la novela que ganó el premio, ‘Últimas noticias del paraíso’ está absolutamente inspirada en Rivas.
¿Es Rivas una ciudad literaria?
Para mí sí lo fue. Ten en cuenta que este premio lo gané en el año 2000 y entonces Rivas estaba menos estructurada que ahora, había menos gente… La ciudad está muy cambiada. A mí me resultaba muy inspiradora, porque era como un tránsito entre el campo y la ciudad. Hablo mucho de ello en la novela.
Le da mucha importancia al espacio en el que transcurren sus novelas.
Claro, para mí era un espacio ideal esa burbuja donde vivíamos, donde teníamos nuestros sueños, y podíamos entrar en otro mundo más grande, Madrid. Yo veía que había como un cordón umbilical entre la ciudad, el anonimato, donde puedes tener tres o cuatro amores y no se van a enterar entre ellos, y Rivas, cuando por la noche cogías el autobús de La Veloz y te traía al pequeño mundo donde todo el mundo se conoce y puedes captar mejor la atmósfera de la familia, las inquietudes de cada uno… En la novela hablo del polideportivo, de cómo son las casas, de la luna enorme que veía cuando estaba llegando a Rivas. Para mí, que el espacio es tan importante, Rivas se convirtió en un espacio poético excepcional para que yo pudiese hablar de la familia y de la necesidad de escapar hacia otros sitios.
Suele decir que es importante ver el carácter del escritor, en este caso de la escritora, en sus novelas.
Todos ponemos nuestro carácter y personalidad en lo que escribimos. Detrás del estilo hay una persona con fobias, intereses, manías o resquemores, y eso de alguna manera se trasluce en la manera que tienes de escribir. Uno tiene que escribir como uno es, lo que no quiere decir que estés hablando de tu vida ni de ti mismo