SÁBADO 26 MARZO / 21.00.
Auditorio Pilar Bardem.
Retirada de invitaciones, aquí (solo a partir del 21 de marzo) y en taquilla del auditorio (jueves 24 y viernes 25, de 18.00 a 20.00, y sábado 26, desde las 20.00).
Lo que empezó como una forma de mantenerse ocupadas durante la pandemia es hoy todo un fenómeno de masas. ‘Estirando el chicle’ es un podcast que escuchan cuatro millones de personas al mes, ha ganado dos Premios Ondas al mejor programa de emisión digital [el segundo, concedido al día siguiente de esta entrevista] y ha vendido 12.000 entradas en 17 horas en el Wizink Center, un récord para un show de comedia.
Con su mantel floreado y su tendal de bragas -a cada invitada le piden una con historia- viajan por España con el podcast reconvertido en espectáculo de humor. Son Victoria Martín (Madrid, 1989), vecina ripense, y Carolina Iglesias (Oleiros, 1993). Y son también las encargadas de cerrar el Festival de Cine de Rivas en la gala de entrega de premios, el sábado 26 en el auditorio Pilar Bardem (21.00).
En esta entrevista habla Carolina, el alma gallega del dúo, la que calma los arrebatos de su pareja cómica con gesto sosegado y cerebro rápido. Prometen, en el espectáculo ripense, “no dar la chapa” y llenar de comedia el escenario.
Llegan precedidas de un último medio año de triunfos, tras el Ondas o el llenazo en el Wizink Center. ¿Cómo se gestiona el éxito?
También tengo esa duda. Creo que lo bueno de todo es que cambia el entorno pero nosotras, nuestras amistades y nuestro mundo no cambian. Eso hace que te mantengas en paz. Y luego con terapia. Pero no le doy mucho valor porque es muy difícil asimilar todo lo que nos están ocurriendo.
¿Se buscan huecos para la reflexión, para asimilar y evaluar o la inercia pasa por encima?
Sí que nos pasa eso de que la rutina y la inercia nos pasan por encima porque no nos da tiempo a parar y decir ‘qué bien esto que está pasando’. Pero en momentos clave, por ejemplo, cuando llenamos el Wizink Center, yo estaba trabajando, fue entre semana, y dijimos que nos teníamos que ver y celebrar ese momento porque era una cosa única. Yo, siempre antes de actuar y de camino al escenario, trato de valorar lo que está ocurriendo. Me digo ‘has llenado un teatro de gente que viene a verte’ y pienso ‘qué ilusión cuando aplaudan por primera vez’. Eso me da mucha paz.
«Empezamos el podcast por pura salud mental para hacer algo en casa durante el confinamiento»
¿Qué hace para cuidarse?
Voy a terapia y al fisio casi todas las semanas. El cuerpo es importante cuidarlo. También estoy empezando a hacer deporte y, sobre todo, a obligarme a quedar con las amigas como algo igual de necesario que ir a trabajar. Ahora juego al fútbol con ellas y siempre trato de encajar el partido, incluso contando con el trabajo. Si el martes tengo fútbol, ya no puedo trabajar ese día por la tarde a partir de una hora. Me doy cuenta de que me hace más bien de lo que pensaba, y cuando voy con ellas, que son ajenas a esto, me ayuda a desconectar y a darle menos importancia a los problemas. Esa es mi forma de cuidarme. También salir a pasear con el perro y con mi novia o ir a comer.
Con Estirando el chicle han creado un producto cultural para un público de masas a tenor de las audiencias. ¿Desde los despachos donde se toman las decisiones se considera que esto es así o aún se las tiene en los márgenes?
Tengo la sensación de que en todos esos despachos no se nos escucha. Sé que en algunos sí, pero tengo prácticamente la certeza de que cuando nos llaman para hacer cosas desde determinados lugares es porque nos consideran un producto que está de moda y que trae a un público que les interesa. Pero no siento que se pongan a examinar o a intentar entender por qué hemos llegado a tanto público. Noto como muchas prisas por que estemos en determinados lugares y siento que es porque nos consideran una moda y, como tal, se pasará. Nosotras nos consideramos por encima de todo un programa de comedia, lo que pasa es que se puede hablar desde la comedia de muchos temas serios. Se puede profundizar, contar algo personal y hacer reír. Se puede hacer todo. En algunos sitios lo ven así y para otros no dejamos de ser el programa este de las chicas que están de moda.
A Estirando el chicle se le sigue colocando la etiqueta de comedia femenina. ¿Visibiliza o encasilla?
Al principio también lo utilizaba pero, claro, lo nuestro es comedia femenina y lo de ellos es comedia. Eso es lo que no me parece bien. Al final es una forma de volver a separarnos. Antes podría tener más sentido, pero si ahora queremos diversidad… Y sobre todo depende desde qué punto se diga y del tono. Cuando se refieren a comedia femenina es para hacerla de menos. Hay que englobarlo en comedia, sin más. Pero también es parte del proceso. Que exista la frase ‘comedia femenina’ es porque cada vez somos más y más visibles. Porque cómicas ha habido siempre, pero no se les daba visibilidad.
«Nos consideramos por encima de todo un programa de comedia»
Presentan la gala de clausura y entrega de premios. ¿Cómo lo están preparando?
Lo estamos trabajando con una cómica amiga nuestra, Charlie Pee, entre las tres, para que nos ayude a formatear la gala y tener una opinión externa que, en momentos de mucho trabajo, viene bien para ver que no estamos perdiendo el norte. Será muy nuestro todo, dentro de lo que es una gala de premios que, para la gente que ha visto los Goya, intentaremos que sea lo menos chapa posible, con mucha comedia.
¿Qué cine le gusta ver? ¿Qué películas le han marcado?
Cine español es lo que más veo. También cine americano en casa, en plataformas, pero me gusta mucho ir a ver películas españolas al cine. Daniel Sánchez Arévalo es un director que me ha marcado mucho con su peli ‘Primos’. Vi un tono en el que me sentí representada. Y ‘Una joven prometedora’ es la película más fuerte que he visto en mi vida y más increíble. Aunque sea muy dura, es muy necesaria y es la que más me ha gustado.
Hoy que se vive la instantaneidad en los contenidos (series, Tik Tok…), ¿amenaza al cine esta forma de consumir audiovisuales o hay séptimo arte para rato?
Hay para rato. Sirven como reto para que no dejemos de ser honestos con lo que hacemos y que empaticemos con el espectador. Que intentemos abstraernos a la hora de hacer una obra y preguntarnos si es necesario de verdad o te quieres recrear y ser el más chulo. Pero una peli que te engancha la vas a ver y se sigue consumiendo un montón. Así que yo estoy tranquila. Tampoco soy experta, igual al año que viene muere el cine, ¿te imaginas? El reto es el equilibrio que, aunque veamos plataformas, la gente no se olvide de ir al cine. Al menos ya no se piratea, se pagan esas plataformas. Se ha aprendido. La gente más joven ya está acostumbrada a pagar y eso da tranquilidad.
¿De qué se suele reír Carolina Iglesias y qué cosas no le hacen nada de gracia?
De las cosas escatológicas, algo que tenemos Victoria y yo en común. Todas las guarrerías me hacen una gracia desmedida, y cuanto más tonto sea el chiste mejor. Me gusta mucho la gente que hace humor con cosas personales. Me flipa alguien que es capaz de coger todos sus traumas y dramas y hacer un chistaco. Y no me río cuando el humor viene de arriba hacia abajo, cuando es meterse con alguien que socialmente está por debajo de ti. Puedo valorar un buen chiste pero no me voy a reír, soy bastante seria en realidad.
‘Una joven prometedora’ es la película más fuerte que he visto en mi vida y más increíble»
¿Es un límite natural al humor, que no haga gracia?
Es eso. Puede que me guste más o menos, pero si logras hacer un chiste buenísimo teniendo como objeto a alguien por debajo de ti yo no voy a dejar de reconocer que es un buen chiste. Pero no es mi rollo.
¿Es más difícil hacer reír en tiempos difíciles, como durante la pandemia?
Creo que la gente necesita mucho reír después de una pandemia que hemos pasado tan grave y en la que de alguna manera se nos ha desatendido en cuanto a salud mental. Se están empezando a ver los estragos. Creo que más que nunca hace falta reírse. Siempre hace falta pero creo que este momento es muy clave y la gente lo necesita. Nosotras lo notamos mucho. En los teatros, la gente que viene ruge. Muchos te dicen que es su primera vez después de la pandemia y que les ha sentado genial estar dos horas riéndose, olvidándose de los problemas. Y para nosotras igual, porque empezamos el podcast por pura salud mental para hacer algo y no morirnos del asco en casa durante el confinamiento.
¿Podría recomendar un podcast, una serie y una película?
El podcast, ‘Dos rubias muy legales’, de Henar Álvarez y Moderna de Pueblo. La serie, ‘Hacks’. Y una película, ‘Una joven prometedora’. Y más reciente, ‘Maixabel’.
