Entrevista: Irene Chaparro
Juan Diego Botto (Buenos Aires, 1975) regresa a Rivas, esta vez para dar vida a Federico García Lorca en ‘Una noche sin luna’, obra dirigida por Sergio Peris-Mencheta (sábado 12 de junio, 20.00, auditorio Pilar Bardem, 11 euros; entradas agotadas).
El dúo ya compartió trabajo en 2012 con el montaje ‘Un trozo invisible de este mundo’, escrito por Botto y que también pasó por el auditorio Pilar Bardem. El actor sostiene en esta entrevista que el teatro es una herramienta muy valiosa que ayuda a entender quiénes somos, algo que sucede cuando se revisita a los grandes dramaturgos como Lorca o Shakespeare. Al finalizar la función, charlará con el público, que podrá preguntar sobre la obra, el teatro o la cultura.
¿Cómo ha sido entretejer la realidad y la ficción, la experiencia de escribir un texto tan especial como este?
La experiencia ha sido larga y bonita, porque la construcción del texto me llevó mucho tiempo. Existía mucha documentación, ya que al hablar de la vida de Lorca había que ser veraz y riguroso. Por otro lado, la función es un juego de espejos entre el entonces y el ahora, y se trataba de encontrar esos enganches que permitieran al espectador saltar desde los años 30 hasta el presente. Fue arduo pero muy gratificante.
¿Y la vuelta al trabajo con un director como Sergio Peris-Mencheta?
Una auténtica maravilla. Desde que tuve la primera versión del texto, tenía claro que quería que la dirigiera él, porque nos habíamos entendido muy bien cuando trabajamos juntos la primera vez. Le conté la idea y entonces empezamos a colaborar, desde la puesta en escena hasta la escritura. Sergio es un director muy lúdico que le da mucha importancia a acompañar al espectador, yo pongo la intensidad. La colaboración y la creación del material han sido muy enriquecedoras porque nos complementamos muy bien.
¿Reivindicar una figura como la de Lorca es ahora más necesario que nunca?
Nunca es mal momento para reivindicar a Lorca. Es posiblemente uno de nuestros mejores poetas y dramaturgos. Lorca vivió un momento de encrucijada, que cambió para siempre la historia de España y Europa, con el auge del fascismo. Y las decisiones políticas, sociales o teatrales que él tomó en aquel momento fueron de un coraje que todavía arrojan luz sobre nuestra actualidad. Encontré en su vida ecos que parecen hablar de nosotros mismos. Eso cobra doble valor en este momento que estamos viviendo. Podemos aprender de esta lección de nuestra historia.
La obra se llama ‘Una noche sin luna’ por la noche en la que se asesinó a Federico en referencia, entre otras cosas, a la oscuridad del propio acto de acabar con su vida. Sin embargo, su figura y obra siguen vivas.
Sin lugar a dudas. Lorca fue un poeta muy lunero, y me parecía paradójico darle ese título a la obra, por aquella larga oscuridad que presagiaba su asesinato, con 40 años de dictadura. Además, Lorca debe de ser uno de los poetas más leídos y uno de los dramaturgos más representados en todo el mundo. Pudieron acabar con él, pero sigue siendo la muestra más vibrante de ese período tan esplendoroso de la historia de España.
Si Federico hubiera podido exiliarse, ¿cómo cree que hubieran sido su vida y su obra?
Eso es ciencia ficción, pero sí podemos saber que a pesar de que lo asesinaron siendo bastante joven, su obra era vastísima, tanto en producción teatral como en conferencias y charlas escritas. Eso nos lleva a pensar que hubiera podido escribir tres o cuatro obras maestras más que el mundo, por desgracia, se ha perdido.
En la ficción ha sido usted anarquista y maqui, pero también soldado de la División Azul.
¿Cómo reconciliaría a sus personajes en una época donde ambos discursos parecen revivir?
Los personajes dudo que se reconciliaran, pero lo importante es estar atentos a esos discursos que reviven y mirar a nuestro pasado para tratar de aprender de él. Los ecos del franquismo siguen presentes, con decenas de miles de familiares que siguen sin poder enterrar a sus seres queridos. Hay una herida que sigue ahí, sin poder cerrarse.
Interpretó a Calixto en ‘La Celestina’ y protagonizó ‘Hamlet’, ¿le apetecería volver a las tablas con algún clásico?
Sí, a veces lo pienso y seguro que en algún momento me reencontraré con algún clásico. Por ahora me pueden las ganas de contar historias propias y de hablar de lo que siento, de lo que pasa en estos tiempos a través de mi propia voz, aunque a veces uno puede coger la voz de otro para darle una visión actual. Además, no tiene sentido recuperar un clásico como Shakespeare si no es para arrojar una mirada sobre nuestro presente, si no se convierte en un puro ejercicio de metodología.
¿Qué le diría al público para que siga acudiendo al teatro?
Tengo la sensación de que no es necesario decir mucho porque la gente ya tiene una enorme necesidad de volver a los teatros, de ver espectáculos en vivo. No hay forma de reproducir digitalmente la sensación que se produce cuando se acude a ver una obra. Las funciones cambian con la energía del público, y el público es distinto cada día. Lo que estoy notando ahora en las funciones es que la gente tiene muchas ganas de ver teatro. Estoy seguro de que en cuanto volvamos a la normalidad, los teatros se van a seguir llenando.
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SÁBADO 12 JUNIO / 20.00.
Auditorio Pilar Bardem. 11 euros (ver descuentos). Venta: web entradas.rivasciudad.es o taquilla del auditorio (jueves y viernes, de 19.00 a 21.00, y días con función desde una hora antes).
AVISO: al finalizar la función, coloquio con Juan Diego Botto desde el escenario.