Entrevista: Irene Chaparro
Argentina María López Tristancho (Huelva 1984), Argentina para el público, nombre que heredó de su abuela paterna, ha llevado el flamenco por todo el mundo, llegando a estar nominada a los Grammy Latinos en 2014 (por su disco ‘Un viaje por el cante’) y 2015 (por el álbum ‘Sinergia’). Reconoce que el fandango, el palo onubense por excelencia, le sale por los poros de la piel. Ella sigue estudiando flamenco con el respeto del primer día. Su cante lo podremos disfrutar la segunda noche del festival Rivas Flamenca (viernes 16 de abril, 20.00, auditorio Pilar Bardem, entradas aquí).
¿Cómo se pasa de niña que soñaba con ser cantaora a ser una figura de su talla, de dónde le viene la vocación?
Siempre he estado rodeada de música, y a los doce años me di cuenta de que lo mío era cantar. Durante nueve años estuve aprendiendo el fandango. Sabía que quería dedicarme al flamenco tradicional, sobre todo al ver gente como Arcángel y Mayte Martín. Por el camino me encontré a Luismi [Luis Miguel Baeza, su marido y representante] y me preguntó qué quería hacer. Me presenté al concurso de fandangos de Cristina Heeren de Huelva, ganamos, me concedieron una beca y aprendí mucho de la parte teórica para seguir haciendo mis discos.
¿Cómo es de importante el trabajo en equipo en una carrera como la suya?
Gracias a Luismi, que conoce a mucha gente de este mundo, coincidimos con el guitarrista Jose Quevedo ‘Bolita’. Empezamos a hablar con él para hacer un disco, y acabó produciéndolo. Los músicos que me acompañan tienen un papel fundamental en mi carrera. Me siento feliz y orgullosa de tenerlos conmigo, seguir aprendiendo y que me arropen, respeten y celebren mi evolución.
Es la mayor abanderada del fandango de Huelva, su tierra. ¿Hay algún otro palo por el que también sienta predilección?
Tengo tan interiorizado el fandango que me sale por los poros de la piel. Me gustan todos los palos. Me encanta el cante por alegrías. Me conecta mucho a Cádiz, una tierra marinera como la mía. Siempre dejo las alegrías para el final, para mí son el plato fuerte. Las seguiriyas también me gustan mucho.
¿Por qué el flamenco es una música que empasta tan bien con estilos como el fado, el jazz o la bossa nova?
Con el flamenco nunca se deja de aprender, hay que seguir estudiándolo siempre. Quien conoce bien el flamenco está preparado para hacer fusión adaptándolo con otras músicas. Mi voz suena a flamenco haga lo que haga, de manera natural. El flamenco es muy racial, por la alegría o por la pena que transmite. Y eso enamora a la gente, porque es una flecha que te lanzan al corazón.
Su último sencillo, ‘Idilio’, nace de un momento único e improvisado en el restaurante La Vitrola de La Habana Vieja, en Cuba. ¿Su próximo disco nos llevará a un Caribe flamenco?
Teníamos la intención de hacer un nuevo disco, pero por culpa de la pandemia lo atrasamos, aunque en abril saldrá el nuevo single. El público me ha pedido hacer un disco así. Y yo estoy muy contenta porque me estoy soltando y empezando a aprender de otras músicas. Hasta bailo en el escenario, algo que siempre me ha dado mucha vergüenza. A pesar de dedicarme a lo que me dedico, soy muy tímida.
Ha cantado con figuras como Arcángel o Marina Heredia, ¿cómo se vive compartir escenario con grandes compañeros y compañeras?
Es de lo más satisfactorio. Cuando se admira tanto a una persona, es lo más grande que te puede pasar. Me pongo hasta nerviosa de las ganas que tengo de compartir una canción con otro artista. Además, creo que los flamencos tendríamos que estar más unidos, demostrando que somos muy profesionales. Yo, desde luego, en cada concierto doy el 100%.
Durante el confinamiento y posteriormente, ha hecho algunos directos en Instagram, charlando con sus seguidores y compartiendo su arte. ¿Qué le aportan las redes sociales personal y profesionalmente?
Me encanta charlar con mis seguidores y contarles mi vida, porque además me estoy dando a conocer en todo el mundo, algo por lo que un artista lucha desde que empieza. Aunque hay que saber usarlas siempre de manera positiva. Leer los mensajes de la gente de Madrid, Perú o Cuba me hace sentirme muy feliz.
El año pasado recibió el Premio Meridiana de Iniciativa Artística del Instituto Andaluz de la Mujer. ¿Algún consejo para todas aquellas chicas que están empezando su camino en el flamenco?
Este es el siglo de la mujer, y ahí estamos dando caña, demostrando que podemos hacerlo todo: yo llevo mi casa, crío a mi hijo y sigo estudiando y preparando mis conciertos. Desde que soy madre, ha salido de mí otra persona con una fuerza que me transforma en un terremoto.
¿Qué le diría al público que sigue pensando si asistir a espectáculos por el el coronavirus?
Respeto que la gente tenga miedo, pero es importante dejar de pensar por un momento en todo esto. Ir a ver a un artista a un concierto puede ayudar, disfrutando de algo distinto. La música amansa a las fieras y nos permite evadirnos de los problemas.
