AVISO: por motivos personales del artista, se reestructuran las funciones del espectáculo ‘Miguel Lago, todo al negro’, cancelando las programadas a las 12.00 de los domingos 14 y 28 de marzo.
Entrevista: Irene Chaparro
El cómico gallego Migue Lago (Vigo, 1981) lleva dedicándose al mundo del espectáculo desde hace más de 15 años. Reconoce que, aunque en las circunstancias actuales todo es más complicado, su profesión le ha enseñado a superar las dificultades y aprender la importancia de no dejar de formarse para seguir creciendo. Ahora descorre el telón del auditorio Pilar Bardem para jugársela ‘Todo al negro’, un espectáculo con el que transforma el escenario municipal en un teatro de casino al estilo Las Vegas. En Rivas, su ciudad de residencia, Lago promete diversión con mucho humor negro los sábados 13 y 27 de febrero (17.00 y 19.00) y los domingos 14 y 28 de marzo (18.00): 10 euros las primeras 150 entradas; 15 euros, el resto; se pueden comprar en la web entradas.rivasciudad.es.
¿Qué se encontrará el público que presencie cómo se la juega usted ‘Todo al negro’?
Se trata de un show muy divertido ambientado en el teatro de un casino, donde lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. Es un espectáculo de humor negro, muy americano, muy grande y muy al estilo de Cesar Palace. Está en Madrid y ahora viene a Rivas, en los meses de febrero y marzo. Estoy muy agradecido al Ayuntamiento porque es la primera vez que el auditorio Pilar Bardem toma la decisión de que un espectáculo venga a hacer ocho funciones [finalmente son seis], debido a las ganas de verlo tan grandes que hay en esta ciudad, que también es la mía, porque yo resido aquí. Hemos decidido hacer una apuesta para que nadie se quede sin asistir. Hay diferentes horarios, siempre con las medidas de seguridad completamente garantizadas, para apostar por la cultura sin tener que salir de la ciudad.
¿Ha estado en Las Vegas? ¿De dónde viene la inspiración del universo de los casinos para crear su espectáculo?
Aunque me hubiera encantado, nunca he estado en Las Vegas. Es un universo visto mil veces en las películas. Me vino por el tema de las residencias de artistas en los teatros de Las Vegas. Yo he hecho residencia en Madrid y, por eso, he querido hacerlo al estilo de los grandes cómicos americanos que a partir de los años 60 alcanzaban la cima cuando les daban una residencia en Las Vegas, sobre todo en el hotel Cesar Palace, donde han actuado Frank Sinatra, Lady Gaga o Elton John, artistas superlativos que tienen una residencia en el teatro de un casino. Esa es la fantasía que quiero recrear para el espectador: es de noche, ha estado jugando en la ruleta y ahora vamos a ver al humorista, al estilo de la tradición americana pero traída a España. El público que se acerque al Pilar Bardem vivirá la experiencia desde el primer momento porque, al entrar, la música lo acompaña y lo que va viendo en pantalla lo transporta a un casino de los años 60, un estilo que sigue cuando entro yo en escena con mi esmoquin, por ejemplo. El espíritu del cómico tradicional americano de los 60 me gusta mucho. Y mi show, aunque tenga sorpresas para saltar a otra época, lo trae de vuelta.
La palabra artista puede englobar su carrera. Ha participado en ‘Padre no hay más que uno’. ¿Cómo fue la experiencia: repetiría en el cine?
Repetiría sin duda, aunque fuera breve. Una experiencia muy divertida. Lo mejor, salir en una película sumamente taquillera presentando un producto familiar, que he podido ir a ver con mis hijos. A la hora de hacer ficción, lo que más me atrae es el cine, pero estoy abierto a distintos formatos siempre que me sienta cómodo y me gusten. A día de hoy, tengo la fortuna de poder seleccionar dónde me apetece trabajar. Por ahora va muy bien. Lo que más me gusta es un espectáculo desde el escenario. Llevo muchos años en esto y me da una estabilidad enorme ser mi propio generador de empleo.
¿Y el público?
El público es quien más me está ayudando en mi carrera porque viene a verme, lo que me da una libertad enorme a la hora de escoger un proyecto u otro. Yo soy artista de escenario, de teatro. Todo lo demás, ya sea televisión, radio o cine, son complementos. Llevo trabajando en el teatro desde hace 15 años a pleno rendimiento, y soy consciente de que he elegido una profesión que siempre está en el alambre. Estoy acostumbrando a superar dificultades.
Ha hecho mucha radio. ¿Qué es lo que más le gusta del medio? ¿Algún programa favorito de todos en los que ha participado?
El programa que más me gusta es el que estoy haciendo ahora en Onda Cero, ‘Cállate, payaso’. Sobre todo porque lo dirijo yo y me he rodeado de tres compañeros que son tres talentos brutales a la hora de hacer reír. Y, además, son mis amigos. Ellos son mi equipo, y vienen conmigo a los distintos proyectos que tenemos activos. Este programa semanal es el que más feliz me hace. No solo porque es con el que más me estoy riendo, sino porque llega después de muchos años de prácticas, después de haber aprendido durante un año entero con Carlos Latre. He estado picoteando por distintos sitios, la cadena SER, Onda Cero o Radio Nacional de España.
Ahora que todo parece ir más rápido que nunca, ¿los artistas actuales tienen que ser 100% versátiles para triunfar?
No lo creo: Hay gente que hace una misma cosa muy bien y le funciona. Y luego hay gente como yo, que nos gusta tocar distintos palos. Me gusta estar en una permanente formación y asumir retos diferentes. Cuanto más preparado estás y más cosas sabes hacer, te pueden llamar en más sitios.
Con todo lo que está sucediendo, ¿es más necesario que nunca el sentido del humor, aprender a reírse de todo?
Eso es algo de cada cual. Hay a quien disfruta de las desgracias que le ocurren y que le ocurren a los demás. Yo soy más feliz riéndome. Yo me río de todo, me río con todo y es una terapia estupenda. Me permite afrontar los problemas con mayor tranquilidad.
Sin embargo, también parece que la opinión social ya no nos deja ser políticamente incorrectos, ¿es más difícil hacer humor en esta época?
Supongo que sí, porque quizás estamos demasiado preocupados con lo que dicen los demás. Le estamos dando mucho protagonismo a la gente que se ofende tan fácilmente, y no quiero dársela más. No quiero defender mi libertad de expresión porque ya está recogido como derecho fundamental en la Constitución, con lo cual voy a seguir diciendo lo que quiera. Yo ya he sido víctima de escraches digitales, ataques e insultos en redes sociales. Llega un momento en el que tienes que decidir qué hacer. Y yo he decidido no solo pasar olímpicamente, sino que lo incluyo en las rutinas que forman parte del espectáculo ‘Todo al negro.’
Es vecino de Rivas. ¿Qué le produce actuar en el Pilar Bardem ante sus vecinos y vecinas?
Estoy muy contento. Cuando vine a vivir a Madrid elegí Rivas. Podía haber optado por cualquier punto de la Comunidad, pero me quedé aquí. La mayor muestra de cariño que puedo brindar a un pueblo donde me siento tan a gusto es llevar mi función al auditorio Pilar Bardem, que además está muy bien y tiene un aforo importante. Actuar en Rivas es compartir con el público una de las cosas que más me gusta de vivir aquí: el respeto y cariño de los vecinos. Yo soy uno más, me ven todos los días en las tiendas o por la calle. Hago mucha vida en nuestra ciudad, y el trato es muy agradable. Ahora me pueden ver al lado de su casa. Animo a la ciudadanía a venir al teatro. No solo por mí, sino porque la cultura se desangra. Si no consumimos cultura, dejará de hacerse. Rivas debería convertirse en un referente cultural en la Comunidad de Madrid, aprovechando que su ayuntamiento es muy activo culturalmente. Y para eso hay que llenar los teatros.
¿Planes para 2021?
Trabajar, tener salud y ser feliz. Voy a seguir haciendo tele, teatro y radio. Son los tres medios más importantes, no me puedo quejar, solo hay que seguir trabajando y creciendo. Veremos si podemos hacer gira. Estamos esperando a que esta pesadilla termine de una vez y que en octubre podamos retomar la normalidad.
