Entrevista: Álvaro Mogollo
El actor Juan Diego Botto Rota, nacido en Buenos Aires hace 44 años, analiza diversos temas de actualidad en esta entrevista realizada a pocos días de que comience el certamen nacional de cortos del Festival de Cine de Rivas, que se celebra del 13 al 21 de marzo, y que vivirá intensamente al ser miembro del jurado. Crítico con el apoyo institucional a su sector y ansioso por ver en las pantallas ripenses destellos de una nueva hornada de talentos que den continuidad al dulce momento que vive el cine español, atiende la llamada de ‘Rivas Cultural’.
¿Qué espera encontrarse en los trabajos que va a evaluar?
Espero encontrar buena calidad y buenas historias. Creo que el cortometraje español cada vez está más profesionalizado y hay más calidad. Así que espero ver buenos relatos y bien contados.
¿Qué importancia tienen este tipo de certámenes?
Mucha, porque de alguna manera son los primeros recorridos de las personas que serán en el futuro las principales cineastas de este país. Las figuras del cine actual que ganan los premios más importantes empezaron haciendo cortometrajes y concursando en este tipo de certámenes. Son importantes porque van creando el caldo de cultivo para aquellas personas que en el futuro dominarán nuestro cine.
¿Qué consejos da a quienes empiezan en el sector?
Cualquiera que se dedique al cine es consciente de las enormes dificultades a las que se tiene que enfrentar. Es un ambiente en el que muy poca gente acaba consiguiendo llegar, con unos filtros inmensos. Es una profesión con un gran porcentaje de desempleo, porque son muy pocas las películas que se hacen en comparación al número de cineastas que hay. Los consejos son perseverancia, seguir formándose, no dejar nunca de trabajar y, sobre todo, insistir.
¿Cómo ve el nivel actual del cine español?
Vivimos un buen momento en cuanto a talento. Una prueba es la cantidad de realizadores y realizadoras que están ganando festivales. Desde el de Cannes, donde ‘Lo que arde’ fue premiado, hasta los últimos Óscar, con nominaciones a Almodóvar, Antonio Banderas y Sergio Pablos con ‘Klaus’. El talento español se está reconociendo en el exterior. Las historias que se cuentan son muy interesantes en un momento de cambio en el que las plataformas audiovisuales están transformando la forma de hacer y entender el cine. Y siempre con la extrema precariedad que ofrece el sistema español. Las ayudas directas que concede el Ministerio de Cultura son de 40 millones. En Italia, 400; en Francia, 700; en Alemania, 150. Es un milagro que tengamos la industria que tenemos con un apoyo institucional paupérrimo.
¿El auge de esas nuevas plataformas es una amenaza o un aliado?
Está por ver. De momento está contribuyendo a que haya más trabajo en el sector. En cuanto a producción, estas plataformas se han instalado en España de forma más notable que en otros países europeos. Y eso ayuda a que muchas actrices y actores, así como personal técnico, se estén desarrollando dentro del sector. Pero esto no deja una estructura industrial en nuestro país, porque si el día de mañana las plataformas se van, esos empleos también. Eso es un inconveniente. Como lo son las historias que se cuentan, que tienen que pasar determinados filtros que limitan el espectro. Se producen muchos contenidos manufacturados desde la producción y se pierden las películas de autor, que ahora mismo solo pueden salir adelante si cuentan con el apoyo de RTVE y con recursos muy limitados. Y tampoco pagan impuestos en España, que no es un tema menor.
Según la crítica, este año ha habido grandes piezas cinematográficas. ¿Con cuáles se queda?
‘Lo que arde’ ha sido una gran película, como ‘Dolor y gloria’ y ‘La trinchera infinita’. A nivel internacional, ‘Parásitos’ es un excelente largometraje, al igual que ‘Joker’ o ‘Historias de matrimonio’. Ha sido un buen año. Por ejemplo, si comparamos los Oscar de 2020 con los de 2019, cualquiera de las cintas que no han vencido en la categoría de mejor película de esta edición son bastante mejores.
¿A qué personaje le gustaría interpretar?
A muchos. Algunos ya están escritos, como cualquiera de Chéjov, Shakespeare o Tennessee Williams. O personajes históricos, como Lorca, una figura que siempre me ha entusiasmado y sería un bonito reto.
Hablando de Lorca. ¿Le preocupa el ascenso de la ultraderecha en España?
¿A quién no? Desde luego que es preocupante. La extrema derecha siempre está ligada a un recorte de derechos y al establecimiento de privilegios para unas pocas personas. En este país, por desgracia, ya hemos vivido el gobierno de la extrema derecha y produjo decenas de miles de muertos y mucho sufrimiento durante muchos años. En España, los partidos de ultraderecha son creados por gente con muchísimo dinero cuya principal preocupación es que esas personas sigan teniendo mucho dinero. Todo ello, tamizado con cuestiones sociales como la bandera, la patria, lo tradicional, la caza y una serie de tópicos que calan. Porque no se van a presentar a unas elecciones diciendo que quieren que la gente rica pague menos impuestos. Pero sociológicamente, con excepciones, el caladero de la ultraderecha es gente que siempre ha sido afín al franquismo o la extremadamente conservadora. El reto democrático es que eso no se extienda a los barrios populares.