«Por mi familia, sé cómo es el actor normal y corriente»
Entrevista: Eugenio G. Delgado
Vito Sanz (Huesca, 1982) se dio a conocer al gran público con la película ‘Las leyes de la termodinámica’ (2016), de Mateo Gil, y también ha participado en recientes series de éxito como ‘Vergüenza’ y ’45 revoluciones’. Este verano, estrena la película ‘La virgen de agosto’, de Jonás Trueba, y acaba de terminar el rodaje de ‘A este lado del mundo’, dirigida por David Trueba.
El sábado 8 de junio (20.00; entradas, aquí), se sube a las tablas del auditorio Pilar Bardem para interpretar ‘Algún día todo esto será tuyo’, obra teatral escrita y dirigida por Chiqui Carabante en la que se repasa la vida de Ramón Areces, fundador de El Corte Inglés. Comparte cartel con Font García y Juan Vinuesa.
¿Qué se encuentra el espectador en ‘Algún día todo esto será tuyo’?
La vida de Ramón Areces narrada con humor ácido. Se ve cómo va progresando y cómo se convierte en uno de los empresarios más poderosos de España. Es una comedia con toques políticos, regada de humor negro a lo Berlanga.
¿Han tenido problemas por tratar este personaje?
No. Si fuera una película o una serie, a lo mejor a la empresa le hubiera importado más que el teatro. No es una representación histórica, sino una reinterpretación surrealista y crítica.
¿Cómo era Ramón Areces?
Su modelo siempre fue el capitalismo puro y duro, tomando como ejemplo los grandes almacenes de los EE UU y Francia. Durante la guerra vendió trajes a los ingleses que venían a Madrid a combatir contra Franco del lado republicano y, cuando se acabó el conflicto, se los vendió a las clases altas y militares de Franco. Sus valores y su ideología eran el dinero. También era una persona muy trabajadora: todos los días iba a sus almacenes, lo revisaba todo y todo pasaba por él.
¿Cuál es la filosofía que propone esta empresa?
Totalmente capitalista, con una estructura rígida y fuertemente piramidal. Cuando entras, puedes ir ascendiendo, pero eso también fomenta la rivalidad entre los trabajadores. Es un modelo duro y deshumanizado, de competitividad salvaje.
¿De qué España es reflejo?
La obra es un repaso a la España de finales de la Guerra Civil y de casi todo el franquismo. Pasamos de principios de siglo, cuando Ramón Areces nace en Asturias, por su infancia en Cuba y la adquisición de Galerías Preciados, hasta llegar a su lecho de muerte.
Esta pieza cierra la trilogía ‘Crónicas ibéricas’. ¿Qué recorrido han realizado?
En el primer espectáculo, ‘Desde aquí veo sucia la plaza’, analizamos qué significa el sentimiento de ser español, sus fiestas y sus tradiciones. En el segundo, ‘Herederos del ocaso’, tratamos el deporte, los Juegos Olímpicos y la picaresca. Y en ‘Algún día todo esto será tuyo’, la idea de lo empresarial y su influencia en la política y la sociedad, porque ha tenido y sigue teniendo mucha.
¿Un actor nace o se hace?
Es una mezcla de todo. En un momento tienes que decidir qué vas a hacer con tu vida y, por mi parte, tenía antecedentes de familiares actores. Tengo la suerte de que he sabido cómo es el actor normal y corriente, el que sobrevive día a día. Están las estrellas y luego el resto de actores, que estamos en una carrera de maratón para seguir viviendo de esto.
A usted no le falta el trabajo.
No, en este momento, no, pero va por rachas. Yo ahora estoy en racha y cuando te llega hay que saber disfrutarla y ahorrar porque algún día puede que pases hambre. Hay que gestionar bien económicamente el momento, apreciar el esfuerzo y disfrutarlo.
¿Dónde se siente más realizado: teatro, cine o televisión?
Realizado en los tres, pero la energía es diferente en cada uno de ellos. El teatro es un trabajo más progresivo, más lento, porque puedes estar un mes preparando un personaje para las funciones. En el cine se ensaya menos, es como hacer fondos, más intenso, hasta que el director dice que está bien. Posiblemente, las series sean una mezcla entre cine y teatro.
¿Cómo explica el éxito actual de las series?
Tengo que confesar que no veo series, no me enganchan. Veo mucho más cine, pero creo que ha cambiado el modo de consumir estos productos culturales. Las plataformas permiten al espectador decidir cuándo y cómo ven las series. Lo gestionan directamente las personas, no como en el cine que hay unos horarios y te tienes que desplazar al lugar para ver. Si se hacen muchas series es porque se ven y eso está muy bien para actores, directores y técnicos. Podría parecer que es una burbuja, pero esperemos que aguante por el bien de esta profesión, porque venimos de unos años muy duros.
