«Una sociedad inculta es una sociedad pobre»
Entrevista: Eugenio G. Delgado / Fotografía: Serio Parra
El actor César Sarachu (Baracaldo, Vizcaya, 1958), al que todo el mundo recuerda como Bernardo en la serie ‘Camera Café’, interpreta en la obra ‘Intensamente azules’ la experiencia (supuestamente) autobiográfica del director Juan Mayorga en la que recuerda la mañana que se encontró sus gafas rotas y cómo entonces decidió hacer su vida normal con unas de natación graduadas azules y qué consecuencias provocó. Humor fino y sutil, para el sábado 25 de mayo, en el auditorio Pilar Bardem (20.00, 11 euros; entradas, aquí).
¿Qué cambia en la percepción de la gente al ver a un hombre por la calle con gafas de natación?
Hay diferentes reacciones: violencia, curiosidad, algunos quieren ayudar (esos son los más peligrosos), otros hacen como que no te ven¿
¿Y qué cambia en la persona que las lleva al mirar al resto?
Se da cuenta de que a su alrededor todo es representación y todas las personas son parte de esa gran representación. Ya lo decía Schopenhauer.
¿Ha perdido el ser humano la capacidad de sorprenderse?
No creo. Si acaso, está perdiendo su curiosidad. Las gafas sirven para ver todo como la primera vez.
En la obra, las gafas de natación son de color azul intenso, como destaca el título. ¿De qué color elegiría llevarlas usted para mirar al mundo?
Me gustaría tener varias e ir cambiando para así notar la influencia del color en la realidad.
¿El hecho de estar solo sobre el escenario le produce más placer o temor?
Temor, no. Quizás más responsabilidad.
Interpreta a varios personajes en la obra. ¿Cómo afronta ese reto?
Creo que se nombran a 16 personajes en total. Lo he afrontado con muchas ganas de jugar.
¿Cómo consigue hacerlos únicos para que el espectador les diferencie?
Con técnica. Los cambios tienen que ser rápidos y sencillos. Un gesto, una manera de respirar o una manera de hablar es suficiente para dibujar un personaje.
¿Es más fácil hacer reír o hacer llorar?
Hacer las cosas bien sobre el escenario nunca es fácil. Todo es difícil.
¿El humor y la risa deben tener límites?
Es delicado poner límites a la creación. El creador necesita sentir que puede hablar de todo y decir lo que piensa.
¿Son malos tiempos para hacer humor: la libertad de expresión está en retroceso?
Parece que sí. No es casualidad que las derechas extremas lleven años de vuelta en España. Llevamos años de gobiernos que quieren acabar con la cultura, lo cual es una tragedia porque una sociedad inculta es una sociedad pobre.
¿Por qué se hizo actor?
Me gustó desde que era niño. Me decidí mientras estudiaba medicina.
¿Qué medio le gusta más: teatro, cine o televisión?
Me gustan todos. No sabría elegir.
Candidato a los Premios Max 2019 como mejor actor protagonista. ¿Le interesan los galardones?
No me interesan los premios. Creo que pueden ayudar a llamar la atención sobre lo que hacemos, pero me parecen ruido. Se crea mejor desde el silencio.
¿’Camera Café’ marcó un antes y un después en su carrera?
Solo en cuanto a popularidad.
Lleva tiempo viviendo en Suecia, ¿por qué?
Mi mujer es de allí.
Ha trabajado en Dinamarca, Suecia, Londres, París… ¿Qué tipo de trabajos realiza, en qué idiomas?
He hecho de todo. Cine, televisión, radio, teatro¿
En sueco, inglés, francés¿
¿El teatro y la profesión actoral se aprecia más en Europa que en España?
En mi opinión, sí. Aquí no se valora suficientemente la importancia de la cultura, y es una pena. Lo mismo pasa con la profesión de actor.
¿Existen diferentes humores dependiendo del país?
Sí, creo que el humor español, el sueco, el inglés o el francés son diferentes, pero no te sabría concretar en qué. Aconsejo mirar algunas películas de Roy Andersson, Monty Python, Jacques Tati… y, luego, comparar.