Hace casi dos décadas que encendió su primer foco, en la sala alternativa de teatro Pradillo. Desde entonces, la carrera de Paloma Parra (Madrid, 1979) ha ido hacia arriba, llegando tan alto como los techos de los grandes teatros sobre los que ahora diseña la luz que hace brillar a actores, actrices y bailarines sobre el escenario.
Técnica e iluminadora de profesión, Paloma ha ganado el premio Max en la categoría dirección de iluminación. Se trata del máximo galardón estatal al que puede aspirar una profesional de la escena. Los Premios Max 2016 se entregaron el lunes 25 de abril, en el Teatro Price de Madrid.
El reconocimiento lo recibió por su trabajo en la obra ‘La piedra oscura’, dirigida por Pablo Messiez, con quien trabaja desde hace diez años, escrita por Alberto Conejero y estrenada el pasado diciembre en el teatro María Guerrero.
Esa es su forma de expresarse: utilizando un lenguaje que domina y con el que interpreta los guiones teatrales o los espectáculos de danza. La luminosidad forma parte de cada montaje artístico y el secreto del éxito es, según cuenta Paloma, que no se note.
«La peor crítica es ‘cómo me ha gustado la luz’, porque todo tiene que ser igual de importante en conjunto. Interpretación, dirección, escenografía, música, utilería e iluminación todo cuenta a partes iguales», explica en una entrevista concedida a ‘Rivas al Día’, la revista municipal, y que se podrá leer en el número de mayo.