Entrevista: Patricia Campelo
Con su última dirección teatral ha venido a llamar a las cosas por su nombre. Y el objeto de estas pretensiones no es otro que el personaje de Juan Tenorio, popularizado en el siglo XIX con la obra de José Zorrilla. Blanca Portillo (Madrid, 1963) asegura que nunca ha podido entender la conversión de este individuo en un «icono abanderado de la libertad y de la transgresión, la representación del seductor de mujeres como valor en sí mismo». La respuesta la halla en el «cromosoma machista» del que este país aún no se ha desprendido.
El ‘Don Juan Tenorio’ de Portillo, estrenado el pasado noviembre en Valladolid, llega tras recibir ácidas críticas y generar polémica, hechos con los que contaba la directora. «Cuando tienes tus cosas ordenadas en la cabeza, y crees que Tenorio es un héroe, si alguien te desarme eso puede que no te guste», explicó en una reciente entrevista con Iñaki Gabilondo.
Al margen de la crítica, esta adaptación del clásico, realizada por Juan Mayorga y coproducida por la Compañía Nacional de Teatro Clásico y Avance, ha venido a romper estereotipos. Ahora, será el espectador ripense quien decida si desdeña o no el mito de Juan Tenorio. El sábado 10, a las 20.00, en el Pilar Bardem.
Llega a Rivas con ‘Don Juan Tenorio’, la obra con la que trata de acabar con el mito de galán seductor creado alrededor del personaje de Zorrilla. ¿Es posible desde el teatro modificar el imaginario colectivo? No sé si tanto, pero al menos el teatro permite dar otros puntos de vista que nos hagan cuestionarnos aquello que siempre hemos dado por hecho.
«La cultura debe ayudar a reflexionar y el teatro forma parte de la cultura y desde ahí es desde donde yo creo que se debe trabajar»
¿Debe el teatro incorporar nuevos referentes que contribuyan a romper estereotipos negativos? La cultura debe fomentar el debate, no dar soluciones ni respuestas. Sirve para pensar, para que nos planteemos nuestras opiniones y las contrastemos con otras. La cultura debe ayudar a reflexionar y el teatro forma parte de la cultura y desde ahí es desde donde yo creo que se debe trabajar.
La figura de Juan Tenorio representa la crueldad, la maldad, el machismo¿ Ha dicho que no entendía cómo un personaje así se había convertido en un mito. Supongo que es un hecho que tiene que ver con un cierto «cromosoma machista» que tenemos en este país. Además ha contribuido a ello ese halo romántico con el que se le ha revestido, un romanticismo mal entendido, que nada tiene que ver con el concepto de Romanticismo como movimiento artístico, y que ha servido para ocultar el lado oscuro del personaje.
A tenor de lo que han escrito algunos críticos, ¿qué no se ha entendido de esta versión del clásico de Zorrilla? No sé si no se ha entendido, lo que creo es que no se ha aceptado la posibilidad de romper con los estereotipos. A veces nos resistimos a cambiar las cosas y nos limitamos a decir que, si no son como nosotros queremos o creemos, están mal hechas.
«El problema es cuando la sociedad imita a esos personajes y justifica sus comportamientos a través de ellos. Ahí hay un problema de valores»
¿Ya contaba, antes del estreno, con que algunos no entenderían a este Tenorio? Supe, desde el primer momento, que corría un riesgo al enfrentarme a los estereotipos, sí.
¿Qué le pasa a una sociedad que encumbra a personajes que destacan por su zafiedad o machismo? Creo que el lado oscuro ejerce una cierta fascinación. El problema es cuando la sociedad imita a esos personajes y justifica sus comportamientos a través de ellos. Ahí hay un problema de valores.
¿Qué lecciones ha extraído dirigiendo esta obra? ¿Qué le ha aportado Tenorio? Me afirma en la convicción de que el teatro es un espacio de libertad, que desata debates, emociones y plantea alternativas. Me ha afianzado en mi deseo de construir una sociedad mejor, con hombres y mujeres más iguales y más humanos.
«Me interesan más los proyectos que los personajes, lo que voy a contar a través de ellos. Me importan las ideas y los espectadores»
Como actriz, ¿en qué criterios se basa a la hora de seleccionar un personaje? Me interesan más los proyectos que los personajes, lo que voy a contar a través de ellos. Me importan los equipos, las ideas y los espectadores.
Una de las víctimas que se ha cobrado la crisis ha sido la cultura, con ataques como la subida del IVA. ¿Qué valoración hace de esta situación? Se puede acabar con el tejido cultural, eso es evidente. Se cierran teatros, se van los espectadores, se cierran las productoras¿ Pero no se puede acabar con la cultura en sí misma. La gente lo demanda y los profesionales seguiremos luchando por ella, pese a quien pese.
El Ministerio de Cultura le ha concedido la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, ¿qué significa para usted este reconocimiento? Lo agradezco y me da fuerzas para seguir trabajando.
