Entrevista: Emilio Silva.

Jesús Jiménez nació en la localidad navarra de Tudela. Desde que era una adolescente comenzó a escribir. Y ahora, además de poeta, es profesor en un instituto ripense. Y desde hace once años, vecino de Rivas.

¿Cómo nace un poeta?

En mi caso leyendo mucho. Mi padre trabajaba en una industria de reciclaje de cartón y traía a casa cómics, tebeos y libros. Yo seleccionaba alguno y el resto iban al trapero. Y así me acostumbré a leer y a los doce o trece años ya me había leído a algunos de los clásicos.

¿Y en qué momento empiezas a escribir?

Hay cosas que te incitan a pensar, a escribir o a crear. Escribí mis primeros poemas con diecisiete años en el instituto, donde gané un primer premio de poesía y desde ese momento digamos que he escrito con cierta regularidad.

¿Cuál era la temática de esos primeros poemas?

Eran existencialistas, de adolescente torturado por el paso del tiempo, por la muerte y por la incomunicación. Eran unos poemas bastante oscuros.

«Mi primer libro ‘La mística del fracaso’ era un libro triste, de pérdida de la juventud»

¿Y cómo ha sido tu evolución temática?

Mi primer libro ‘La mística del fracaso’ era un libro triste, de pérdida de la juventud y encuentro con el mundo de los adultos a partir de mitos y personajes literarios como Peter Pan o Alicia. Eran poemas muy crípticos y quizá muy estéticos. Me sirvió para expresar cosas que quizá no me atrevía a decir en voz alta. Mi segundo libro ‘Los útiles del alquimista’ (2010) es un encuentro con el mundo adulto, con el amor, son poemas más vitalistas y más alegres. Hay una evolución hacia el encuentro con el tú, que decía Octavio Paz.

¿Mides tus versos?

Creo en el verso libre, en la influencia del surrealismo y de los poetas contemporáneos. No soy purista y además me parece que la poesía española no ha sido tan creativa ni tan rompedora como ha sido en América Latina y eso la ha alejado de la gente. Creo que es más importante el ritmo. Creo que es importante lo que los poetas llamamos el aliento, un aliento interno. La poesía en España sigue todavía con unos cánones muy marcados.

A menudo la imagen del poeta se relaciona con un ser torturado. ¿Es así?

La poesía tiene que expresar conflictos vitales, humanos o espirituales. Si no estás en conflicto, no tienes necesidad de escribir. La poesía siempre es social y siempre es política. Eso no quiere decir que sea una poesía panfletaria ni populista.

«La poesía tiene que expresar conflictos vitales, humanos o espirituales. Si no estás en conflicto, no tienes necesidad de escribir»

¿Se escribe lo que no se dice?

Sí, se escribe lo que no se dice. De hecho hay algunas corrientes del estudio de la literatura que dicen que lo más importante no es lo que un autor cuenta, sino lo que ha callado.

¿Te pones a escribir o te viene algo a la cabeza que te pone a escribir?

No preciso de la regularidad como un novelista. Como escritor no soy muy disciplinado; escribo microrelatos, cuentos cortos y poesía. En el caso de la poesía digamos que no te visita de forma regular porque te pongas a escribir. A veces tienes cosas que escribir y a veces no tienes nada que contar.

¿Qué poesía lees?

Me gusta mucho la obra de Pere Gimferrer y Jaime Gil de Biedma. También me gusta mucho un poeta almeriense que se llama Aureliano Cañadas. De los navarros citaría a Alfonso Pascal Ros. La poesía de los novísimos que conectaba vanguardia y romanticismo, una poesía muy vitalista, muy exaltada, con muchas emociones y estéticamente muy bella.

¿Cómo contemplas el mundo editorial en un mercado difícil como el de la poesía?

En el mundo de las publicaciones y de los premios hay mucho pesebrismo, amiguismo. Hay círculos en torno a algunos poetas que manejan lo que se premia, lo que se publica y eso resta o quita la posibilidad de oír otras voces.

«En el mundo de las publicaciones y premios hay mucho pesebrismo. Hay círculos en torno a algunos poetas que manejan lo que se premia»

¿Se leería más poesía si el nivel cultural fuera más alto?

Bueno, no hay que buscar la poesía sólo en los libros. Mucha gente escucha todos los días poesía a través de la música, que ha sustituido a la poesía popular que en otro tiempo tenía una gran difusión.

¿Se puede educar en la poesía?

Los adolescentes a menudo tienen curiosidad y ese es el terreno en el que se debe cultivar el gusto por la poesía. Lo importante es poner la semilla, que la poesía entre a formar parte de las posibilidades de su vida.

¿La crisis ayuda a escribir?

En mi caso no; me parece un robo de tantas ilusiones colectivas que me produce rabia más que otra cosa y ganas de protestar, de quejarte, de salir a la calle.

¿Cómo llegaste Rivas?

Pedí el traslado de Tudela a Madrid, quise comprar un piso y un día vine a ver Rivas, en el año 2001, y me gustó. Y entonces me dieron plaza en el IES Europa. Es una ciudad silenciosa y tiene un entorno natural, agreste. Esta Madrid muy cerca. Tiene un nivel de vida y cultural interesante. Y yo venía de una ciudad muy conservadora y Rivas me parece muy tolerante, abierta y plural.