Texto: José Luis Corretjé. Fotografía: Juanjo del Pozo
Reportaje incluido en la revista municipal Rivas Al Día de septiembre.
La sala de exposiciones del Centro Cultural Federico García Lorca ya no puede vivir sin ellas. Un grupo de ripenses, en su mayoría mujeres, se ofrece de forma voluntaria y desinteresada para acompañar la visita de las muestras a quien quiera acercarse a contemplarlas.
Esta gente, generosa e inquieta, es el núcleo fundador de Ripa Carpetana, una asociación cultural de Rivas que el próximo año celebra diez años. Durante este tiempo sus componentes han desplegado en el municipio una valiosa labor que busca la promoción del arte y la cultura.
«En realidad, nacimos como colectivo organizado cuando un puñado de personas de Rivas recibimos la formación como guías de exposiciones de parte de la Comunidad de Madrid», recuerda Teresa Ribera, una de las fundadoras de Ripa Carpetana.
Era un tiempo en el que la Red Itiner, una estructura dependiente de la administración regional que facilitaba la gira de exposiciones por diferentes municipios de la Comunidad de Madrid, mantenía una intensa actividad. Rivas por entonces era una de las ciudades que acogía con asiduidad estas muestras.
Por citar solo algunas de las más significativas, la sala de exposiciones del García Lorca ha acogido exhibiciones de pintura, escultura y obra gráfica de Antoni Tapiés, Miquel Barceló y Rafael Canogar.
También ha albergado muestras del trabajo de artistas (Agustín Sciammarella, Abel Rasskin, Raimundo de Pablos o John Howe) y de colectivos de Rivas, así como la producción de los talleres de la Universidad Popular.
«Nacimos como colectivo organizado cuando un puñado de personas de Rivas recibimos la formación como guías de exposiciones de parte de la Comunidad de Madrid»
El papel que cumplen como acompañantes de quienes visitan las exposiciones es muy valorado, tanto desde el Ayuntamiento, como desde las personas que se acercan a ver arte al García Lorca.
«Sin este voluntariado la sala estaría vacía y cerrada», destaca Curro García Corrales, concejal de Cultura. «Su labor, llena de entusiasmo, termina contagiándose a las personas que visitan nuestras muestras», concluye.Candela Arevalillo es una de las nueve guías que en la actualidad desarrolla su labor voluntaria enseñando exposiciones: «Yo me dedico a contactar con los artistas si la exposición lo requiere. Recopilo material y lo preparo para que se pueda conocer en colegios y centros de día de Rivas, así como en las redes sociales», comenta. Y prosigue: «La gente es muy agradecida. Es cierto que tenemos que actuar con discreción porque hay personas que prefieren recorrer las muestras en silencio, sin el acompañamiento de la guía. Pero cuando te pones y dialogas notas que la gente disfruta el doble. También te das cuenta de lo mucho que sabe la gente sobre arte».
Una de las cuestiones que echan de menos es la escasa difusión que, desde su punto de vista, se hace de las exposiciones del García Lorca en los colegios de Rivas.
«En algún momento tuvimos las salas llenas de niños y niñas». Reconocen que hay problemas para programar las muestras con antelación y que éste es quizás el factor que impide una mayor presencia del alumnado de centros educativos del municipio.
UNA DE ROMANOS
En noviembre de 2004 se produjo la constitución formal de la asociación cultural Ripa Carpeta, que se nutrió, en un principio, de antiguos componentes del colectivo local Los Caprichos.
El nombre del grupo, Ripa Carpetana, procede de una de las denominaciones más antiguas que se conocen del lugar en el que ahora se levanta el municipio de Rivas.
Esta es la referencia al término que se halla en el diccionario geográfico: «Situada en la orilla oriental del río Jarama, tierra de grano y de pantanos, se cree que Ribas [sí, con b] fue poblada en tiempos de la ocupación romana y que entonces recibía el nombre de Ripa Carpetana».
«En los cursos se habla sobre la historia de Madrid y se realizan visitas culturales relacionadas con los contenidos que se dan»
Plenamente integrada en la vida social y cultural del municipio, la gente de Ripa no se pierde una. Así lo reconoce Marien Flores, una de sus integrantes: «Participamos en todas las actividades culturales. Tenemos conferencias, charlas, cursos, salidas a museos, teatro, conciertos, viajes culturales».
Ripa Carpetana cuenta ahora con una lista de 87 personas interesadas en la historia, el arte y la cultura inscritas en la asociación, de las cuáles, nueve se ofrecen de modo voluntario a realizar visitas guiadas por las exposiciones que llegan a Rivas. «Nuestros socios son muy activos y participan en un montón de actividades», apunta Kika Conejo.
Ripa colabora con el mes del Libro, la Semana de los Mayores y en Marzo Mujer, por citar algunos ejemplos de su implicación con las actividades anuales que se celebran en la ciudad.Una de las actividades permanentes de Ripa Carpetana durante estos años ha sido la organización de cursos gratuitos que facilitan conocer mejor la historia de Madrid.
Rosa Rodríguez, primera presidenta de la asociación: «En los cursos, que se hacen dos días por semana, se habla sobre la historia de Madrid y se realizan visitas culturales relacionadas con los contenidos que se dan. Esos cursos forman parte de los talleres de la UP [Universidad Popular] y están abiertos a cualquier persona. Incluso hay gente que viene de fuera de Rivas». Carmen Murillo es otra de las guías: «No se me hace pesado. De todas maneras también aprendemos mucho con cada nueva exposición. Nos documentamos».
Y Javier Vidal, uno de los pocos ‘expoguías’ hombres de Ripa, desempolva una divertida anécdota: «Recuerdo a una chica muy sorprendida con el hecho de que Rivas acogiera una expo de Tapies. Había muy pocos catálogos pero la vi tan interesada que le di uno, así que se fue encantada».